“El aula, con todas sus limitaciones, sigue siendo un lugar de posibilidad. En ese campo de posibilidad tenemos la oportunidad de trabajar por la libertad, de exigirnos a nosotros mismos y a nuestros camaradas una apertura de mente y corazón que nos permita ir más allá de los límites de lo conocido.” – bell hooks, “Enseñar a Transgredir“.
Esta cita encapsula la esencia de una de las pensadoras más influyentes y radicales de la educación contemporánea. En un mundo donde los sistemas educativos a menudo reproducen las desigualdades, silencian voces y priorizan la memorización sobre el pensamiento crítico, la propuesta de bell hooks resuena con una urgencia ineludible. ¿Por qué la enseñanza como práctica de la libertad sigue siendo un horizonte necesario? Porque la opresión basada en la raza, el género y la clase no ha desaparecido; simplemente ha mutado. Las aulas siguen siendo, para muchos, espacios de alienación y no de conexión.
Este artículo es un análisis profundo de la pedagogía de bell hooks, un enfoque que nos invita a transgredir las normas para convertir cada clase en un acto de liberación. Exploraremos su biografía, los fundamentos teóricos de su pensamiento interseccional, sus principios educativos concretos y las críticas que ha suscitado. El objetivo es ofrecer un marco para entender y, sobre todo, para practicar una docencia que se atreva a ser esperanzadora, sanadora y profundamente política.
Qué vas a encontrar en este artículo
Contexto Histórico y Biografía de bell hooks
Para entender la radicalidad de su propuesta, es vital conocer la vida de Gloria Jean Watkins, la mujer detrás del seudónimo. Su elección de escribir su nombre en minúsculas, bell hooks, fue su primer acto pedagógico: un gesto político para desplazar la atención de su identidad individual y poner el foco en sus ideas, en “la sustancia de los libros, no en quién soy yo”.
Orígenes y Elección del Seudónimo
Nacida en 1952 en Hopkinsville, Kentucky, una pequeña ciudad del sur de Estados Unidos marcada por la segregación racial, hooks experimentó desde niña las dolorosas divisiones de una sociedad racista y patriarcal. Creció en comunidades negras vibrantes que le enseñaron el valor de la resistencia y el conocimiento como herramienta de supervivencia. Su seudónimo es un homenaje a su bisabuela materna, Bell Blair Hooks, conocida por su ingenio y su lengua afilada. Adoptarlo fue una forma de honrar el legado de las mujeres negras que la precedieron y cuyas voces habían sido históricamente silenciadas.
Trayectoria Académica y Militante
hooks se educó en escuelas segregadas y luego transitó a entornos académicos predominantemente blancos, como la Universidad de Stanford y la Universidad de Wisconsin. Esta experiencia de “cruzar fronteras” marcó su obra, haciéndola dolorosamente consciente de cómo el poder y el privilegio operan en las instituciones educativas. Su trayectoria no fue solo académica, sino también militante, profundamente influenciada por el movimiento por los derechos civiles, el feminismo de la segunda ola y, de manera crucial, por el pensamiento del educador brasileño Paulo Freire. La obra de Freire le proporcionó el lenguaje para articular su propia visión de una educación liberadora.
Entre sus más de treinta libros, destacan tres obras que forman su trilogía sobre la educación: Teaching to Transgress: Education as the Practice of Freedom (1994), Teaching Community: A Pedagogy of Hope (2003) y Teaching Critical Thinking: Practical Wisdom (2010). En ellos, hooks teje una teoría educativa a partir de su experiencia como mujer negra de clase trabajadora, desafiando las convenciones de la academia y proponiendo un camino alternativo. Su trabajo la posiciona como una de las autoras en pedagogía más relevantes del siglo XX y XXI.

Fundamentos Teóricos de la Pedagogía de la Libertad
La pedagogía de hooks no es un método prescriptivo, sino una filosofía, una postura ética y política ante el acto de enseñar y aprender. Se sostiene sobre varios pilares teóricos interconectados.
La Educación como Acto de Transgresión y Esperanza
Para hooks, la educación convencional, con sus aulas silenciosas, sus filas ordenadas y su profesor como única autoridad, es un espacio que domestica, no que libera. Propone una “pedagogía transgresora”, que se atreve a cruzar las fronteras impuestas. Transgredir significa:
Desafiar las jerarquías: Cuestionar la autoridad incuestionable del docente y del conocimiento canónico.
Introducir la emoción: Romper con la falsa dicotomía cartesiana que separa mente y cuerpo, razón y emoción. El aula debe ser un lugar para la pasión, la rabia, el dolor y la alegría.
Fomentar el bienestar: Entender la educación como una práctica holística que se preocupa por el bienestar integral de los estudiantes, no solo por su rendimiento académico.
Esta transgresión no es un fin en sí mismo, sino un medio para cultivar la esperanza: la creencia de que el aprendizaje puede y debe ser una fuerza para la transformación personal y colectiva.
Interseccionalidad: Raza, Género y Clase como Ejes de Análisis
Mucho antes de que el término se popularizara, hooks practicaba un análisis interseccional. Entendía que los sistemas de opresión (racismo, sexismo, clasismo) no operan de forma aislada, sino que se entrelazan y se refuerzan mutuamente. Una mujer negra de clase trabajadora no experimenta la opresión como la suma de “racismo + sexismo”, sino como una forma de dominación cualitativamente distinta.
Llevar la interseccionalidad al aula implica:
Reconocer las identidades: Ser conscientes de que cada estudiante y docente entra al aula con una identidad social compleja que moldea su experiencia del mundo.
Diversificar el currículo: Ir más allá del canon eurocéntrico y masculino para incluir las voces, historias y saberes de los grupos marginados.
Analizar el poder: Hacer explícitas las dinámicas de poder que operan en el aula y en la sociedad, y cómo estas afectan a quienes tienen identidades subalternas.
Centralidad de la Experiencia y la Narración Personal
En una crítica directa al positivismo académico, hooks argumenta que la experiencia personal es una fuente legítima y poderosa de conocimiento. La teoría no debe ser un discurso abstracto y despojado, sino una herramienta para dar sentido a nuestras vidas.
En su aula, la narración de experiencias personales (el testimonio) se convierte en un texto tan válido como un artículo académico. Esto permite:
Validar a los estudiantes: Les hace sentir que sus vidas y sus luchas importan y tienen un lugar en la producción de conocimiento.
Conectar teoría y práctica: Ayuda a “aterrizar” conceptos abstractos como “hegemonía” o “patriarcado” en la realidad vivida de los estudiantes.
Construir puentes: Fomenta la empatía y la comprensión mutua cuando los estudiantes comparten historias que revelan diferentes posiciones de privilegio y opresión.
Ética del Cuidado, el Eros Pedagógico y la Construcción de Comunidad
hooks propone una educación fundamentada en el amor. No un amor sentimental, sino un amor político, una “ética del cuidado” que implica compromiso, respeto y la voluntad de trabajar por el bien común. Parte de esta ética es lo que ella llama “eros pedagógico”: la pasión y la energía erótica que pueden surgir en el proceso de aprendizaje cuando hay una conexión genuina entre todos los miembros del aula.
Este enfoque busca transformar el aula de un simple agregado de individuos a una “comunidad de aprendizaje”. Una comunidad donde:
Todos son responsables: El aprendizaje es una responsabilidad compartida, no solo del docente.
El conflicto es productivo: Se aprende a manejar el desacuerdo y el conflicto de manera respetuosa y constructiva.
Se fomenta la vulnerabilidad: Se crea un espacio seguro para que tanto estudiantes como docentes puedan ser vulnerables, admitir que no saben y aprender juntos.
Principios Educativos y Prácticas Liberadoras
¿Cómo se traduce esta potente filosofía en prácticas concretas? hooks ofrece varias estrategias para llevar la enseñanza como práctica de la libertad al día a día.
Diálogo Horizontal y Co-creación del Conocimiento
Inspirada en Freire, hooks aboga por un diálogo horizontal que rompa con la dinámica profesor-habla/alumno-escucha. Esto implica:
Disposición del espacio: Romper con las filas y organizar el aula en círculos para facilitar la interacción cara a cara. El círculo de la palabra es una herramienta fundamental.
Escucha activa: El docente debe aprender a escuchar más y a hablar menos, valorando las contribuciones de todos los estudiantes.
Construcción conjunta: El conocimiento no es algo que el profesor “deposita” en los alumnos, sino algo que se co-crea a través de la discusión, el debate y la reflexión colectiva.
Uso del Cuerpo y las Emociones en el Aprendizaje Significativo
hooks critica duramente la educación que ignora el cuerpo y las emociones. Para ella, el aprendizaje real es encarnado.
Reconocer el cuerpo: Animar a los estudiantes (y al docente) a ser conscientes de su presencia física, su postura, su respiración. Un estudiante aburrido o ansioso lo manifiesta corporalmente.
Validar las emociones: Permitir que las emociones (entusiasmo, frustración, incomodidad) formen parte del proceso de aprendizaje. Un debate sobre el racismo, por ejemplo, inevitablemente generará emociones fuertes que deben ser procesadas, no reprimidas.
El rol del docente como modelo emocional: El rol del docente también implica mostrar su propia humanidad y vulnerabilidad, compartiendo sus pasiones y sus dudas.
Estrategias contra el «Modelo Bancario»
La crítica de bell hooks al modelo bancario de la enseñanza, acuñado por Freire, es central. Este modelo ve al estudiante como una cuenta vacía en la que el profesor deposita conocimientos. Para combatirlo, propone:
Preguntas problematizadoras: En lugar de hacer preguntas con una única respuesta correcta, plantear interrogantes abiertos que inviten a la reflexión crítica y conecten los contenidos con la vida de los estudiantes.
Debates y discusiones: Utilizar el debate como herramienta principal para que los estudiantes desarrollen sus propios argumentos, escuchen perspectivas diferentes y construyan conocimiento de forma dialógica.
Diarios reflexivos: Pedir a los estudiantes que escriban regularmente sobre sus procesos de aprendizaje, sus dudas, sus descubrimientos y sus conexiones emocionales con el material.
Creación de Aulas Inclusivas
Un aula liberadora es, por definición, un espacio de educación inclusiva. Para hooks, esto va más allá de simplemente “tolerar” la diversidad.
Políticas anti-opresión explícitas: Establecer desde el primer día, a través de un contrato pedagógico co-creado, que en el aula no se tolerará ninguna forma de lenguaje o comportamiento racista, sexista, homofóbico o clasista.
Atención al lenguaje: Ser conscientes del lenguaje que usamos, evitando generalizaciones y estereotipos, y utilizando un lenguaje que nombre y valide todas las identidades.
Diversidad en los materiales: Asegurarse de que los textos, ejemplos y recursos visuales utilizados en clase reflejen una amplia gama de culturas, identidades y perspectivas.

Aplicaciones Prácticas en Entornos Educativos
Las ideas de hooks han sido implementadas en diversos contextos, demostrando su flexibilidad y potencia.
En universidades de EE. UU. y Europa: Su pedagogía ha sido fundamental en el desarrollo de los Women’s Studies, Black Studies y Cultural Studies. En estos espacios, se utilizan seminarios interdisciplinarios donde se analiza una película, se lee un poema y se discute una teoría, todo ello conectado con las experiencias de los participantes.
Adaptaciones en Hispanoamérica: En América Latina, la pedagogía de hooks dialoga fructíferamente con la tradición de la Educación Popular. Se ha aplicado en:
Cátedras de pedagogía decolonial: Para cuestionar el legado del colonialismo en el conocimiento y visibilizar los saberes de los pueblos originarios y afrodescendientes.
Talleres de literatura y escritura creativa: Utilizando la narración personal como herramienta para el empoderamiento de mujeres, comunidades migrantes o grupos LGTBQ+.
Proyectos de arte comunitario: Donde el arte se utiliza como lenguaje para explorar identidades, denunciar injusticias y construir memoria colectiva.
Recursos didácticos inspirados en hooks:
Contratos pedagógicos (Syllabus): Redactar el programa del curso no como un documento de reglas, sino como una invitación a una aventura de aprendizaje, definiendo responsabilidades compartidas.
Círculos de diálogo: Iniciar o cerrar las clases con un círculo donde cada persona pueda compartir una reflexión o un sentir sin ser interrumpida.
Evaluación co-diseñada: Involucrar a los estudiantes en la creación de los criterios de evaluación y las rúbricas, promoviendo la autoevaluación y coevaluación.
Influencia y Legado en la Pedagogía Contemporánea
El impacto de bell hooks se extiende mucho más allá de sus propios libros. Su pensamiento ha nutrido a varias generaciones de educadores, activistas y académicos.
Diálogo con la Pedagogía Crítica
hooks es una figura central de la pedagogía crítica. Si bien se basa en Freire, también lo expande y lo critica. Su principal aporte fue feminizar y racializar la pedagogía crítica, que en sus inicios estaba muy centrada en la opresión de clase. hooks insistió en que no se puede hablar de liberación sin hablar de patriarcado y supremacía blanca, incluso dentro de los movimientos de izquierda. Su trabajo se alinea con el de otros pensadores como Henry Giroux, pero siempre desde una perspectiva única de mujer negra.
Impacto en el Feminismo y los Movimientos Sociales
Su insistencia en la interseccionalidad fue clave para el desarrollo del feminismo de la tercera ola y el feminismo negro. Ayudó a que el movimiento feminista (a menudo dominado por mujeres blancas de clase media) reconociera sus propios sesgos racistas y clasistas. Hoy, su pensamiento es una referencia indispensable para los movimientos por la justicia social, desde Black Lives Matter hasta los movimientos transfeministas, que entienden que no se puede luchar por una causa sin considerar cómo se cruza con otras.
Críticas y Limitaciones de su Enfoque
Como toda propuesta radical, la pedagogía de hooks no está exenta de críticas y desafíos prácticos.
Riesgos de idealismo: Algunos críticos señalan que su visión de un aula como comunidad de sanación puede ser difícil de aplicar en contextos de masificación, con cursos de cientos de estudiantes, o en entornos con alta precariedad laboral docente, donde los profesores no tienen el tiempo ni la energía para el nivel de implicación emocional que hooks propone.
La viabilidad de la horizontalidad: ¿Es posible (o deseable) una horizontalidad absoluta? La institución educativa impone una jerarquía (el docente tiene que calificar, por ejemplo). Gestionar un diálogo verdaderamente horizontal sin caer en el caos o sin que las voces más privilegiadas dominen la conversación requiere una enorme habilidad pedagógica.
Articulación con políticas públicas: La transformación del aula es fundamental, pero no suficiente. Para que la práctica de la libertad sea sostenible, debe estar respaldada por políticas institucionales y públicas que promuevan la equidad, la diversidad curricular y la formación docente en enfoques críticos. La pedagogía de hooks no puede ser una solución mágica a problemas estructurales.
La pedagogía de bell hooks es, ante todo, una invitación valiente. Nos invita a repensar el propósito mismo de la educación: no como una mera transmisión de información, sino como una práctica humanizadora y profundamente ética. Su obra nos enseña que el aula no es un espacio neutral, sino un campo político donde se pueden reproducir las jerarquías del mundo exterior o, por el contrario, se puede plantar la semilla de una sociedad más justa.
Sus aportes sobre la interseccionalidad, la importancia de la emoción y la experiencia, y la construcción de comunidad son más pertinentes que nunca para enfrentar las crecientes desigualdades en Hispanoamérica. Abrazar la enseñanza como una práctica de la libertad no es un camino fácil. Exige coraje, vulnerabilidad y un compromiso inquebrantable con la esperanza. Pero como hooks nos recordó a lo largo de toda su vida, es en ese esfuerzo colectivo, en ese encuentro apasionado con el conocimiento y con los otros, donde reside la promesa de la verdadera emancipación.
Glosario
Interseccionalidad: Concepto que describe cómo las diferentes formas de opresión (como el racismo, el sexismo, el clasismo, la homofobia, etc.) no actúan de forma independiente, sino que se cruzan y se superponen en la vida de las personas, creando experiencias únicas de discriminación y privilegio.
Pedagogía Crítica: Corriente educativa, fuertemente influenciada por Paulo Freire, que busca que los estudiantes y docentes cuestionen y desafíen las creencias y prácticas dominantes que generan opresión. Su objetivo es la toma de conciencia (concienciación) y la acción transformadora.
Educación Bancaria: Metáfora acuñada por Paulo Freire y adoptada por hooks para describir el modelo educativo tradicional. En este modelo, el docente “deposita” conocimientos en la mente de los estudiantes, quienes son vistos como receptores pasivos y vacíos.
Praxis: Término central en la pedagogía crítica que se refiere a la relación dialéctica entre la teoría y la práctica. No basta con reflexionar sobre el mundo (teoría), es necesario actuar para transformarlo (práctica), y esa acción debe, a su vez, informar una nueva reflexión.
Eros Pedagógico: Concepto utilizado por hooks para describir la energía, la pasión y el placer que pueden surgir en el proceso de aprendizaje cuando se establece una conexión vital y afectiva entre los participantes del aula. No se refiere a un eros sexual, sino a la fuerza vital del conocimiento compartido.
Pedagogía Transgresora: El enfoque propuesto por hooks que anima a docentes y estudiantes a “cruzar fronteras” conceptuales, emocionales y jerárquicas en el aula para crear un espacio de aprendizaje más libre, inclusivo y desafiante.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
1. ¿Cómo puedo gestionar la vulnerabilidad y las emociones intensas que pueden surgir en un aula que sigue la pedagogía de hooks? La clave es establecer una comunidad de aprendizaje basada en la confianza y el respeto mutuo desde el primer día. Esto se logra co-creando normas de convivencia claras (un contrato pedagógico) que enfaticen la escucha activa y el no juzgar. El docente debe modelar la vulnerabilidad de manera apropiada, sin sobreexponerse, y estar preparado para facilitar conversaciones difíciles, sabiendo cuándo hacer una pausa, redirigir el diálogo o simplemente validar una emoción sin necesidad de resolverla de inmediato.
2. Si busco una relación más horizontal, ¿cómo manejo la evaluación y las calificaciones, que son inherentemente jerárquicas? hooks no aboga por eliminar la evaluación, sino por hacerla más dialógica y transparente. Se pueden implementar estrategias como la autoevaluación y la coevaluación, donde los estudiantes reflexionan sobre su propio aprendizaje y el de sus compañeros. También es útil diseñar las rúbricas y criterios de evaluación con los estudiantes, para que entiendan claramente qué se espera de ellos y se sientan parte del proceso. La calificación final sigue siendo responsabilidad del docente, pero el proceso que conduce a ella puede ser mucho más colaborativo y formativo.
3. ¿Esta pedagogía solo es aplicable en cursos de humanidades o ciencias sociales? Aunque sus ejemplos a menudo provienen de estos campos, los principios de la pedagogía de hooks son aplicables a cualquier disciplina. En una clase de matemáticas, por ejemplo, se puede fomentar el diálogo sobre la ansiedad matemática, explorar la historia de las matemáticas en diferentes culturas no occidentales o utilizar el aprendizaje basado en problemas para resolver cuestiones relevantes para la comunidad. En ciencias, se pueden debatir las implicaciones éticas de los descubrimientos científicos. La clave es conectar el contenido con la vida de los estudiantes y fomentar el pensamiento crítico sobre cómo se produce y utiliza el conocimiento en esa área.
4. ¿Cuál es un primer paso pequeño y práctico para empezar a aplicar estas ideas en mi aula tradicional? Un excelente primer paso es cambiar la disposición física del aula. Simplemente organizar las sillas en círculo o en forma de U, en lugar de en filas, rompe la dinámica frontal y fomenta que los estudiantes se miren y hablen entre sí. Otro paso sencillo es comenzar cada clase con una pregunta abierta y reflexiva (un check-in) donde cada estudiante pueda compartir algo brevemente en un círculo de diálogo, creando un sentido de comunidad antes de sumergirse en el contenido.
Bibliografía
hooks, b. (1994). Teaching to Transgress: Education as the Practice of Freedom. Routledge. (Publicado en español como Enseñar a transgredir: La educación como práctica de la libertad por la editorial Capitán Swing).
hooks, b. (2003). Teaching Community: A Pedagogy of Hope. Routledge. (Publicado en español como Enseñar comunidad: Una pedagogía de la esperanza por la editorial Traficantes de Sueños).
hooks, b. (2010). Teaching Critical Thinking: Practical Wisdom. Routledge. (Publicado en español como Enseñar pensamiento crítico: Sabiduría práctica por la editorial Paidós).
hooks, b. (1981). Ain’t I a Woman: Black Women and Feminism. South End Press. (Publicado en español como ¿Acaso no soy yo una mujer?: Mujeres negras y feminismo por la editorial Traficantes de Sueños).
hooks, b. (1984). Feminist Theory: From Margin to Center. South End Press. (Publicado en español como Teoría feminista: De los márgenes al centro por la editorial Traficantes de Sueños).
Freire, P. (1970). Pedagogy of the Oppressed. Herder and Herder. (Publicado en español como Pedagogía del oprimido por la editorial Siglo XXI).