Evaluaciones estandarizadas en Estados Unidos: qué son el SAT, ACT y AP Exams

El sistema educativo estadounidense, a menudo visto como un referente global, posee una estructura compleja donde las pruebas estandarizadas juegan un papel central, especialmente en la transición de la secundaria a la universidad. Para educadores y familias fuera de Estados Unidos, entender este ecosistema de exámenes puede ser un desafío. No se trata solo de pruebas académicas; son una pieza fundamental de la cultura del mérito, el acceso a la educación superior y, cada vez más, un tema de intenso debate social. A diferencia de muchos sistemas educativos en América Latina donde un único examen de ingreso nacional o universitario puede definir el futuro de un estudiante, el panorama estadounidense es más diverso y complejo.

En este artículo, desglosaremos las principales evaluaciones estandarizadas en Estados Unidos: el SAT (Scholastic Assessment Test), el ACT (American College Test) y los AP Exams (Advanced Placement). Analizaremos qué son, quiénes las rinden, qué miden y cómo influyen no solo en el proceso de admisión universitaria, sino también en el currículum escolar y en la experiencia diaria de los estudiantes. Comprender estas pruebas es clave para entender una parte significativa del sistema educativo en Estados Unidos y las oportunidades que ofrece.

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¿Qué son las evaluaciones estandarizadas?

En su definición más simple, una evaluación estandarizada es una prueba que se administra y califica de manera uniforme y consistente. Esto significa que todos los estudiantes responden a las mismas preguntas (o a preguntas de un banco común), bajo las mismas condiciones (como el tiempo límite) y sus respuestas son evaluadas usando los mismos criterios. El objetivo es crear una medida objetiva que permita comparar el rendimiento de estudiantes de diferentes escuelas, estados e incluso países.

En Estados Unidos, los usos más comunes de estas pruebas son:

  • Admisión universitaria: Son un componente clave en la solicitud de ingreso a la mayoría de las universidades.
  • Asignación de becas: Muchos programas de ayuda financiera, tanto públicos como privados, utilizan los puntajes para determinar la elegibilidad y el monto de las becas.
  • Colocación en cursos: Las universidades pueden usar los resultados para decidir si un estudiante debe tomar cursos de nivelación o si puede acceder a clases más avanzadas.
  • Medición del rendimiento escolar: A nivel estatal, se usan para medir la eficacia de las escuelas y los distritos, un tipo de evaluación sumativa que informa políticas públicas.

Sin embargo, este modelo no está exento de críticas. Se argumenta que las pruebas generan un enorme estrés en los estudiantes, promueven la desigualdad —ya que el acceso a costosos cursos de preparación crea una brecha socioeconómica— y fomentan una cultura de “enseñar para el examen” (teaching to the test), donde el rol del docente se ve presionado a priorizar los contenidos de la prueba sobre un aprendizaje más profundo y crítico. Este debate sobre la equidad educativa es hoy más relevante que nunca.

evaluaciones estandarizadas en Estados Unidos

El SAT: Scholastic Assessment Test

El SAT es, posiblemente, la prueba de admisión universitaria más conocida del mundo. Es desarrollada y administrada por el College Board, una organización sin fines de lucro que también gestiona los AP Exams.

¿Qué es y para qué sirve?

El SAT está diseñado para medir las habilidades de razonamiento crítico, resolución de problemas y análisis que, según el College Board, son fundamentales para el éxito en la universidad. No es una prueba de conocimientos memorizados de materias específicas (como lo sería un examen final de historia), sino una evaluación de competencias transversales. Su propósito principal es ofrecer a las oficinas de admisión universitarias un punto de datos común para comparar a solicitantes de miles de escuelas secundarias con diferentes niveles de rigor académico.

Estructura y secciones (versión digital)

Desde 2024, el SAT se administra de forma completamente digital a nivel internacional y en EE.UU. Este cambio no solo modernizó el formato, sino que también alteró su estructura:

  1. Sección de Lectura y Escritura (Reading and Writing): Esta sección combina las antiguas secciones separadas. Consiste en una serie de pasajes cortos sobre temas de literatura, historia, ciencias sociales y ciencias. Cada pasaje es seguido por una sola pregunta que evalúa habilidades como la comprensión lectora, el análisis de vocabulario en contexto, la identificación de la idea central y la evaluación de la estructura gramatical y retórica.
  2. Sección de Matemáticas (Math): Esta sección cubre álgebra, resolución de problemas, análisis de datos y matemáticas avanzadas (geometría y trigonometría). Se divide en dos módulos y, a diferencia de la versión en papel, se permite el uso de calculadora en toda la sección. Las preguntas se centran en la aplicación de conceptos matemáticos a escenarios del mundo real.

Un cambio importante es que el examen ahora es “adaptativo por secciones”. El rendimiento del estudiante en el primer módulo de cada sección determina la dificultad del segundo módulo. Esto permite una evaluación más precisa en menos tiempo. El ensayo, que antes era una sección opcional, ha sido completamente eliminado.

¿Quiénes lo rinden y cuándo?

El SAT es rendido principalmente por estudiantes de High School (escuela secundaria), generalmente en su penúltimo año (junior year, Grado 11) o en su último año (senior year, Grado 12). Los estudiantes pueden tomar el examen varias veces para intentar mejorar su puntaje, y las universidades generalmente consideran el puntaje más alto obtenido.

¿Cómo se califica?

La escala de puntuación del SAT va de 400 a 1600 puntos. Este puntaje total es la suma de las dos secciones, cada una calificada en una escala de 200 a 800. No hay penalización por respuestas incorrectas, por lo que se anima a los estudiantes a intentar responder todas las preguntas. Este puntaje se envía directamente a las universidades que el estudiante elija como parte de su paquete de solicitud.

El ACT: American College Test

El ACT es el principal competidor del SAT. Administrado por ACT, Inc., es igualmente aceptado por todas las universidades de cuatro años en Estados Unidos. Aunque ambos cumplen la misma función, existen diferencias importantes en su enfoque y contenido.

¿Qué es y cómo se diferencia del SAT?

Mientras que el SAT se enfoca más en el razonamiento y las aptitudes generales, el ACT está diseñado para estar más alineado con el currículo de la High School. Es decir, evalúa en mayor medida lo que los estudiantes han aprendido en sus clases de inglés, matemáticas y ciencias. Por esta razón, algunos estudiantes lo encuentran más directo y menos abstracto que el SAT.

La diferencia más notable es la inclusión de una sección de Ciencias, que no evalúa conocimientos científicos específicos, sino la capacidad de interpretar datos, analizar gráficos y evaluar hipótesis, habilidades clave en la lectura científica.

Estructura y contenido

El ACT consta de cuatro secciones obligatorias y una opcional:

  1. English (Inglés): Mide el dominio del uso del lenguaje, la gramática, la puntuación, la estructura de las oraciones y la organización retórica.
  2. Math (Matemáticas): Cubre temas de álgebra, geometría y trigonometría, con un mayor énfasis en la geometría que el SAT.
  3. Reading (Lectura): Evalúa la comprensión de textos en áreas como prosa de ficción, ciencias sociales, humanidades y ciencias naturales.
  4. Science (Ciencias): Como se mencionó, esta sección única evalúa la interpretación, análisis, evaluación y resolución de problemas en contextos científicos a través de gráficos, tablas y resúmenes de experimentos.
  5. Writing (Escritura opcional): Consiste en un ensayo donde se pide al estudiante analizar diferentes perspectivas sobre un tema complejo y desarrollar su propio argumento. Aunque es opcional, algunas universidades lo requieren o recomiendan.

¿Quién lo toma?

Al igual que el SAT, lo toman estudiantes de 11º y 12º grado. Curiosamente, en algunos estados, el ACT es obligatorio para todos los estudiantes de secundaria pública como parte del sistema de rendición de cuentas estatal, lo que demuestra su integración en el sistema de educación formal.

Puntuación y uso

Cada una de las cuatro secciones principales del ACT se califica en una escala de 1 a 36. El puntaje compuesto final es el promedio de estas cuatro calificaciones. El ensayo opcional recibe una calificación separada y no afecta el puntaje compuesto. Las universidades utilizan este puntaje de la misma manera que el del SAT: para admisiones, becas y colocación.

evaluaciones estandarizadas en EEUU

SAT vs ACT: ¿cuál conviene más?

Esta es la gran pregunta para millones de estudiantes estadounidenses cada año. La respuesta depende en gran medida de las fortalezas y el estilo de aprendizaje de cada individuo.

  • Ritmo: El ACT tiene más preguntas en menos tiempo, por lo que premia a los estudiantes que trabajan rápido y de manera eficiente. El SAT (especialmente el digital) ofrece más tiempo por pregunta.
  • Contenido: La mayor diferencia es la sección de Ciencias del ACT. Los estudiantes que se sienten cómodos con la interpretación de datos y gráficos pueden preferir el ACT. Aquellos que prefieren enfocarse puramente en razonamiento verbal y matemático pueden inclinarse por el SAT.
  • Matemáticas: El SAT ahora incluye una mayor proporción de preguntas de álgebra y análisis de datos, mientras que el ACT tiene una distribución más equitativa que incluye más geometría. Además, el SAT permite calculadora en toda su sección de matemáticas, mientras que el ACT tiene una parte sin calculadora.
  • Estilo: Generalmente, se considera que las preguntas del SAT son más de “razonamiento” y pueden tener trampas o requerir un pensamiento más profundo, mientras que las del ACT son más directas y se asemejan más a los exámenes escolares tradicionales.

Hoy en día, todas las universidades de EE.UU. aceptan ambos exámenes sin preferencia. La mejor estrategia para un estudiante es realizar pruebas de práctica de ambos y ver en cuál se siente más cómodo y obtiene un mejor resultado.

AP Exams: Advanced Placement

Los exámenes de Colocación Avanzada (AP) son diferentes del SAT y el ACT. No son pruebas de admisión, sino exámenes que culminan cursos de nivel universitario tomados en la High School.

¿Qué son y para qué sirven?

El programa AP, también administrado por el College Board, permite a los estudiantes de secundaria tomar cursos rigurosos que son equivalentes a cursos introductorios de la universidad. Al final del curso en mayo, los estudiantes pueden rendir un AP Exam. Si obtienen un puntaje suficientemente alto, muchas universidades les otorgarán créditos universitarios, lo que les permite ahorrar dinero y tiempo, o les permitirán omitir cursos introductorios y pasar a niveles más avanzados.

Materias disponibles

El programa es increíblemente amplio, con más de 30 cursos y exámenes en una variedad de disciplinas, incluyendo:

  • Artes: Historia del Arte, Música.
  • Ciencias: Biología, Química, Física, Ciencias Ambientales.
  • Historia y Ciencias Sociales: Historia de EE.UU., Historia Mundial, Gobierno y Política, Psicología, Macroeconomía, Microeconomía.
  • Inglés: Lengua y Composición, Literatura y Composición.
  • Matemáticas y Ciencias de la Computación: Cálculo AB, Cálculo BC, Estadística, Principios de Ciencias de la Computación.
  • Lenguas del Mundo: Español, Francés, Alemán, Chino, etc.

Esta estructura fomenta la realización de proyectos interdisciplinarios y un enfoque de educación por competencias.

¿Quiénes los rinden?

Los rinden estudiantes de High School (generalmente en los grados 10, 11 y 12) que se han inscrito y completado un curso AP en su escuela. Aunque tomar el examen es voluntario, es la única forma de potencialmente obtener crédito universitario. Las oficinas de admisión valoran mucho la participación en cursos AP, ya que demuestra que el estudiante está dispuesto a desafiarse académicamente.

Calificación y beneficios

Los AP Exams se califican en una escala del 1 al 5:

  • 5: Extremadamente bien calificado
  • 4: Bien calificado
  • 3: Calificado
  • 2: Posiblemente calificado
  • 1: Sin recomendación

La mayoría de las universidades otorgan crédito por puntajes de 3, 4 o 5, aunque las instituciones más selectivas pueden requerir un 4 o un 5. Obtener créditos AP puede significar que un estudiante se gradúe en menos de cuatro años o que pueda usar ese tiempo extra para hacer una doble titulación, estudiar en el extranjero o realizar una pasantía.

Críticas y controversias

El papel central de estas evaluaciones estandarizadas en Estados Unidos ha generado un intenso debate que se ha agudizado en los últimos años. Las críticas principales se centran en la equidad y la validez de las pruebas.

  • Desigualdad socioeconómica: Una de las críticas más fuertes es que los puntajes de los exámenes a menudo se correlacionan más con el nivel de ingresos de la familia del estudiante que con su capacidad académica. Las familias con mayores recursos pueden permitirse costosos cursos de preparación, tutorías privadas y múltiples intentos de examen, lo que les da una ventaja significativa. Esto crea barreras para el aprendizaje y el acceso para estudiantes de bajos ingresos.
  • Debate sobre sesgo racial y cultural: Se ha argumentado que las preguntas de los exámenes, especialmente en las secciones de lectura, contienen un sesgo cultural que favorece a estudiantes de ciertos orígenes. Aunque las organizaciones que las crean han hecho esfuerzos por eliminar sesgos evidentes, las persistentes brechas de puntaje entre grupos raciales y étnicas siguen alimentando el debate sobre si las pruebas miden la aptitud o simplemente reflejan las desigualdades sistémicas existentes en la sociedad y en el sistema educativo en Estados Unidos.
  • Exceso de presión y salud mental: La naturaleza de alto impacto (high-stakes) de estas pruebas impone una presión inmensa sobre los adolescentes. El miedo a obtener un mal puntaje puede generar ansiedad, estrés crónico y agotamiento. Los expertos en educación emocional señalan que este enfoque en un único número puede socavar la autoestima del estudiante y eclipsar otros talentos y logros. Es fundamental que los docentes aprendan a detectar señales de estrés o ansiedad en sus alumnos, ya que está demostrado cómo afecta el estrés al aprendizaje, inhibiendo funciones cognitivas superiores.
  • Enseñanza para el examen (Teaching to the Test): Cuando el éxito de una escuela o de un estudiante se mide en gran medida por los resultados de una prueba, el currículum escolar puede verse peligrosamente reducido. Los docentes pueden sentirse obligados a centrar su planificación didáctica en memorizar datos y practicar estrategias para resolver tipos de preguntas específicas, en lugar de fomentar la creatividad, el pensamiento crítico y el aprendizaje significativo. Esto desvirtúa el propósito de la educación y puede llevar a que los estudiantes no desarrollen habilidades transferibles esenciales para la vida y el trabajo.

Alternativas y nuevas tendencias

La creciente ola de críticas, acelerada por la pandemia de COVID-19, ha impulsado un cambio significativo en el panorama de las admisiones universitarias. Cada vez más instituciones están explorando alternativas a la dependencia excesiva de las pruebas estandarizadas.

  • Expansión de políticas test-optional y test-blind: Estas dos políticas son el cambio más visible.

    • Test-optional (prueba opcional): Las universidades que adoptan esta política permiten a los solicitantes decidir si quieren enviar sus puntajes del SAT o ACT. Si un estudiante cree que su puntaje representa bien su capacidad, puede enviarlo. Si no, puede optar por no hacerlo, y su solicitud será evaluada con base en otros componentes sin ser penalizado.
    • Test-blind (a ciegas de la prueba): Esta es una postura más radical. Las universidades test-blind, como el sistema de la Universidad de California, no consideran los puntajes del SAT o ACT en sus decisiones de admisión, incluso si un estudiante los envía.
  • Enfoques más holísticos: La reducción del peso de los exámenes ha obligado a las oficinas de admisión a poner más énfasis en una revisión holística del solicitante. Esto significa que consideran un rango mucho más amplio de factores para construir una imagen completa del estudiante, como por ejemplo:

    • Rendimiento académico: El promedio de calificaciones (GPA) y, más importante aún, el rigor de los cursos tomados en la secundaria.
    • Ensayos personales: Son una oportunidad para que el estudiante muestre su personalidad, sus valores y su capacidad de escritura.
    • Cartas de recomendación: Ofrecen una perspectiva externa sobre el carácter y el potencial académico del estudiante.
    • Actividades extracurriculares: Participación en deportes, clubes, voluntariado, artes, o un trabajo a tiempo parcial.
    • Portafolios y proyectos: Especialmente para programas de arte o arquitectura, los portafolios y proyectos son una forma de evaluación auténtica que muestra habilidades prácticas.

Este cambio hacia una visión más completa del estudiante se alinea con las teorías del aprendizaje más modernas, que valoran el desarrollo integral sobre la medición de una habilidad aislada en un momento dado.

Las evaluaciones estandarizadas en Estados Unidos se encuentran en una encrucijada. El SAT, el ACT y los AP Exams siguen siendo herramientas influyentes en el camino hacia la educación superior para millones de estudiantes. Para muchas universidades, especialmente las más selectivas, continúan siendo un dato valioso para comparar a un grupo diverso de solicitantes. Los AP Exams, en particular, mantienen su prestigio como una forma de demostrar rigor académico y obtener una ventaja en la universidad.

Sin embargo, su era de dominio indiscutible ha terminado. El movimiento test-optional ha ganado un impulso masivo y ha demostrado que es posible realizar procesos de admisión justos y exitosos sin depender de estos puntajes. Las críticas sobre la equidad y el impacto en la salud mental de los estudiantes han calado hondo en el debate público y académico.

El futuro probablemente reside en un equilibrio. Las pruebas no desaparecerán por completo, pero su peso en el proceso de admisión seguirá disminuyendo en favor de un enfoque más holístico y centrado en la persona. Para los educadores, estudiantes y familias, tanto dentro como fuera de EE.UU., es fundamental comprender no solo cómo funcionan estas pruebas, sino también su contexto, sus limitaciones y el cambiante paisaje de la educación superior. Entender el SAT, el ACT y los AP Exams ya no es solo conocer las reglas del juego, sino también comprender por qué esas reglas están siendo reescritas.

Recursos para el docente

Como educador, tu papel es fundamental para guiar a los estudiantes a través de este complejo sistema. Aquí tienes algunas estrategias y recursos prácticos:

  1. Orientación informada sobre SAT vs. ACT:

    • Pruebas de diagnóstico: Anima a tus estudiantes a realizar pruebas de práctica completas y cronometradas de ambos exámenes. Organizaciones como The Princeton Review o Kaplan ofrecen pruebas gratuitas en línea.
    • Análisis de fortalezas: Ayúdales a analizar sus resultados. ¿Se sintieron más cómodos con el ritmo rápido del ACT o con las preguntas más analíticas del SAT? ¿La sección de Ciencias del ACT fue una ventaja o un obstáculo?
    • Recuérdales que no hay una elección “correcta”: El objetivo es encontrar el examen que mejor muestre sus habilidades.
  2. Integración de habilidades en el currículo (sin “enseñar para el examen”):

    • Fomenta la lectura crítica: En todas las materias, utiliza textos complejos (textos científicos, documentos históricos, artículos de opinión) y enseña estrategias de comprensión lectora para identificar argumentos, analizar evidencias y entender el vocabulario en contexto.
    • Desarrolla el razonamiento cuantitativo: Integra la interpretación de gráficos, tablas y datos en clases de ciencias y estudios sociales, no solo en matemáticas. Esto prepara a los estudiantes para la sección de Matemáticas del SAT y la sección de Ciencias del ACT.
    • Practica la escritura argumentativa: Asigna ensayos que requieran que los estudiantes tomen una postura, la defiendan con evidencia y consideren contraargumentos. Esto es clave para el ensayo opcional del ACT y una habilidad vital para la universidad.
  3. Recursos de preparación gratuitos y de alta calidad:

    • Khan Academy: Es el socio oficial de preparación del College Board para el SAT. Ofrece miles de preguntas de práctica, videos explicativos y pruebas completas personalizadas, todo de forma gratuita.
    • Sitio web oficial de ACT (act.org): Proporciona guías de estudio y preguntas de práctica gratuitas para cada sección del examen.
    • Bibliotecas públicas: Muchas bibliotecas en EE.UU. (y algunas en línea) ofrecen acceso gratuito a bases de datos de preparación de exámenes como LearningExpress Library.
  4. Apoyo a la salud emocional y manejo del estrés:

    • Desmitifica la prueba: Recuérdales a tus estudiantes que un puntaje no define su valor ni su potencial. Es solo un dato más en su aplicación.
    • Enseña estrategias de manejo del estrés: Incorpora técnicas de Mindfulness o ejercicios de respiración antes de los exámenes de práctica para ayudarlos a manejar la ansiedad.
    • Promueve un equilibrio saludable: Anímalos a mantener sus pasatiempos, hacer ejercicio y dormir lo suficiente, especialmente en los meses previos al examen. El rol del docente como modelo emocional es crucial en este aspecto.

Glosario de Términos Clave

  • ACT (American College Test): Uno de los dos exámenes de admisión universitaria más importantes de EE. UU. Se centra en medir los conocimientos adquiridos en el currículo de la escuela secundaria en las áreas de Inglés, Matemáticas, Lectura y Ciencias.
  • Adaptive Testing (Examen Adaptativo): Formato de examen, utilizado en el SAT digital, donde la dificultad de las preguntas se ajusta en tiempo real según las respuestas del estudiante. Un buen rendimiento en un módulo inicial conduce a un segundo módulo más difícil, permitiendo una medición más precisa.
  • AP (Advanced Placement): Programa del College Board que ofrece cursos y exámenes de nivel universitario a estudiantes de secundaria. Obtener un buen puntaje en un examen AP puede resultar en la obtención de créditos universitarios.
  • College Board: Organización sin fines de lucro que administra el SAT, el programa AP y otras pruebas estandarizadas. Su misión es conectar a los estudiantes con el éxito universitario.
  • Common Application (Solicitud Común): Plataforma en línea que permite a los estudiantes solicitar la admisión a más de 900 universidades con una única solicitud, simplificando el proceso.
  • Composite Score (Puntaje Compuesto): La calificación general del examen ACT, que es el promedio de los puntajes obtenidos en las cuatro secciones obligatorias (Inglés, Matemáticas, Lectura y Ciencias), en una escala de 1 a 36.
  • GPA (Grade Point Average): El promedio de calificaciones de un estudiante durante la escuela secundaria, generalmente calculado en una escala de 4.0. Es uno de los factores más importantes en la admisión universitaria.
  • High School: Término estadounidense para la escuela secundaria, que generalmente abarca los grados 9, 10, 11 y 12.
  • Holistic Review (Revisión Holística): Proceso de admisión en el que las universidades consideran todos los aspectos de un solicitante (GPA, rigor de los cursos, ensayos, actividades extracurriculares, cartas de recomendación) en lugar de centrarse únicamente en los puntajes de los exámenes.
  • Junior Year: El penúltimo año de la escuela secundaria (Grado 11). Es el año en que muchos estudiantes toman el SAT o el ACT por primera vez.
  • Merit-based Scholarship (Beca por Mérito): Ayuda financiera otorgada en función de los logros académicos, artísticos o atléticos de un estudiante, no de su necesidad económica. Los puntajes del SAT/ACT suelen ser un factor clave.
  • Percentile (Percentil): Medida estadística que indica el porcentaje de personas que obtuvieron una puntuación inferior a la de un estudiante en particular. Por ejemplo, estar en el percentil 80 significa que el estudiante obtuvo un puntaje más alto que el 80% de los que tomaron el examen.
  • SAT (Scholastic Assessment Test): Uno de los dos principales exámenes de admisión universitaria en EE. UU. Está diseñado para medir el razonamiento crítico y las habilidades de resolución de problemas en Lectura, Escritura y Matemáticas.
  • Senior Year: El último año de la escuela secundaria (Grado 12). Es el período en el que los estudiantes completan y envían sus solicitudes a la universidad.
  • Superscore (Superpuntuación): Práctica de algunas universidades de combinar las mejores puntuaciones de cada sección del SAT o ACT de diferentes fechas de examen para crear un nuevo puntaje compuesto más alto para el solicitante.
  • Test-Blind (A ciegas de la prueba): Política de admisión en la que una universidad no considerará los puntajes del SAT o ACT en su decisión, incluso si el estudiante los envía.
  • Test-Optional (Prueba opcional): Política de admisión que permite a los solicitantes decidir si desean o no enviar sus puntajes del SAT o ACT. La solicitud se evalúa de forma completa sin penalización si no se presentan los puntajes.

Preguntas Frecuentes (FAQ)

1. ¿Son obligatorios el SAT o el ACT para todas las universidades de EE.UU.?
No. La gran mayoría de las universidades en Estados Unidos ahora tienen una política test-optional, lo que significa que los estudiantes pueden elegir si envían o no sus puntajes. Sin embargo, algunas instituciones muy selectivas (como el MIT) han vuelto a exigir las pruebas. Siempre es fundamental verificar los requisitos específicos de cada universidad.

2. ¿Un estudiante internacional debe rendir estas pruebas?
Generalmente, sí. Para los estudiantes internacionales, los puntajes del SAT o ACT pueden ser aún más importantes, ya que proporcionan a las universidades un punto de referencia estandarizado para comparar a solicitantes de diferentes sistemas educativos. Además, a menudo se requiere una prueba de dominio del inglés como el TOEFL o IELTS.

3. ¿Se puede obtener una beca sin un buen puntaje en el SAT o ACT?
Es posible, pero puede ser más difícil. Muchas becas basadas en el mérito académico utilizan los puntajes de las pruebas como un criterio principal. Sin embargo, hay muchas otras becas que se centran en el talento, el liderazgo, el servicio comunitario o las necesidades económicas.

4. ¿Cuántas veces se puede rendir el SAT o el ACT?
Técnicamente, no hay límite. Sin embargo, la mayoría de los consejeros recomiendan tomar el examen dos o tres veces como máximo. Después de eso, las mejoras en el puntaje tienden a ser mínimas y el estrés y los costos aumentan.

5. ¿Qué se considera un “buen” puntaje?
Esto es relativo y depende completamente de la selectividad de las universidades a las que se postula el estudiante. Un “buen” puntaje para una universidad estatal local será diferente de un “buen” puntaje para una universidad de la Ivy League. Como referencia general, un puntaje SAT por encima de 1200 (de 1600) o un puntaje ACT por encima de 25 (de 36) se considera competitivo para muchas instituciones.

6. ¿Los AP Exams reemplazan al SAT o al ACT?
No, cumplen funciones completamente diferentes. El SAT y el ACT son pruebas de aptitud general para la admisión universitaria. Los AP Exams son pruebas sobre el dominio de una materia específica al final de un curso de nivel universitario, y su principal beneficio es la posibilidad de obtener créditos universitarios. Tener buenos puntajes en los AP Exams fortalece una solicitud, pero no sustituye al SAT o ACT en las universidades que los requieren.

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