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Cada 8 de mayo se conmemora en Argentina el Día Nacional de la Lucha contra la Violencia Institucional, una efeméride que invita a reflexionar sobre los derechos humanos, el rol de las instituciones estatales y la importancia de construir una ciudadanía respetuosa de la ley y los derechos de todos. Desde la escuela primaria, podemos abordar esta fecha de manera formativa, promoviendo valores como la igualdad, la no discriminación y la responsabilidad ciudadana.
Qué vas a encontrar en este artículo
¿Qué es la violencia institucional?
La violencia institucional se entiende como el uso desmedido, ilegal o arbitrario de la fuerza por parte de funcionarios del Estado, especialmente de las fuerzas de seguridad, en situaciones que afectan la vida, la libertad o la integridad de las personas. Este tipo de violencia también incluye abusos en contextos de detención, maltratos, discriminaciones sistemáticas o cualquier forma de actuación estatal que viole derechos fundamentales.
La historia de nuestro país, lamentablemente, ofrece numerosos ejemplos de violencia institucional. Sin embargo, la sociedad argentina ha avanzado en reconocer y condenar estos hechos, buscando construir un Estado más respetuoso de los derechos humanos.
Origen del Día Nacional de la Lucha contra la Violencia Institucional
La fecha del 8 de mayo fue elegida en memoria de un hecho trágico ocurrido en 1987 en el barrio de Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires. Aquella noche, tres jóvenes —Oscar Aredes, Agustín Olivera y Roberto Argañaraz— fueron asesinados por efectivos policiales mientras conversaban en una esquina. Los agentes, sin motivo alguno, dispararon contra ellos y luego intentaron encubrir el hecho presentándolo como un enfrentamiento.
La indignación popular ante este episodio, sumada a la lucha de los familiares y organismos de derechos humanos, impulsó el reclamo de justicia y la visibilización de la violencia institucional como una problemática social.
Recién en 2013, a través de la Ley N° 26.811, el Congreso de la Nación instituyó formalmente el Día Nacional de la Lucha contra la Violencia Institucional, como una jornada de reflexión, denuncia y compromiso por parte del Estado y la sociedad.
¿Por qué es importante trabajar esta fecha en la escuela?
La educación en derechos humanos es una herramienta fundamental para prevenir la violencia institucional. Desde edades tempranas, es clave que los niños y niñas conozcan sus derechos, aprendan a reconocer situaciones de abuso de poder y desarrollen una actitud crítica y responsable frente a las instituciones.
Trabajar el Día Nacional de la Lucha contra la Violencia Institucional en primaria permite:
Formar ciudadanos conscientes y comprometidos.
Promover valores democráticos y de respeto por la dignidad humana.
Fomentar el diálogo y la resolución pacífica de conflictos.
Sensibilizar sobre el rol de las fuerzas de seguridad y la importancia de su actuación conforme a la ley.
Hoy existen mecanismos de control, organizaciones civiles y políticas públicas destinadas a prevenir, sancionar y erradicar la violencia institucional. Sin embargo, la educación sigue siendo la mejor herramienta para construir una cultura de respeto y legalidad.
¿Qué mecanismos existen para prevenir la violencia institucional?
Algunos de los mecanismos actuales son:
Organismos de control: como la Procuración Penitenciaria de la Nación y los Mecanismos Locales de Prevención de la Tortura.
Capacitaciones: programas obligatorios para fuerzas de seguridad sobre derechos humanos.
Líneas de denuncia: como la Línea 137 para víctimas de violencia, o canales de denuncia en organismos públicos.
Normativas específicas: leyes nacionales y provinciales que buscan garantizar la actuación legal y respetuosa de las fuerzas del orden.
El Día Nacional de la Lucha contra la Violencia Institucional recuerda la necesidad constante de fortalecer estos mecanismos, exigir su cumplimiento y garantizar la reparación a las víctimas.
Actividades para trabajar en el aula el Día Nacional de la Lucha contra la Violencia Institucional
Acá te proponemos algunas actividades sencillas y significativas para trabajar Día Nacional de la Lucha contra la Violencia Institucional en la escuela:
1. Lectura de casos ficcionales
Proponer pequeños relatos de ficción adaptados para la edad sobre situaciones de abuso de autoridad y discutirlos en clase. El objetivo es que los alumnos puedan identificar injusticias, dialogar y pensar en soluciones respetuosas.
2. Taller de derechos
Organizar un taller donde los chicos elaboren una “carta de derechos” que consideran fundamentales para vivir en comunidad. Pueden ilustrarla y exponerla en el aula.
3. Armado de una línea de tiempo
Construir una línea de tiempo que ubique hechos históricos relacionados con los derechos humanos en Argentina, incluyendo el establecimiento del Día Nacional de la Lucha contra la Violencia Institucional.
4. Proyecto de afiches
Crear afiches o carteles que transmitan mensajes de respeto, igualdad y rechazo a toda forma de violencia institucional.
5. Encuentro con profesionales
Invitar a miembros de organizaciones de derechos humanos, abogados o trabajadores sociales que puedan conversar con los alumnos de forma adaptada sobre sus derechos y el rol de las instituciones.
Cómo abordar el tema de forma adecuada para cada edad
Es importante que los docentes adapten la información y las actividades a la edad de los estudiantes:
Primer ciclo (6-8 años): Trabajar valores como la justicia, el respeto y la importancia de que las personas que cuidan (como policías o maestros) también deben respetar reglas.
Segundo ciclo (9-12 años): Introducir conceptos como derechos humanos, abuso de autoridad y rol del Estado de forma más directa, siempre usando ejemplos comprensibles y evitando contenidos traumáticos.
El Día Nacional de la Lucha contra la Violencia Institucional debe ser una oportunidad para fortalecer la confianza en las instituciones democráticas y enseñar que el Estado tiene la responsabilidad de proteger, no de violentar.
Conmemorar el Día Nacional de la Lucha contra la Violencia Institucional en la escuela es sembrar conciencia, fortalecer la democracia y apostar a una sociedad donde todas las personas sean respetadas en su dignidad.
Los docentes tenemos la oportunidad y la responsabilidad de formar generaciones críticas, que conozcan sus derechos y sepan ejercerlos en libertad. Recordar a los jóvenes de Ingeniero Budge y a todas las víctimas de violencia institucional no es sólo un acto de memoria: es un compromiso para construir un país más justo.