Imaginen una pequeña escuela enclavada en la sierra, a varias horas del pueblo más cercano. En su único salón, una maestra trabaja con un niño de seis años que está aprendiendo a leer, mientras a unos metros un grupo de niñas de diez años resuelve un problema matemático y otros dos adolescentes investigan sobre la historia de su comunidad. Esta escena, lejos de ser una excepción, es la realidad cotidiana de las escuelas multigrado en México, una modalidad educativa fundamental que garantiza el derecho a la educación en los rincones más aislados del país. Aunque a menudo invisibilizadas, estas instituciones representan una pieza clave en el sistema educativo nacional, atendiendo a millones de estudiantes y enfrentando desafíos únicos que demandan estrategias pedagógicas innovadoras y un compromiso docente extraordinario.
En este artículo, exploraremos a fondo qué son las escuelas multigrado, cuál es su importancia en el contexto mexicano, cómo se organiza la enseñanza en un aula donde conviven distintas edades y niveles, y cuáles son los retos y las estrategias que permiten ofrecer una educación de calidad en estas comunidades.
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Definición y características de las escuelas multigrado
El término “multigrado” hace referencia a una organización escolar en la que un solo docente atiende a estudiantes de diferentes grados académicos dentro de una misma aula y, a menudo, de forma simultánea. A diferencia de las escuelas de “organización completa”, donde cada grupo tiene su propio maestro y salón, las escuelas multigrado agrupan a los alumnos para optimizar los recursos humanos en contextos de baja densidad poblacional.
Esta modalidad no es homogénea y se presenta en distintas formas, principalmente:
- Escuela unidocente: Es la expresión más conocida del modelo. Un solo maestro o maestra es responsable de todos los grados de la educación primaria (de primero a sexto). Además de las tareas pedagógicas, asume la dirección, la administración y la vinculación con la comunidad.
- Escuela bidocente: Dos docentes se reparten los seis grados. La agrupación más común es que uno atienda el primer ciclo (1.º y 2.º grado) y el segundo (3.º y 4.º), y el otro se encargue del tercer ciclo (5.º y 6.º), aunque la organización puede variar.
- Escuela tridocente: Tres maestros atienden a los seis grados, agrupando generalmente a los alumnos por ciclos (dos grados por docente).
- Telesecundarias multigrado: Este modelo se extiende también a la educación secundaria en zonas rurales, donde un docente imparte todas las asignaturas a estudiantes de los tres grados, apoyándose en materiales audiovisuales y guías de aprendizaje.
La característica fundamental que las define es la heterogeneidad del alumnado en un mismo espacio de aprendizaje. Esta diversidad de edades, ritmos y conocimientos previos, lejos de ser un obstáculo, se convierte en el eje central de la pedagogía multigrado, fomentando la colaboración y el aprendizaje entre pares.

Contexto de las escuelas multigrado en México
Las escuelas multigrado no son un fenómeno marginal en México; constituyen una parte sustancial y necesaria del sistema educativo. Según datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y de organismos como el extinto Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), esta modalidad representa un porcentaje significativo del total de escuelas primarias del país.
- Presencia nacional: Se estima que cerca del 40% de las escuelas primarias públicas en México son multigrado. Esto significa que decenas de miles de centros educativos operan bajo este modelo.
- Población estudiantil: Más de un millón de niños y niñas de primaria estudian en escuelas multigrado. Aunque el número de alumnos por escuela es bajo, su suma total evidencia su alcance.
- Distribución geográfica: Su presencia es predominante en zonas rurales, indígenas y de alta marginación. Estados como Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Veracruz concentran un gran número de estas escuelas, que a menudo son la única opción para que los niños de estas comunidades accedan a la educación formal.
Para muchas comunidades dispersas en la sierra, la selva o el desierto, la escuela multigrado es el único centro cultural y de desarrollo comunitario. Es el lugar donde no solo se aprende a leer y escribir, sino donde también se organizan eventos cívicos, se realizan campañas de salud y se fortalece la identidad local. Sin estas escuelas, el derecho a la educación de millones de niños mexicanos simplemente no podría garantizarse.
¿Por qué existen las escuelas multigrado?
La existencia de las escuelas multigrado responde a una combinación de factores geográficos, demográficos y económicos. No son una elección pedagógica en su origen, sino una respuesta pragmática y necesaria para asegurar la cobertura educativa en todo el territorio nacional.
- Baja densidad y dispersión poblacional: En muchas regiones de México, las comunidades son pequeñas y están muy alejadas unas de otras. Sería logísticamente imposible y económicamente inviable construir una escuela de organización completa, con un maestro para cada grado, para atender a 10, 15 o 20 niños.
- Limitaciones de infraestructura y recursos: La orografía accidentada, la falta de vías de comunicación y la escasez de servicios básicos dificultan la construcción y el mantenimiento de grandes centros escolares. El modelo multigrado permite llevar la educación a lugares donde la infraestructura es precaria.
- Garantizar la cobertura educativa: El artículo 3.º de la Constitución Mexicana establece que la educación es un derecho para todos. Las escuelas multigrado son la estrategia que el Estado ha implementado para cumplir con este mandato en las localidades más remotas, asegurando que ningún niño se quede sin acceso a la educación básica por el lugar donde vive.
En resumen, son la materialización del principio de equidad educativa, llevando el servicio educativo a donde más se necesita, adaptándose a las condiciones del entorno.

¿Cómo se organiza la enseñanza en escuelas multigrado?
Enseñar en un aula multigrado es un desafío que requiere una organización y una planificación didáctica muy diferentes a las de un aula tradicional. El maestro no puede simplemente replicar el currículo grado por grado. En su lugar, debe desarrollar un enfoque integrado y flexible que atienda la diversidad del grupo.
La clave está en no ver la heterogeneidad como un problema, sino como una oportunidad. Las estrategias de organización más comunes incluyen:
- Agrupación de alumnos por ciclos: En lugar de pensar en seis grados separados, los docentes suelen organizar el trabajo por ciclos educativos (1º y 2º; 3º y 4º; 5º y 6º). Esto permite trabajar contenidos curriculares comunes o relacionados con alumnos que tienen niveles de desarrollo cognitivo más cercanos.
- Uso de planeaciones integradas: El docente diseña una secuencia didáctica o un proyecto que aborda un tema central desde diferentes niveles de profundidad. Por ejemplo, mientras estudian el ecosistema local, los más pequeños pueden dibujar los animales de la zona, los medianos investigar sus cadenas alimenticias y los mayores analizar el impacto de la actividad humana en ese entorno. Esto fomenta el aprendizaje basado en proyectos (ABP).
- Trabajo simultáneo con distintos grados: El docente debe dominar el arte de la atención diferenciada. Mientras un grupo trabaja de forma autónoma en una actividad, el maestro puede dar una instrucción directa a otro grupo. Luego, rota su atención para ofrecer retroalimentación efectiva o resolver dudas.
Ejemplo de distribución de actividades en una mañana:
- 9:00 – 9:30 (Actividad conjunta): El día comienza con una actividad que involucra a todos, como la lectura de un cuento, una asamblea para planificar el día o una canción. Esto fomenta el sentido de comunidad.
- 9:30 – 10:30 (Trabajo por ciclos en Lenguaje):
- 1º y 2º grado: El maestro trabaja directamente con ellos en el proceso de enseñar a leer y escribir.
- 3º y 4º grado: Trabajan de forma autónoma en una guía de comprensión lectora sobre un texto previamente leído con el docente.
- 5º y 6º grado: Realizan una investigación en equipos para escribir cuentos basados en leyendas locales.
- 10:30 – 11:30 (Trabajo por ciclos en Matemáticas):
- 1º y 2º grado: Realizan actividades de conteo y manipulación de objetos de forma autónoma.
- 3º y 4º grado: El maestro trabaja directamente con ellos la resolución de problemas de multiplicación.
- 5º y 6º grado: Trabajan en parejas resolviendo desafíos matemáticos relacionados con fracciones y porcentajes.
Este modelo requiere una gestión del aula excepcional y la capacidad de crear un ambiente donde los estudiantes aprendan a trabajar con autonomía.
El rol del maestro multigrado: más allá de la enseñanza
El rol del docente en las escuelas multigrado trasciende con creces el de un simple instructor. Un maestro unidocente es, en muchos casos, la figura central de la comunidad. Sus funciones van desde lo pedagógico hasta lo administrativo y lo social, convirtiéndolo en un verdadero gestor educativo y comunitario.
Funciones pedagógicas:
- Diseñador curricular: Debe adaptar contenidos del currículo nacional a la realidad de su aula y de su comunidad, integrando saberes locales.
- Facilitador del aprendizaje: Más que transmitir información, debe crear las condiciones para que los alumnos construyan su propio conocimiento a través de la interacción y la investigación.
- Evaluador experto: Necesita emplear una evaluación formativa continua, observando procesos y utilizando instrumentos de evaluación flexibles como portafolios y rúbricas.
Funciones administrativas:
- Director: Se encarga de la gestión de la escuela, la inscripción de alumnos, la solicitud de materiales y el reporte de estadísticas a las autoridades.
- Administrador de recursos: Gestiona los pocos recursos materiales y económicos con los que cuenta la escuela.
- Enlace institucional: Es el puente de comunicación entre la comunidad y las autoridades educativas y municipales.
Funciones comunitarias:
- Líder social: A menudo organiza eventos cívicos, culturales y deportivos, y promueve iniciativas para el bienestar de la comunidad.
- Mediador: Fomenta la participación familiar en la educación de los niños y media en la resolución de conflictos.
- Promotor de la cultura: Trabaja para preservar y valorar la lengua y las tradiciones de la comunidad, especialmente en contextos indígenas.
Ser un maestro multigrado exige un nivel de compromiso y unas competencias docentes extraordinarias. Estos profesionales son el pilar que sostiene la educación en las zonas más vulnerables de México.
Estrategias para la enseñanza en entornos multigrado
Dada la complejidad del aula, el maestro multigrado debe recurrir a metodologías activas que promuevan la autonomía y la interacción entre los estudiantes. No se trata de tener a seis grupos haciendo seis cosas distintas y silenciosas, sino de crear una comunidad de aprendizaje dinámica.
- Aprendizaje basado en proyectos: Esta es quizás la estrategia más poderosa. Un proyecto sobre “El agua en nuestra comunidad” puede involucrar a todos. Los más pequeños pueden aprender el ciclo del agua, los medianos investigar de dónde viene el agua que consumen y los mayores analizar problemas de contaminación o escasez y proponer soluciones. Esto permite integrar distintas áreas del conocimiento y trabajar por competencias.
- Tutoría entre pares: Es una de las grandes ventajas del aula multigrado. Los alumnos mayores pueden apoyar a los más pequeños en la lectura, la resolución de problemas o el uso de materiales. Este proceso beneficia a ambos: el tutor refuerza su propio conocimiento al tener que explicarlo aprendizaje significativo, y el tutorado recibe atención individualizada de un compañero. Fomenta el aprendizaje colaborativo.
- Recursos educativos comunitarios: El entorno es el principal libro de texto. El maestro utiliza los saberes de los ancianos, las prácticas agrícolas locales, la flora y la fauna de la región como recursos pedagógicos. Esto contextualiza el aprendizaje y lo hace relevante para la vida de los niños, fortaleciendo el vínculo pedagógico.
- Estaciones de aprendizaje o rincones: Organizar el aula en diferentes áreas (rincón de lectura, rincón de matemáticas, rincón de arte) permite que los estudiantes roten por ellas y trabajen en distintas actividades de forma autónoma, mientras el docente se enfoca en un grupo pequeño.
Estas estrategias ayudan a transformar el desafío de la diversidad en una potente herramienta pedagógica, promoviendo un aprendizaje más profundo y conectado con la realidad.
Adaptación curricular en escuelas multigrado
El currículum escolar nacional está diseñado, en su mayoría, pensando en escuelas de organización completa. Por lo tanto, una de las tareas más importantes del docente multigrado es realizar las adaptaciones curriculares necesarias para que sea pertinente y manejable en su contexto.
Esta adaptación no significa recortar contenidos, sino reorganizarlos de manera inteligente.
- Integración de contenidos esenciales: El docente identifica los objetivos de aprendizaje clave de cada grado y busca temas transversales que permitan abordarlos de manera conjunta. Por ejemplo, el concepto de “cambio” puede trabajarse en ciencias naturales (cambios de estado de la materia), historia (cambios sociales) y formación cívica (cambios en la comunidad).
- Flexibilidad en la secuencia de temas: A diferencia del modelo graduado, donde los temas siguen una secuencia rígida, en el aula multigrado se puede trabajar con una estructura en espiral. Un mismo tema, como “el cuerpo humano”, se puede retomar cada dos años, pero con un nivel de profundidad mayor, permitiendo que todos los alumnos participen según su nivel.
- Uso de materiales adaptados: El docente a menudo debe crear sus propios materiales didácticos, ya que los libros de texto gratuitos están diseñados para un solo grado. Desarrolla fichas de trabajo con diferentes niveles de dificultad, guías de proyectos y materiales manipulativos que puedan ser utilizados por niños de distintas edades. El enfoque del Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) es especialmente útil en este contexto.
Evaluación en las escuelas multigrado
La evaluación en las escuelas multigrado también requiere un enfoque distinto. Un sistema basado únicamente en exámenes estandarizados que miden la memorización de contenidos resulta inadecuado para valorar el progreso en un entorno tan diverso.
El enfoque se desplaza hacia una evaluación por competencias, que busca valorar lo que los alumnos saben hacer con lo que han aprendido.
- Enfoque en competencias: Se evalúa la capacidad de los alumnos para resolver problemas, trabajar en equipo, comunicarse eficazmente y aplicar sus conocimientos en situaciones reales. Esto está más alineado con las metodologías activas que se utilizan.
- Métodos de evaluación cualitativa: La observación directa, los diarios de clase, las listas de cotejo y las escalas de actitud son herramientas fundamentales. Permiten al docente registrar el progreso individual de cada niño de manera continua.
- Portafolios y proyectos: La evaluación auténtica a través de la recopilación de trabajos de los alumnos en un portafolio o la presentación de un proyecto final son estrategias ideales. Permiten ver la evolución del estudiante a lo largo del tiempo y valorar tanto el proceso como el producto final.
- Autoevaluación y coevaluación: Se fomenta que los propios alumnos reflexionen sobre su aprendizaje autoevaluación y valoren el trabajo de sus compañeros coevaluación, promoviendo la metacognición y la responsabilidad.
Retos y condiciones laborales
A pesar de su importancia estratégica, las escuelas multigrado y sus docentes enfrentan enormes desafíos que limitan su potencial y precarizan su labor.
- Infraestructura limitada: Muchas de estas escuelas carecen de servicios básicos como agua potable, electricidad o saneamiento. Las aulas suelen ser precarias, con mobiliario insuficiente y en mal estado. La brecha digital es inmensa, y el acceso a internet o a herramientas TIC es prácticamente nulo.
- Acceso a formación docente: La formación inicial de los maestros rara vez los prepara para las especificidades de la enseñanza multigrado. La oferta de capacitación continua es escasa y a menudo descontextualizada, sin ofrecer las herramientas pedagógicas que realmente necesitan.
- Salarios y estímulos: Aunque su trabajo es más complejo y demandante, los maestros multigrado no siempre reciben una compensación económica adecuada o incentivos que valoren su labor en zonas de alta marginación. El aislamiento geográfico y profesional también puede llevar al síndrome de burnout docente.
- Falta de materiales adecuados: Los libros de texto y materiales pedagógicos estandarizados rara vez responden a las necesidades de un aula multigrado. Esto obliga a los docentes a invertir una cantidad considerable de tiempo y, a menudo, de su propio dinero, en crear o adaptar contenidos y recursos que funcionen para sus diversos grupos de estudiantes.
- Aislamiento profesional y personal: La ubicación remota de estas escuelas a menudo significa que los maestros viven lejos de sus familias y tienen pocas oportunidades de interactuar con colegas. Este aislamiento puede afectar profundamente su bienestar y su salud mental de los docentes, lo que a su vez impacta su práctica profesional.
Superar estos retos no es solo responsabilidad individual de los maestros, sino que requiere un compromiso sistémico para dignificar y fortalecer la educación rural en México.
Impacto social y educativo de las escuelas multigrado
A pesar de las adversidades, el impacto de las escuelas multigrado en las comunidades rurales es innegable y profundamente positivo. Su existencia y funcionamiento van más allá de la simple impartición de conocimientos académicos; son verdaderos motores de desarrollo social y equidad.
- Aporte a la permanencia escolar: Para miles de niños, la escuela multigrado de su localidad es la única oportunidad de acceder a la educación. Su cercanía elimina la necesidad de largos y a veces peligrosos traslados, uno de los principales factores de abandono escolar en zonas rurales. Al garantizar el acceso, estas escuelas son la primera línea de defensa contra el rezago educativo y contribuyen a mejorar las trayectorias escolares de los estudiantes más vulnerables.
- Reducción de desigualdades educativas: Las escuelas multigrado son un instrumento fundamental de justicia social. Llevan el servicio educativo a poblaciones históricamente marginadas, incluyendo comunidades indígenas y afrodescendientes, asegurando que el derecho a la educación no sea un privilegio de quienes viven en zonas urbanas. Minimizan las brechas educativas en México y combaten directamente el impacto que la pobreza tiene en la continuidad educativa rural.
- Desarrollo de habilidades para la vida: Paradójicamente, las condiciones del aula multigrado fomentan el desarrollo de competencias que son altamente valoradas en el siglo XXI. Los estudiantes aprenden a ser más autónomos, a gestionar su propio tiempo, a colaborar con otros de diferentes edades y a asumir roles de liderazgo. La tutoría entre pares no solo refuerza el conocimiento, sino que también cultiva la empatía, la paciencia y las habilidades de comunicación.
- Fortalecimiento del tejido social: La escuela multigrado es a menudo el corazón de la vida comunitaria. Es el único espacio público donde convergen niños, jóvenes y adultos. Funciona como un centro cultural, un espacio para la participación democrática en el aula y en la comunidad, y un lugar para la preservación de la lengua y la cultura locales. El fuerte lazo entre el maestro, los estudiantes y las familias crea una comunidad de aprendizaje que se apoya mutuamente.
Recursos prácticos para el docente multigrado
Dada la complejidad de su labor, el docente que trabaja en escuelas multigrado necesita un arsenal de recursos y estrategias bien definidas. A continuación, se presentan algunas ideas y herramientas prácticas.
Guías y manuales pedagógicos
- Propuestas de la SEP y CONAFE: Históricamente, la Secretaría de Educación Pública y el Consejo Nacional de Fomento Educativo han desarrollado materiales específicos para el modelo multigrado. Buscar las guías más recientes de “Propuesta Pedagógica Multigrado” puede ofrecer un marco de trabajo y ejemplos de planeaciones integradas.
- Manuales de metodologías activas: Profundizar en el aprendizaje basado en proyectos (ABP), el Aprendizaje Servicio o el aprendizaje cooperativo ofrece un sustento teórico y práctico para organizar el aula. Existen numerosos libros y recursos en línea con ejemplos prácticos de proyectos ABP que se pueden adaptar.
Estrategias de planificación y gestión del aula
- Planificación por temas integradores: En lugar de planificar por asignatura, elige un tema central (ej. “Los alimentos de mi comunidad”) y desarrolla actividades para los diferentes ciclos en español, matemáticas, ciencias y artes. Esto optimiza el tiempo y crea conexiones significativas.
- Banco de actividades autónomas: Prepara un archivo (físico o digital) de actividades que los estudiantes puedan realizar de forma independiente cuando termines de dar una instrucción a otro grupo. Pueden ser rompecabezas, mandalas, sopas de letras, desafíos lógicos o estaciones de lectura silenciosa.
- Rutinas claras y visibles: Establece rutinas para el inicio del día, las transiciones entre actividades y el cierre. Utiliza un horario visual en la pared para que los alumnos sepan qué esperar y puedan gestionar mejor su tiempo. Las normas de convivencia deben ser creadas y visibles para todos.
- Uso de monitores o tutores: Asigna roles y responsabilidades. Los alumnos mayores pueden ser “monitores de lectura”, “ayudantes de materiales” o “tutores de matemáticas” para los más pequeños. Rota estos roles periódicamente.
Materiales didácticos adaptables y de bajo costo
- Recursos del entorno: Utiliza piedras, hojas, semillas y otros elementos de la naturaleza para actividades de conteo, clasificación y arte.
- Material manipulativo casero: Crea tu propio equipo. Se pueden elaborar tangrams con cartón, ábacos con cuentas y alambre, y geoplanos con una tabla y clavos. Inspirarse en los materiales Montessori caseros puede ser una excelente idea.
- Fichas de trabajo multinivel: Diseña una misma ficha de trabajo pero con tres niveles de dificultad. Por ejemplo, en un ejercicio de comprensión lectora, el nivel 1 puede tener preguntas literales, el nivel 2 preguntas inferenciales y el nivel 3 preguntas de opinión crítica.
- Juegos de mesa educativos: La gamificación es una gran aliada. Juegos como la lotería, el memorama o las serpientes y escaleras se pueden adaptar fácilmente para repasar conceptos de cualquier materia.
Las escuelas multigrado son mucho más que una solución a un problema logístico; son un modelo educativo con identidad propia, con enormes desafíos pero también con un potencial pedagógico y social extraordinario. Representan la resiliencia, la creatividad y el compromiso del sistema educativo mexicano para llegar a cada rincón del país y no dejar a nadie atrás.
El trabajo que realizan los maestros y maestras en estas aulas es una labor titánica que merece ser reconocida, valorada y, sobre todo, apoyada. Para que estas escuelas puedan cumplir plenamente su misión de ofrecer una educación de calidad, es imperativo fortalecer las políticas públicas dirigidas a la educación rural. Esto implica invertir en infraestructura digna, desarrollar programas de formación docente pertinentes y continuos, crear materiales educativos diseñados específicamente para la diversidad del aula multigrado y establecer salarios y estímulos que dignifiquen la profesión.
Apoyar a las escuelas multigrado es apostar por la equidad, la inclusión y la justicia social. Es reconocer que el talento y el potencial de la niñez mexicana florecen en cada comunidad, por pequeña o aislada que sea, y que es nuestra responsabilidad colectiva garantizar que tengan las herramientas para crecer y transformar su futuro.
Glosario
- Aula Multigrado: Espacio educativo en el que un solo docente enseña simultáneamente a estudiantes de diferentes grados académicos.
- Escuela Unidocente: Centro educativo donde un único maestro asume todas las funciones pedagógicas (de 1.º a 6.º grado), directivas y administrativas.
- Escuela Bidocente/Tridocente: Escuela en la que dos o tres maestros, respectivamente, se reparten la atención de los seis grados de primaria, usualmente agrupándolos por ciclos.
- Adaptación Curricular: Proceso mediante el cual el docente modifica, prioriza y reorganiza los contenidos curriculares del plan de estudios oficial para adecuarlos a las características, necesidades y contexto de un grupo de alumnos heterogéneo.
- Tutoría entre Pares: Estrategia pedagógica donde los alumnos de grados superiores o con mayor dominio de un tema apoyan el aprendizaje de sus compañeros más pequeños o con dificultades.
- Evaluación Formativa: Enfoque de evaluación centrado en el seguimiento continuo del proceso de aprendizaje del alumno, con el fin de proporcionar retroalimentación efectiva y ajustar la enseñanza, en lugar de solo medir resultados finales.
- Organización Completa: Término utilizado para referirse a las escuelas donde cada grado tiene su propio grupo, salón y maestro. Es el modelo opuesto al multigrado.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
1. ¿Los niños y niñas aprenden menos en una escuela multigrado?
No necesariamente. Si bien los retos son mayores, un aula multigrado bien gestionada puede ser un entorno de aprendizaje muy enriquecedor. Los estudios muestran que, además de los conocimientos académicos, los estudiantes de escuelas multigrado a menudo desarrollan con mayor solidez habilidades como la autonomía, la responsabilidad, la colaboración y el liderazgo. El éxito depende en gran medida de las estrategias pedagógicas del docente y del apoyo institucional que reciba.
2. ¿Qué formación específica necesita un maestro multigrado?
Idealmente, un maestro multigrado necesita formación en metodologías activas como el aprendizaje basado en proyectos, estrategias de planificación inclusiva y flexible, técnicas de gestión del aula con grupos heterogéneos, y herramientas de evaluación auténtica. Además, son cruciales las competencias en vinculación comunitaria y gestión escolar, ya que a menudo asumen el rol de director.
3. ¿Las escuelas multigrado solo existen en México?
No, en absoluto. El modelo multigrado es una realidad en muchos países del mundo, tanto en desarrollo como desarrollados. Naciones con grandes extensiones territoriales y poblaciones dispersas como Canadá, Australia, Finlandia y Noruega tienen escuelas multigrado en sus zonas rurales. Es una solución educativa global para garantizar el derecho a la educación en contextos de baja densidad poblacional.
4. ¿Cómo pueden las familias apoyar el trabajo de una escuela multigrado?
La participación familiar es fundamental. Las familias pueden apoyar involucrándose en las actividades de la escuela, compartiendo sus saberes y oficios con los estudiantes (por ejemplo, enseñando sobre cultivos locales o tradiciones orales), ayudando en el mantenimiento de las instalaciones y, sobre todo, valorando y respetando el complejo trabajo del maestro. Mantener una comunicación abierta y constante con el docente es clave para construir una verdadera comunidad de aprendizaje.
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