Ciudadanía y valores en la NEM (Nueva Escuela Mexicana): cómo se enseñan desde todas las asignaturas

En un mundo cada vez más complejo e interconectado, la escuela ya no puede ser solo un lugar donde se transmiten datos y fechas. Se ha convertido en el principal espacio para aprender a convivir, a respetar las diferencias y a construir un futuro más justo para todos. La ciudadanía y valores en la NEM (Nueva Escuela Mexicana) no son un complemento, sino el eje central de una propuesta educativa que busca transformar la sociedad desde sus cimientos. Este artículo está pensado para ti, docente, que buscas entender cómo este enfoque transversal se materializa en el día a día y cómo puedes ser un agente de cambio desde tu propia asignatura.

La NEM representa un cambio de paradigma. Abandona la idea de que la formación ética es responsabilidad de una única materia para proponer que la ciudadanía se vive, se practica y se respira en cada rincón de la escuela. Desde la resolución de un problema matemático en equipo hasta el análisis de un personaje literario, cada actividad es una oportunidad para sembrar valores. El objetivo de este texto es ofrecerte una guía clara y profunda para que puedas integrar esta visión en tu planificación didáctica y en tu práctica cotidiana, sin importar si enseñas español, ciencias o educación física.

Qué vas a encontrar en este artículo

¿Qué significa "formación ciudadana" en el marco de la NEM?

En el contexto de la Nueva Escuela Mexicana, la formación ciudadana trasciende la memorización de leyes o la descripción de las instituciones de gobierno. Se concibe como una experiencia viva y constante que busca desarrollar sujetos con una identidad clara, pero también con una profunda conciencia de su rol en la comunidad. No se trata de formar “buenos ciudadanos” que obedecen sin cuestionar, sino de formar estudiantes críticos y participativos que entienden sus derechos, asumen sus responsabilidades y son capaces de dialogar para transformar su realidad.

Esta visión se aleja de las corrientes pedagógicas más tradicionales para abrazar un enfoque humanista. La ciudadanía en la NEM es la capacidad de:

  • Pensar críticamente: Analizar la información, cuestionar la injusticia y proponer soluciones a problemas locales y globales.
  • Participar activamente: Involucrarse en las decisiones que afectan a la comunidad escolar y, por extensión, a la sociedad. Esto va desde proponer normas de convivencia en el aula hasta organizar proyectos con impacto social.
  • Actuar con solidaridad: Reconocer al otro como un igual, desarrollar empatía y colaborar para el bien común.

Esta concepción de la ciudadanía está directamente articulada con los principios de la Nueva Escuela Mexicana, que actúan como su brújula moral. No se puede entender la formación ciudadana sin la equidad, la inclusión, la interculturalidad crítica y el respeto por la dignidad humana. Cada uno de estos principios alimenta la práctica ciudadana y le da un sentido profundo y transformador.

formación cívica en la Nueva Escuela Mexicana

Los valores que promueve la Nueva Escuela Mexicana

La NEM no impone una lista de valores rígidos, sino que promueve un marco ético que permite a los estudiantes construir su propio juicio moral. Estos valores se derivan de los derechos humanos y de la necesidad de construir una sociedad más democrática y sostenible. Son el “qué” de la formación ética.

  • Respeto a la diversidad cultural y lingüística: Implica reconocer que México es un mosaico de culturas y que cada una de ellas enriquece a la nación. En el aula, esto se traduce en valorar las lenguas originarias, las tradiciones y las cosmovisiones de todos los estudiantes, fomentando una verdadera atención a la diversidad cultural.
  • Igualdad de género: Va más allá de la igualdad de oportunidades. Busca deconstruir estereotipos, visibilizar el papel de las mujeres en la historia y la ciencia, y promover relaciones basadas en el respeto mutuo y la corresponsabilidad.
  • Justicia social y cultura de paz: Educar para la justicia social es enseñar a los alumnos a identificar las desigualdades y a comprometerse con su superación. Se fomenta la resolución pacífica de conflictos entre alumnos a través del diálogo, la mediación y la empatía, en lugar de la imposición o el castigo.
  • Responsabilidad ecológica y sostenibilidad: La formación ciudadana hoy es inseparable de la conciencia ambiental. Se promueve el entendimiento de que somos parte de un ecosistema y que nuestras acciones tienen consecuencias. El consumo responsable y el cuidado de los recursos naturales son prácticas ciudadanas fundamentales.
  • Solidaridad y trabajo colaborativo: Frente al individualismo, la NEM apuesta por el poder del grupo. El aprendizaje cooperativo no es solo una metodología; es una forma de enseñar que el éxito colectivo es más valioso que el triunfo individual.
  • Honestidad, empatía y diálogo: Son las herramientas básicas para construir cualquier comunidad sana. Se fomenta la honestidad como un acto de valentía, la empatía como la capacidad de ponerse en el lugar del otro y el diálogo como el único camino para construir acuerdos y resolver diferencias.

Enfoque transversal: cómo se enseñan los valores en todas las asignaturas

Aquí es donde la propuesta de la NEM se vuelve más potente y, a la vez, más desafiante para los docentes. La transversalidad significa que la formación ética no se delega, sino que se asume colectivamente. Cada asignatura ofrece un terreno fértil para cultivar estos valores. No se trata de añadir contenidos, sino de cambiar la mirada sobre los que ya existen.

Veamos algunos ejemplos concretos:

  • En Lengua y Literatura:
    • Al analizar un cuento, en lugar de preguntar solo por los personajes y la trama, podemos preguntar: “¿Qué sintió el personaje en esa situación? ¿Qué hubieras hecho tú? ¿La decisión del protagonista fue justa?”. Esto desarrolla la empatía y el juicio ético.
    • Al escribir cuentos o ensayos, se pueden proponer temas que inviten a reflexionar sobre la justicia, la libertad o la diversidad, utilizando diversas estrategias de comprensión lectora para analizar textos desde una perspectiva crítica.
  • En Historia y Ciencias Sociales:
    • En lugar de memorizar fechas de batallas, se puede analizar el impacto de las guerras en la población civil para fomentar una cultura de paz.
    • Organizar debates sobre temas actuales como la migración, los derechos humanos o la crisis climática, enseñando a los alumnos a argumentar con respeto y a escuchar puntos de vista diferentes.
  • En Matemáticas:
    • Al plantear problemas, se pueden usar contextos relacionados con la justicia social o la ecología. Por ejemplo, calcular la distribución de recursos en una comunidad o el impacto de la huella de carbono.
    • Fomentar el trabajo en equipos donde los roles son equitativos y todos contribuyen a la solución, demostrando que la colaboración supera a la competencia. Es una excelente oportunidad para evaluar trabajos en grupo no solo por el resultado, sino por el proceso colaborativo.
  • En Ciencias Naturales:
    • Los proyectos sobre el ecosistema local, la gestión de residuos en la escuela o las fuentes de energía renovable son formas directas de enseñar responsabilidad ecológica.
    • Al estudiar el cuerpo humano, se puede abordar el respeto por el propio cuerpo y el de los demás, la importancia del consentimiento y la deconstrucción de estereotipos de belleza.
  • En Educación Física:
    • El deporte es un laboratorio de valores. El juego limpio, el respeto por las reglas y por el adversario, la gestión de la frustración tras una derrota y la alegría compartida en la victoria son lecciones de ciudadanía invaluables. Fomenta el manejo de emociones en contextos escolares.
  • En Artes:
    • El arte permite expresar emociones, construir la identidad cultural y explorar diferentes formas de ver el mundo. Analizar obras de arte de diversas culturas fomenta el respeto por la diversidad.
    • Los proyectos artísticos colectivos, como un mural o una obra de teatro, enseñan solidaridad, negociación y la importancia de la contribución de cada individuo al resultado final.
Ciudadanía y valores en la NEM

Estrategias prácticas para docentes: enseñar valores desde cualquier asignatura

Saber cómo aplicar la Nueva Escuela Mexicana en el aula en su dimensión ética puede parecer abrumador, pero se puede empezar con pequeñas acciones que, sostenidas en el tiempo, generan un gran impacto.

  1. Integrar preguntas éticas en tus actividades: No necesitas cambiar toda tu clase. Simplemente, añade una o dos preguntas de reflexión al final de una actividad. “¿Fue ético lo que hizo este personaje histórico?”, “¿Cómo podemos usar este conocimiento científico para ayudar a nuestra comunidad?”, “¿Este problema matemático refleja una situación justa?”.
  2. Diseñar proyectos interdisciplinarios con enfoque social o ecológico: El aprendizaje basado en proyectos (ABP) es una de las metodologías activas más potentes para la formación ciudadana. Un proyecto sobre la escasez de agua en la comunidad, por ejemplo, puede integrar matemáticas (matemáticas, ciencias sociales e investigación, mientras que las acciones que propongan para su comunidad (como campañas de concienciación o instalación de sistemas de captación de agua) son una lección práctica de ciudadanía activa. El Aprendizaje Servicio es una variante excelente para este propósito.
  3. Elaborar “contratos de convivencia” en grupo: En lugar de imponer las reglas, constrúyelas con tus estudiantes al inicio del ciclo escolar. Este proceso de diálogo, negociación y acuerdo es una simulación de la vida democrática. Este ejercicio práctico va más allá de un simple reglamento y se convierte en un verdadero contrato didáctico que empodera a los alumnos y los hace corresponsables del clima escolar.
    4. Usar la evaluación formativa de actitudes y participación: Presta atención y valora no solo las respuestas correctas, sino también las actitudes de colaboración, el respeto en los debates, la capacidad de escuchar y la iniciativa. Una retroalimentación efectiva que reconozca estos aspectos es más poderosa que cualquier calificación. Este enfoque es un pilar de la pedagogía moderna, que valora el proceso tanto como el resultado.

La escuela como espacio cívico: más allá del aula

La formación ciudadana no puede quedar encerrada en cuatro paredes. La escuela como institución social tiene la responsabilidad de ser, en sí misma, un ejemplo de comunidad democrática. La cultura escolar es el currículum más poderoso, ya que los estudiantes aprenden de lo que ven y viven cada día.

  • Democracia en la toma de decisiones: Fomentar la creación de consejos estudiantiles que tengan voz y voto real en asuntos escolares es fundamental. Las asambleas de aula o de grado para discutir problemas comunes y proponer soluciones enseñan a los alumnos que su opinión cuenta y que la participación tiene consecuencias positivas. Además, una fuerte participación familiar en los órganos de decisión de la escuela enriquece la perspectiva y fortalece la comunidad.
  • Proyectos de participación estudiantil: Impulsar iniciativas que trasciendan el aula, como la creación de una huerta escolar, brigadas de reciclaje, campañas de prevención del bullying o actividades de servicio a la comunidad, permite a los estudiantes experimentar el impacto de su acción colectiva.
  • Resolución pacífica de conflictos: Implementar programas de mediación escolar donde los propios alumnos, con la debida capacitación, ayuden a sus compañeros a resolver disputas es una estrategia de alto impacto. Esto enseña que el conflicto es natural en la convivencia, pero que la violencia no es la respuesta. Se trata de aplicar los principios de la disciplina positiva, centrada en soluciones y respeto mutuo.
  • Una cultura escolar basada en el respeto y la inclusión: Esto se manifiesta en los detalles: en cómo se da la bienvenida a los estudiantes nuevos, en cómo se celebra la diversidad, en el lenguaje que se utiliza en los pasillos y en la implementación de una verdadera educación inclusiva que garantice que cada estudiante se sienta seguro, valorado y parte de la comunidad.

Formación docente y ciudadanía: el rol del maestro como modelo ético

En este nuevo paradigma, el rol del docente se redefine profundamente. Ya no eres solo un experto en tu materia; eres un arquitecto de la convivencia, un modelo ético y un agente de cambio social. El acto de ser docente implica una responsabilidad que va más allá de la transmisión de información.

La coherencia es la palabra clave. No podemos enseñar diálogo si gritamos en el aula. No podemos promover la equidad si tenemos favoritismos. No podemos hablar de pensamiento crítico si castigamos las preguntas incómodas. Los estudiantes aprenden más del currículum oculto —aquello que enseñamos con nuestras actitudes y acciones— que del currículum explícito. El rol del docente como modelo emocional es insustituible.

Esto exige el desarrollo de nuevas competencias docentes, que incluyen la escucha activa, la mediación, la empatía y la capacidad de gestionar las propias emociones. La autoridad pedagógica ya no se basa en el poder, sino en el respeto que se gana a través del ejemplo, la justicia y la construcción de un vínculo pedagógico sólido y de confianza con cada estudiante. Los saberes docentes se expanden para incluir una profunda comprensión de la dimensión ética de la educación.

Evaluar ciudadanía y valores: ¿es posible?

La respuesta es un rotundo sí, pero requiere un cambio radical en nuestras herramientas y concepciones sobre la evaluación. La formación ciudadana no se puede medir con un examen de opción múltiple. La evaluación debe ser cualitativa, continua y, sobre todo, formativa. Su objetivo no es calificar, sino comprender el progreso del estudiante y ofrecerle retroalimentación para seguir creciendo.

La evaluación formativa en la NEM es la clave. Se enfoca en el proceso y utiliza una variedad de instrumentos de evaluación que permiten observar la ética en acción.

  • Observación sistemática: Utilizar listas de cotejo o registros anecdóticos para documentar cómo los estudiantes colaboran, resuelven conflictos, muestran empatía o participan en debates.
  • Rúbricas actitudinales: Las rúbricas son herramientas excelentes porque describen con claridad los comportamientos esperados en diferentes niveles de desarrollo (por ejemplo, desde una participación pasiva hasta un liderazgo colaborativo). Esto hace la evaluación más transparente y justa.
  • Autoevaluación y coevaluación: Invitar a los estudiantes a reflexionar sobre su propio comportamiento y el de sus compañeros fomenta la metacognición y la responsabilidad. La autoevaluación y coevaluación son prácticas democráticas en sí mismas.
  • Portafolios y proyectos: La evaluación auténtica a través de portafolios y proyectos permite recopilar evidencias del compromiso cívico de un estudiante a lo largo del tiempo: un ensayo reflexivo, un video sobre un problema comunitario, el plan de una campaña escolar, etc.

Este enfoque se aleja de la lógica del NEM vs Competencias en el sentido tradicional, pues no busca medir una habilidad aislada, sino comprender el desarrollo integral de una persona ética y comprometida.

Articulación con otros enfoques clave de la NEM

La formación en ciudadanía y valores en la Nueva Escuela Mexicana no es un pilar aislado, sino que se nutre y fortalece con otros enfoques centrales del modelo.

  • Educación socioemocional: Es imposible ser un ciudadano empático y solidario sin inteligencia emocional. La educación emocional proporciona las herramientas internas (autoconocimiento, autorregulación, empatía) que son la base para la acción cívica.
  • Interculturalidad crítica: Formar para la ciudadanía en un país diverso como México exige una interculturalidad que no se quede en el folclore. Se trata de cuestionar las relaciones de poder, valorar los saberes de los pueblos originarios y construir una verdadera equidad educativa.
  • Aprendizaje situado y por descubrimiento: La ciudadanía se aprende en la práctica. Metodologías como el aprendizaje por descubrimiento y los proyectos con impacto social conectan el aprendizaje con la realidad de los estudiantes, demostrándoles que lo que aprenden en la escuela sirve para transformar su mundo.
  • Inclusión y Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA): Una comunidad democrática es aquella en la que todos tienen un lugar. Aplicar los principios del Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) es una acción de justicia curricular. Al eliminar las barreras para el aprendizaje, garantizamos que todos los estudiantes, sin importar sus capacidades o condiciones, puedan participar plenamente en la vida cívica de la escuela.

La formación en ciudadanía y valores en la Nueva Escuela Mexicana no es una moda pedagógica ni un requisito burocrático. Es el corazón de su propuesta, la respuesta a un mundo que necesita urgentemente personas capaces de dialogar, de colaborar y de comprometerse con la justicia y la sostenibilidad.

Integrar este enfoque transversalmente no es una tarea sencilla. Requiere reflexión, creatividad y, sobre todo, coherencia. Pero cada pequeño paso cuenta. Cada pregunta ética que introduces en tu clase, cada proyecto colaborativo que impulsas, cada conflicto que ayudas a resolver con diálogo, está sembrando las semillas de una sociedad más humana.

Como docente, tienes un poder inmenso. Eres un referente ético y un constructor de futuros posibles. Al abrazar la formación ciudadana como una tarea de todos y de todos los días, no solo estás cumpliendo con un plan de estudios; estás ayudando a construir una escuela que sea, de verdad, un espacio para aprender a vivir juntos.

Glosario

Aprendizaje Servicio (ApS): Una propuesta pedagógica que combina el aprendizaje de contenidos curriculares con la realización de un servicio a la comunidad. Los estudiantes aplican lo que aprenden para atender una necesidad real de su entorno, fortaleciendo tanto su conocimiento académico como su compromiso cívico.

Aprendizaje Situado: Un enfoque educativo que postula que el aprendizaje es más efectivo cuando ocurre en contextos realistas y relevantes para el estudiante. En lugar de aprender conceptos abstractos, los alumnos los aplican y exploran en situaciones de la vida real, a menudo dentro de su propia comunidad.

Cultura Escolar: El conjunto de creencias, valores, normas, tradiciones y relaciones que caracterizan la vida de una escuela. Es el “ambiente” o la “personalidad” de la institución y tiene un impacto profundo en el aprendizaje y el bienestar de los estudiantes.

Currículum Oculto: Se refiere a todo lo que se enseña y aprende en la escuela de manera no explícita. Incluye las lecciones sobre valores, actitudes y normas sociales que los estudiantes adquieren a través de las interacciones diarias, las rutinas escolares y las actitudes de los docentes.

Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA): Un marco para el diseño curricular que busca ofrecer a todos los individuos igualdad de oportunidades para aprender. Se basa en proporcionar múltiples formas de presentación de la información, múltiples formas de acción y expresión por parte de los estudiantes, y múltiples formas de implicación y motivación.

Enfoque Transversal: La estrategia de integrar un tema o conjunto de valores (como la ciudadanía, la igualdad de género o la sostenibilidad) a través de todas las asignaturas y actividades del currículo, en lugar de tratarlo como una materia aislada.

Evaluación Formativa: Un proceso de evaluación continuo que se realiza durante el proceso de enseñanza-aprendizaje. Su objetivo principal no es calificar, sino recoger información para dar retroalimentación a los estudiantes y ajustar las estrategias de enseñanza para mejorar el aprendizaje.

Formación Ciudadana (en la NEM): Más allá del conocimiento cívico, es el proceso de desarrollar en los estudiantes las capacidades para ser sujetos críticos, participativos, solidarios y responsables, capaces de actuar para transformar su realidad y construir una sociedad más justa.

Interculturalidad Crítica: Un enfoque que no solo reconoce y respeta la diversidad cultural, sino que también cuestiona las relaciones de poder y desigualdad entre culturas. Promueve un diálogo horizontal y busca construir relaciones más equitativas entre los diferentes grupos culturales de la sociedad.

Nueva Escuela Mexicana (NEM): El actual modelo educativo en México, que busca una formación humanista e integral. Pone en el centro a la comunidad y promueve un aprendizaje basado en la equidad, la inclusión, la excelencia y la interculturalidad, con un fuerte énfasis en la formación ética y ciudadana.

Preguntas Frecuentes (FAQ)

1. ¿La formación en valores que propone la NEM no es una forma de adoctrinamiento?
No. Adoctrinar es imponer una única forma de pensar. El enfoque de la NEM busca lo contrario: desarrollar el pensamiento crítico y el juicio ético para que los estudiantes puedan tomar sus propias decisiones de manera informada y razonada, basándose en principios universales como los derechos humanos, la justicia y el respeto.

2. Soy docente de una asignatura como matemáticas o biología, ¿cómo puedo empezar a integrar estos temas si tengo poco tiempo y mucho contenido que cubrir?
Empieza con pequeños cambios. No necesitas rediseñar todo tu curso. Puedes:

  • Integrar una “pregunta ética de la semana” relacionada con tu materia.
  • Usar contextos sociales o ambientales en los problemas o ejemplos que planteas.
  • Dedicar 5 minutos al final de un trabajo en equipo para una rápida coevaluación sobre cómo funcionó la colaboración.
    La transversalidad no es añadir más trabajo, sino enseñar el mismo contenido con una perspectiva diferente.

3. ¿Qué hago si algunos padres de familia no están de acuerdo con los valores que promueve la escuela?
Es fundamental abrir canales de diálogo. Organiza reuniones para explicar el porqué de este enfoque, basándote en que son valores cívicos y éticos universales, no religiosos ni partidistas. Muestra cómo esta formación ayuda a sus hijos a ser personas más completas y preparadas para el mundo. Involucrarlos en la construcción de las normas de convivencia y en proyectos escolares puede ayudar a construir confianza y a alinear visiones.

4. ¿Cuál es la diferencia entre la asignatura de Formación Cívica y Ética y este enfoque transversal de valores?
La asignatura de Formación Cívica y Ética es un espacio curricular específico y estructurado para abordar estos temas de manera profunda. El enfoque transversal es el principio de que esa formación no es exclusiva de esa materia. Significa que los valores como el respeto, la colaboración y la justicia deben promoverse, practicarse y vivirse en todo el currículum escolar y en toda la vida de la escuela, desde el patio hasta la clase de ciencias.

5. ¿Este enfoque en valores y ciudadanía significa que los contenidos académicos tradicionales pierden importancia?
En absoluto. No se trata de elegir entre conocimientos académicos y formación en valores. El enfoque de la NEM sostiene que ambos se enriquecen mutuamente. Un estudiante que aprende a pensar críticamente no solo será un mejor ciudadano, sino también un mejor científico o historiador. Un alumno que sabe colaborar aprenderá de forma más profunda. La formación ética da un propósito y un sentido humano al conocimiento académico.

Bibliografía

  • Secretaría de Educación Pública (SEP). (2022). Marco curricular y Plan de estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana.
  • Secretaría de Educación Pública (SEP). (2022). Avance del contenido de los Programas sintéticos de las Fases 1 a 6.
  • Savater, F. (2012). *Ética para Amador. Ariel.
  • Delors, J. (Coord.). (1996). La educación encierra un tesoro. UNESCO.
  • Freire, P. (2005). Pedagogía del oprimido. Siglo XXI Editores.
  • Giroux, H. A. (2003). La escuela y la lucha por la ciudadanía. Siglo XXI Editores.
  • Schmelkes, S. (2013). La educación intercultural: un campo en proceso de consolidación. Revista Mexicana de Investigación Educativa, 18(58), 9-13.
  • Tedesco, J. C. (2012). Educación y justicia social en América Latina. Fondo de Cultura Económica.
  • Bolívar, A. (2007). Educación para la ciudadanía. Algo más que una asignatura. Graó.
  • Goleman, D. (2012). Inteligencia emocional. Kairós.
  • Morin, E. (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. UNESCO.
  • Díaz Barriga, Á. (2013). Guía para la elaboración de una secuencia didáctica. UNAM.
  • Anijovich, R. & Mora, S. (2009). Estrategias de enseñanza: otra mirada al quehacer en el aula. Aique Grupo Editor.
  • Perrenoud, P. (2004). Diez nuevas competencias para enseñar. Graó.
  • Carbonell, J. (2015). Pedagogías del siglo XXI: Alternativas para la innovación educativa. Octaedro.

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.