Imagina a un niño pequeño que visita una granja por primera vez. Ha visto perros en su casa y en el parque, por lo que tiene un “esquema mental” para “perro”: un animal de cuatro patas, peludo y con cola. Al ver una oveja, su cerebro busca una categoría conocida y exclama: “¡Mira, un perro lanudo!”. En ese instante, acabamos de presenciar la asimilación, uno de los dos motores del aprendizaje según la revolucionaria teoría de Jean Piaget. Momentos después, un adulto le explica que, aunque tiene cuatro patas, ese animal se llama “oveja” y produce lana. El niño frunce el ceño, procesa la nueva información y su mente trabaja para crear una nueva categoría. Eso, en esencia, es la acomodación.
Estos dos procesos, la asimilación y acomodación de Piaget, son el corazón de su teoría constructivista. No son conceptos abstractos, sino los mecanismos diarios que todos, desde la infancia, usamos para construir activamente nuestro conocimiento del mundo. Para Piaget, el pensamiento educativo se basa en la idea de que la inteligencia es una forma de adaptación al entorno, una danza constante entre integrar lo nuevo en lo que ya sabemos y cambiar lo que sabemos para dar cabida a lo nuevo.
Esta guía completa para docentes está diseñada para desglosar estos dos conceptos fundamentales. Exploraremos sus fundamentos teóricos, sus diferencias clave, y lo más importante, cómo puedes observar y utilizar la asimilación y la acomodación para potenciar el aprendizaje en tu aula. Desde la pedagogía infantil hasta la lectoescritura y la literatura, entender estos mecanismos te proporcionará una herramienta invaluable para diseñar experiencias educativas más efectivas y adaptadas al desarrollo cognitivo de tus estudiantes en el contexto hispanoamericano.
Qué vas a encontrar en este artículo
Fundamentos teóricos de la asimilación y acomodación en Piaget
Para comprender a fondo la asimilación y acomodación de Piaget, es crucial entender el marco más amplio de su teoría cognitiva. Piaget, biólogo de formación, veía el desarrollo de la inteligencia como un proceso de adaptación análogo a la evolución de las especies. Así como un organismo se adapta a su medio para sobrevivir, la mente de un niño se adapta a su entorno para comprenderlo. Esta adaptación cognitiva se logra a través de dos procesos complementarios: la organización y la adaptación, la cual se subdivide en asimilación y acomodación.
Definición de esquemas como estructuras mentales previas
El concepto central de Piaget es el esquema. Un esquema es una estructura mental, un “plano” o “molde” que creamos para organizar y dar sentido a la información que recibimos del mundo. Los primeros esquemas de un bebé son reflejos y patrones de acción, como el esquema de “succión” o el de “agarre”. Con el tiempo, estos esquemas se vuelven más complejos y mentales, evolucionando hacia conceptos abstractos como “amistad”, “justicia” o “democracia”.
Los esquemas son nuestras teorías personales sobre cómo funciona el mundo. Son las “cajas” en las que clasificamos nuestras experiencias. Cuando nos encontramos con algo nuevo, nuestro primer impulso es intentar meterlo en una de las cajas que ya tenemos. Este es el punto de partida para la asimilación y la acomodación.
El influjo darwinista en la idea de inteligencia como adaptación
La visión de Piaget sobre la inteligencia está profundamente influenciada por la teoría de la evolución de Darwin. Para él, la inteligencia no es algo que se “tiene”, sino algo que se “hace”. Es un proceso activo de adaptación al entorno. Este proceso de adaptación busca un estado de equilibrio entre nuestra mente (nuestros esquemas) y la realidad exterior. Cuando nuestros esquemas son adecuados para explicar el mundo que nos rodea, estamos en un estado de equilibrio cognitivo. Pero cuando nos enfrentamos a algo que no encaja, se produce un desequilibrio, un conflicto cognitivo que nos incomoda y nos motiva a aprender.
El proceso de equilibración: la danza entre asimilación y acomodación
La equilibración es el motor que impulsa todo el desarrollo cognitivo. Es la tendencia innata de la mente a buscar un balance o coherencia. Este proceso funciona de la siguiente manera:
Equilibrio: El niño se encuentra en un estado de comodidad cognitiva. Sus esquemas actuales le sirven para interpretar las experiencias que vive.
Desequilibrio: Se presenta una nueva experiencia que contradice o no encaja en sus esquemas existentes. (Ej: La “oveja” no ladra como un “perro”).
Resolución: Para superar este conflicto, el niño debe actuar. Aquí es donde entran en juego la asimilación y la acomodación. Intenta primero asimilar, y si no funciona, se ve forzado a acomodar.
Nuevo Equilibrio: Al modificar o crear un nuevo esquema, el niño alcanza un nuevo estado de equilibrio, más estable y sofisticado que el anterior, hasta que un nuevo desafío lo ponga a prueba otra vez.
El aprendizaje, por tanto, no es la simple acumulación de datos, sino un proceso dinámico de construcción y reconstrucción de esquemas a través de la interacción constante entre asimilación y acomodación.

Diferencias clave entre asimilación y acomodación
Aunque son procesos complementarios e inseparables, es fundamental entender las diferencias entre asimilación y acomodación cognitiva para identificar qué está ocurriendo en la mente de un estudiante. La siguiente tabla resume sus distinciones, que luego desarrollaremos en detalle.

Características de la asimilación: integrar sin cambiar
La asimilación es un proceso de conservación. Es la forma en que la mente intenta mantener sus estructuras actuales, interpretando el mundo a través de los lentes que ya posee. Es un proceso más fácil y menos costoso cognitivamente que la acomodación.
Cuando un estudiante aprende a sumar números de dos cifras y luego se enfrenta a una suma de tres cifras, primero intentará aplicar exactamente el mismo procedimiento que ya conoce. Está asimilando el nuevo problema a su esquema de “suma”. La asimilación permite generalizar y practicar conocimientos, haciéndolos más sólidos y automáticos. Sin embargo, si se produce una asimilación excesiva sin la contrapartida de la acomodación, el pensamiento se vuelve rígido y egocéntrico.
Explicación de la acomodación: cambiar para aprender
La acomodación es un proceso de cambio. Ocurre cuando la realidad se resiste a ser asimilada. Es el momento del “¡Ah, ya entiendo!” que sigue a un período de confusión. Es cognitivamente más exigente, ya que requiere reorganizar nuestras estructuras mentales.
Siguiendo el ejemplo de la suma, si el estudiante se enfrenta a una resta con llevada, su esquema de “resta simple” ya no funcionará. El desequilibrio lo obligará a modificar su procedimiento, a acomodar su esquema para incluir la nueva regla de “pedir prestado” a la siguiente columna. La acomodación es la responsable del verdadero avance cognitivo, del salto cualitativo en la comprensión. Un exceso de acomodación, sin embargo, podría llevar a un pensamiento caótico y sin estructura, donde cada experiencia requiere crear un esquema nuevo.
El desarrollo saludable, según Piaget, depende de un equilibrio dinámico entre ambos procesos.
El proceso de construcción del conocimiento mediante adaptación
La interacción entre asimilación y acomodación es el motor que impulsa al niño a través de las famosas etapas del desarrollo piagetiano (sensoriomotora, preoperacional, operaciones concretas y operaciones formales). En cada etapa, estos procesos funcionan de manera diferente, adaptándose a la calidad del pensamiento del niño.
El rol del conflicto cognitivo en el avance intelectual
Piaget consideraba que el conflicto cognitivo o desequilibrio no es un problema a evitar, sino la condición necesaria para el aprendizaje. Como docentes, nuestro objetivo no es proteger a los estudiantes de la confusión, sino provocar “desequilibrios óptimos”: desafíos que sean lo suficientemente difíciles para que no puedan ser simplemente asimilados, pero no tan difíciles como para que resulten abrumadores.
Cuando un estudiante con un esquema ingenuo sobre la flotación (“las cosas grandes se hunden, las pequeñas flotan”) se enfrenta a un barco de acero gigante que flota, se produce un conflicto cognitivo. Este es el momento ideal para la enseñanza. El estudiante está motivado a buscar una nueva explicación, a acomodar su esquema inicial para incluir conceptos como la densidad y el desplazamiento. El aprendizaje basado en problemas (ABP) es una metodología que se fundamenta enteramente en este principio.
Críticas y extensiones modernas en psicología educativa
Aunque la teoría de Piaget sigue siendo fundamental, ha recibido críticas. Algunos psicólogos argumentan que subestimó la influencia del contexto social y cultural (una crítica central de Vygotsky) y que el desarrollo no es tan rígido ni universal como sus etapas sugieren.
Sin embargo, los conceptos de asimilación y acomodación han demostrado ser increíblemente robustos y siguen siendo una herramienta poderosa para los educadores. La neurociencia moderna, por ejemplo, ha encontrado correlatos biológicos para estos procesos. La asimilación puede verse como el fortalecimiento de las sinapsis existentes en el cerebro, mientras que la acomodación implicaría la creación de nuevas conexiones sinápticas, un proceso conocido como neuroplasticidad.

Aplicaciones prácticas en pedagogía, literatura y lectoescritura
Entender la asimilación y acomodación de Piaget nos permite ser docentes más intencionales. Podemos diseñar actividades que aprovechen estos mecanismos naturales de aprendizaje.
Estrategias para fomentar la asimilación en el aula
La asimilación es crucial para consolidar y generalizar el aprendizaje.
Activar conocimientos previos: Antes de introducir un nuevo tema, siempre comienza con una actividad que conecte con lo que los estudiantes ya saben. Si van a leer un texto sobre la selva amazónica, pregúntales qué saben sobre selvas o bosques. Esto les da un esquema al cual “asimilar” la nueva información.
Práctica y repetición variada: Una vez que se aprende una nueva habilidad (ej. una regla ortográfica), es importante ofrecer múltiples oportunidades para practicarla en diferentes contextos. Esto fortalece el esquema a través de la asimilación.
Uso de analogías y metáforas: Al explicar un concepto abstracto, como la electricidad, usar una analogía con algo familiar, como el flujo de agua en una tubería, permite a los estudiantes asimilar la nueva idea a un esquema existente.
Uso de la acomodación para ajustar esquemas en lectoescritura
La acomodación es necesaria para los saltos cualitativos en el aprendizaje.
Presentar “ejemplos problemáticos”: En gramática, una vez que los estudiantes han asimilado la regla de que los sustantivos que terminan en “-a” son femeninos, preséntales una excepción como “el problema” o “el mapa”. Este desequilibrio los obligará a acomodar su esquema, haciéndolo más preciso y complejo.
Enseñar a inferir: En comprensión lectora, en lugar de hacer solo preguntas literales (asimilación), plantea preguntas que requieran inferir el estado de ánimo de un personaje o el propósito del autor. Esto exige una reestructuración de la información (acomodación).
Escritura creativa con restricciones: Pide a los estudiantes que escriban una historia sin usar la letra “a”. Este desafío rompe sus esquemas automáticos de escritura y los obliga a buscar soluciones creativas, fomentando la flexibilidad cognitiva.
Adaptaciones en literatura infantil para promover la equilibración
La literatura es un gimnasio para la mente, un lugar seguro para experimentar desequilibrios y acomodar nuestros esquemas sobre el mundo.
Cuentos que desafían estereotipos: Lee historias donde el “lobo” no es el malo, o la “princesa” es la que rescata al príncipe. Estos textos generan un conflicto con los esquemas tradicionales de los cuentos de hadas y obligan a los niños a acomodar sus ideas sobre los roles y los personajes.
Discutir dilemas morales: Presenta cuentos de autores como el colombiano Jairo Aníbal Niño, que a menudo plantean situaciones sin una respuesta fácil. Preguntas como “¿Estuvo bien lo que hizo el personaje? ¿Qué hubieras hecho tú?” fomentan la reflexión y la reestructuración de los esquemas morales.
Comparar versiones de una misma historia: Leer diferentes versiones de “Caperucita Roja” de diversas culturas hispanoamericanas puede llevar a los estudiantes a acomodar su idea de que solo existe una versión “correcta” de una historia, desarrollando una comprensión más sofisticada de la narrativa y la cultura.
Beneficios, desafíos y evidencia en contextos educativos
Adoptar una pedagogía que conscientemente maneje los procesos de asimilación y acomodación tiene beneficios demostrables, aunque también presenta desafíos prácticos.
Beneficios en el razonamiento y la resolución de problemas
Un aula piagetiana que valora el desequilibrio y la construcción activa del conocimiento fomenta habilidades cruciales para el siglo XXI:
Pensamiento crítico: Los estudiantes aprenden a no aceptar la información pasivamente, sino a cuestionarla, a buscar evidencia y a reestructurar sus propias ideas.
Resolución de problemas: Se acostumbran a ver los problemas no como callejones sin salida, sino como oportunidades para probar sus esquemas y, si es necesario, modificarlos.
Resiliencia intelectual: Aprenden que la confusión y el error son parte natural del aprendizaje, lo que reduce la ansiedad y aumenta la perseverancia.
Desafíos en aulas con recursos limitados en Latinoamérica
Tiempo y ratios elevadas: Fomentar el desequilibrio y guiar la acomodación individual requiere tiempo y atención. En aulas con muchos estudiantes, puede ser difícil monitorear el proceso de cada uno.
Presión curricular: Los currículos extensos a menudo priorizan la cobertura de contenidos sobre la construcción profunda del conocimiento. Un docente puede sentir la presión de “avanzar” en lugar de detenerse a explorar un conflicto cognitivo.
Cultura de la “respuesta correcta”: Tanto estudiantes como a veces las familias están acostumbrados a un modelo educativo donde el docente da la información y el alumno la repite. Implementar un enfoque constructivista requiere un cambio de mentalidad en toda la comunidad educativa.
Casos reales y ejemplos en Hispanoamérica
Para ver cómo la asimilación y la acomodación operan en la práctica, imaginemos algunas escenas en aulas de la región.
Caso 1: Ciencias Naturales en una escuela rural de Colombia Un docente en una zona cafetera de Caldas está enseñando sobre los estados de la materia. Sus estudiantes han asimilado los conceptos de sólido, líquido y gaseoso con ejemplos comunes (hielo, agua, vapor). Para provocar un desequilibrio y forzar la acomodación, les presenta una vela. Les pregunta: “¿La cera de la vela es sólida o líquida?”. Los niños asimilan inicialmente la cera sólida. Luego, el docente enciende la vela. La cera se derrite. Se produce un conflicto. A través de la discusión guiada, los estudiantes deben acomodar sus esquemas para entender que un mismo material puede cambiar de estado con la temperatura, un concepto mucho más profundo que la simple clasificación.
Caso 2: Matemáticas en una primaria de Ecuador Una maestra en Quito enseña fracciones. Sus alumnos han asimilado que 1/2 es más grande que 1/4 usando el ejemplo de una pizza. Para desafiar este esquema, les pregunta: “¿Qué prefieren, 1/2 de un caramelo o 1/4 de un pastel?”. El desequilibrio es inmediato. Se dan cuenta de que el tamaño de la fracción depende del “todo” al que se refiere. Deben acomodar su esquema de “1/2 siempre es más grande” a uno más sofisticado que incluya la relatividad de la fracción, un paso crucial para una comprensión matemática real.
La asimilación y la acomodación de Piaget son mucho más que términos de psicología; son la descripción del ritmo fundamental del aprendizaje humano. Como un corazón que se expande y se contrae, la mente humana se expande para incorporar nuevas experiencias (asimilación) y se contrae para reorganizarse y volverse más fuerte y flexible (acomodación).
Para los docentes, comprender esta dinámica es transformador. Nos libera de la presión de ser meros transmisores de información y nos posiciona como lo que realmente somos: diseñadores de experiencias, provocadores de desequilibrios y guías en el proceso de construcción del conocimiento. Nos enseña a valorar las preguntas de los estudiantes tanto como sus respuestas, a ver sus errores no como fracasos, sino como la evidencia visible de que el aprendizaje está en marcha.
Al equilibrar las oportunidades para practicar lo conocido y los desafíos que invitan a repensar lo que se sabe, creamos aulas dinámicas donde los estudiantes no solo aprenden contenidos, sino que aprenden a aprender. El legado de Jean Piaget es esta poderosa idea: que cada niño, en cada rincón de Hispanoamérica, es el arquitecto de su propia inteligencia. Nuestra tarea es proporcionarles los mejores materiales y los andamios más sólidos para que construyan la estructura más sólida posible.
Glosario
Asimilación: El proceso cognitivo de integrar nueva información o experiencias en los esquemas mentales existentes, sin modificarlos.
Acomodación: El proceso de modificar los esquemas existentes o crear nuevos para poder incorporar información que no encaja en los anteriores.
Esquema: Una estructura mental o patrón de pensamiento que una persona utiliza para organizar el conocimiento y guiar su comportamiento.
Equilibración: El mecanismo que impulsa el aprendizaje, mediante el cual una persona busca un balance cognitivo entre la asimilación y la acomodación para resolver conflictos.
Conflicto Cognitivo (o Desequilibrio): Un estado de incomodidad mental que ocurre cuando una nueva experiencia contradice los esquemas existentes de una persona, motivándola a aprender.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
1. ¿Puede ocurrir la asimilación sin la acomodación? Sí, a corto plazo. Constantemente asimilamos nueva información a nuestros esquemas existentes (ej. vemos una nueva marca de coche y la clasificamos como “coche”). Sin embargo, un desarrollo saludable a largo plazo es imposible sin la acomodación. Sin ella, nuestro pensamiento se estancaría y no podríamos aprender nada verdaderamente nuevo.
2. ¿Qué proceso es más importante para el aprendizaje, la asimilación o la acomodación? Ambos son igualmente importantes y se necesitan mutuamente. La asimilación permite consolidar y hacer más eficiente nuestro conocimiento. La acomodación permite que nuestro conocimiento crezca y se vuelva más preciso. Son como los dos pedales de una bicicleta: se necesita el impulso de ambos para avanzar.
3. ¿Cómo sé si un estudiante está asimilando o acomodando? La asimilación suele ser un proceso más fluido y rápido; el estudiante aplica lo que sabe con confianza. La acomodación, en cambio, suele venir precedida de una pausa, una expresión de confusión, un error o una pregunta. Ese momento de “desequilibrio” es la señal de que la mente está trabajando para reorganizarse.
4. ¿Estos procesos solo ocurren en los niños? No. La asimilación y la acomodación son los mecanismos de aprendizaje que utilizamos durante toda nuestra vida. Un adulto que aprende a usar un nuevo software, que se muda a un país con una cultura diferente o que cambia de opinión sobre un tema político, está constantemente utilizando la asimilación y la acomodación para adaptar sus esquemas.
Bibliografía
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