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El Entremés y sus Características

El entremés es un género teatral breve y cómico que surgió en España en el siglo XVI. Este tipo de obra se caracteriza por su brevedad, su estructura sencilla y su humor satírico y grotesco. A menudo se representaba entre los actos de obras más largas y se utilizaba para entretener al público entre las diferentes partes del espectáculo.

En este artículo, exploraremos las características clave del entremés y su importancia dentro de la historia del teatro. Además, examinaremos algunos ejemplos destacados de entremeses y su legado en la cultura teatral actual.

Si te interesa el teatro y la literatura cómica, sigue leyendo para descubrir todo lo que necesitas saber sobre el entremés.

Contenidos

¿Qué es un entremés?

Durante el Siglo de Oro español, específicamente a fines del siglo XVI y durante los siglos XVII y XVIII, se representaba una pieza dramática jocosa y de un solo acto, conocida como entremés. Este tipo de obra era protagonizada por personajes de clases populares y se presentaba entre la primera y segunda jornada de una obra mayor. Sin embargo, en 1780 se prohibió su representación y posteriormente se le llamó sainete. A diferencia de España, en el resto de Europa se le conoce como farsa, pero en España este término se utilizaba para cualquier tipo de representación teatral.

En un principio, el entremés se utilizaba como un interludio cómico que se presentaba durante la obra principal. Este formato literario se veía en algunas obras de Gil Vicente o Garci Sánchez de Badajoz, junto con los pasos de Lope de Rueda, considerados los antecedentes del entremés. Sin embargo, Sebastián de Horozco escribió el primer entremés exento, que se diferenciaba de los anteriores, para ser representado en un convento de monjas en el día de San Juan Evangelista. Esta obra presentaba personajes populares, como un fraile rezador y visitador de burdeles, un pregonero, un buñolero y un villano bobo y procaz, que intercambiaban insultos, golpes y manteos en una manifestación clara del carácter carnavalesco del género.

El entremés se definió con mayor claridad con los Pasos de Lope de Rueda en el siglo XVI. En sus inicios, se escribía tanto en prosa como en verso. La palabra “entremés” fue mencionada por Juan de Timoneda en su obra más conocida, La Turiana, que contenía diversas comedias y farsas con muchos entremeses y pasos apacibles (1565). De este modo, se puede ver que la denominación de “paso” era sinónima de “entremés”, aunque esta última tenía una connotación más gastronómica. Timoneda también mencionó el entremés en El deleitoso (1567), donde afirmó que en ese lugar se encontrarían “pasos y entremeses muy facetos” para disfrutar.

Agustín de Rojas Villandrando, en su obra en su obra El viaje entretenido (1603), escribió:

Y entre los pasos de veras

mezclados otros de risa

que, porque iban entre medias

Durante el siglo XVII, Luis Quiñones de Benavente (1600-1650) dio forma definitiva al género, el cual se escribía en versos y a veces incluía números musicales que más tarde darían lugar a la tonadilla. Incluso se creó un subgénero llamado entremés cantado. Por su parte, Lope de Vega le devolvió su función de alivio cómico protagonizado por personajes populares, ya que como él decía, “entremés de reyes no se ha visto”. En su obra “Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo” (1609), Lope lo consideraba el arquetipo de la comedia antigua que él había venido a renovar con su comedia nueva.

En el siglo XVII, un entremés se vendía por tres veces el precio de una loa, y tenía una importancia crucial en un programa teatral. Una comedia buena con un mal entremés fracasaba sin remedio, mientras que una comedia mala con un buen entremés podía mantenerse en cartel y tener éxito (los éxitos teatrales del Siglo de Oro generalmente no duraban más de una semana). Había actores especializados en este género, como Cosme Pérez, también conocido como Juan Rana, quien era una verdadera celebridad en su época y para quien los ingenios cortesanos escribieron con gusto no menos de cincuenta piezas.

Forma parte del género dramático dentro de la clasificación de los géneros literarios

Historia del entremés

Los entremeses evolucionaron a través de cinco etapas a lo largo de su historia:

  1. Nacimiento, formación y consolidación definitiva: En esta etapa, autores primitivos como Lope de Rueda y Juan de Timoneda establecieron las bases del género. El objetivo principal era entretener, aunque algunas obras también exploraban temas sociales. Dramaturgos como Lope de Rueda, Cervantes y Calderón de la Barca fueron representativos de esta época.

  2. Época de esplendor, desde la segunda mitad del siglo XVI hasta mediados del siglo XVII: Durante esta etapa, autores originales como Miguel de Cervantes, Luis Quiñones de Benavente y Francisco de Quevedo escribieron obras que dieron brillo al género. Les siguieron otros escritores destacados, como Alonso de Castillo Solórzano, Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo, Antonio Hurtado de Mendoza, Luis Vélez de Guevara y muchos más.

  3. Época de gran popularidad y producción prolífica de los entremeses: Aunque en esta etapa se produjeron muchas obras interesantes, también hubo una repetición de algunos esquemas, temas y modelos, lo que contribuyó al comienzo de la decadencia del género a finales del siglo XVII. En este momento, se introdujeron elementos paródicos de la Comedia burlesca y algunos entremeses fueron destinados a Palacio. Autores importantes de esta etapa incluyen Jerónimo de Cáncer y Agustín Moreto.

  4. Fase de decadencia: En esta etapa, que abarcó fines del siglo XVII y el siglo XVIII, el género comenzó a desaparecer de la escena. Los teóricos de la Ilustración lo prohibieron por su vulgaridad y falta de idealismo estético neoclásico. Autores como Francisco de Castro, Antonio de Zamora, Manuel de León Marchante y Juan de la Hoz y Mota aún produjeron obras interesantes, pero el sainete lo reemplazó. El sainete era una pieza de carácter más extenso, con un argumento más desarrollado y menos lírico que el entremés. En este nuevo género destacaron figuras como el petimetre afrancesado, el castizo majo y el abate presuntuoso, siendo Juan Ignacio González del Castillo y Ramón de la Cruz importantes escritores del sainete.

  5. Recuperación y reivindicación: En los siglos XIX y XX, hubo autores que recuperaron y reivindicaron la tradición del entremés, siendo los autores del teatro por horas los primeros en hacerlo. Algunos de estos autores fueron Valle-Inclán, los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, y Carlos Arniches antes de la Guerra Civil, y Max Aub y Lauro Olmo después de ella. El entremés formaba parte del teatro menor junto con otros géneros como la loa, la mojiganga, el fin de fiesta, la jácara, el baile entremesado, etcétera.

    Los personajes tenían un carácter popular y la temática derivaba frecuentemente hacia el costumbrismo y la sátira. En el entremés, se representaban tipos sociales populares o representativos de distintos oficios, reflejando de forma realista algunos temas que no podían aparecer en la pieza mayor. Sin embargo, esto también supuso las primeras críticas de los clérigos regulares y seculares, que consideraban los espectáculos inmorales o incentivadores del pecado.

    En cuanto al lenguaje, el entremés era más directo y fresco que la comedia, prescindiendo de los alambicamientos retóricos y metafóricos de esta. Además, recogía todo tipo de tecnicismos relacionados con los oficios populares y el costumbrismo, el vocabulario de la vida cotidiana del país. El padre Martín Sarmiento, erudito del siglo XVIII, afirmó en su Declamación contra los abusos de la lengua castellana que nunca supo lo que era la lengua castellana hasta que leyó entremeses.

entremeses

¿Qué temas abordaban los entremeses?

Los entremeses abordaban una amplia variedad de temas, pero generalmente se centraban en la vida cotidiana y las costumbres de la sociedad española de la época. Algunos de los temas más comunes eran los problemas de la vida conyugal, las trampas y engaños, las rivalidades entre vecinos, la codicia y el engaño, la vanidad, la gula y el orgullo, entre otros. Además, también podían satirizar la corrupción y la hipocresía en la Iglesia y la nobleza. Los entremeses solían presentar situaciones cómicas y exageradas, a menudo con personajes populares y estereotipados como criados, aldeanos, comerciantes y amantes. También podían incluir elementos musicales y de danza, y algunos entremeses se centraban en los números cantados.    

PERSONAJES HABITUALES
“El bobo”, era malicioso aunque suele ser, víctima de los engaños ajenos, y que en el entremés ejerce muchas veces el papel del alcalde del pueblo o criado.
“Los alguaciles”, caricaturizados por sus sordos oídos y ciegos ojos ante la gente del hampa que los soborna.
“Los alcaldes rurales”, caracterizados por su palurdez y, muchas veces, identificados con el bobo.
“El médico”, figura muy atacada a causa de sus pobres medios de curación.
Los pajes”, provocan la risa con su hambre y glotonería sempiterna, y con sus embustes y burlas.
“Los estudiantes”, siempre se hallan envueltos en aventuras de amor, riñas nocturnas, duelos, disputas con compañeros y bromas estudiantiles.
“El poeta”, es caracterizado por su manía de reducirlo todo a verso.
“El marido”, ofrecía amplio campo al entremés en sus facetas de cornudo, cartujo, burlado, celoso o embebido en las manías de su mujer.

¿Quiénes escribían entremeses?

Los entremeses eran escritos por dramaturgos y poetas del siglo XVI y XVII, especialmente durante el periodo conocido como el Siglo de Oro español.

Algunos de los autores más destacados de entremeses incluyen a:

 Lope de Rueda, Miguel de Cervantes, Francisco de Quevedo, Luis Quiñones de Benavente, Alonso de Castillo Solórzano, Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo, Antonio Hurtado de Mendoza, Luis Vélez de Guevara, Jerónimo de Cáncer, Agustín Moreto, Francisco de Castro, Antonio de Zamora, Manuel de León Marchante, Juan de la Hoz y Mota, Juan Ignacio González del Castillo y Ramón de la Cruz.

Ejemplos

  • “El juez de los divorcios” de Miguel de Cervantes: Esta obra presenta una visión humorística de los matrimonios y el divorcio, mostrando cómo un juez cínico y deshonesto decide separar parejas por cualquier motivo.

 

  • “El retablo de las maravillas” de Miguel de Cervantes: En este entremés, se retrata una España del siglo XVI plagada de corrupción, racismo y engaños, en la que dos estafadores hacen creer a los habitantes de un pueblo que son nobles de sangre pura.

 

  • “La guarda cuidadosa” de Lope de Vega: Esta obra muestra a una pareja de enamorados que se encuentran en un jardín, pero son interrumpidos constantemente por el vigilante que intenta atraparlos.

 

  • “El vergonzoso en palacio” de Tirso de Molina: En esta comedia breve, un campesino que ha sido invitado a la corte se siente abrumado por la elegancia y el protocolo del lugar, lo que lleva a situaciones cómicas y embarazosas.

 

  • “El desdichado en fingir” de Francisco de Quevedo: En este entremés, un hombre que ha sido engañado y traicionado por su amada decide hacerse pasar por un ladrón para vengarse de ella, pero todo se complica cuando se encuentra con su rival en el amor.

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1 comentario en “El Entremés y sus Características”

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