A principios del siglo XX, en una Ginebra que bullía de ideas nuevas, un médico y neurólogo llamado Édouard Claparède observaba a los niños en las escuelas y se sentía profundamente insatisfecho. Veía un sistema educativo que parecía diseñado en contra de la naturaleza infantil: pupitres rígidos, lecciones abstractas y una disciplina que ignoraba la curiosidad y la energía desbordantes de los alumnos. En lugar de preguntar “¿Qué debe aprender este niño?”, Claparède, con su mente de científico, se hizo una pregunta mucho más radical: “¿Para qué sirve aprender?” “¿Cuál es la función de la infancia, del juego, del interés?”. Esta simple, pero revolucionaria, inversión de la pregunta dio origen a la pedagogía de Claparède, un enfoque que buscaba crear una “escuela a la medida” del niño, basando todo el proceso educativo en la ciencia de la psicología.
Este artículo es una guía exhaustiva para comprender el pensamiento de Édouard Claparède, una de las figuras más influyentes del movimiento de la Escuela Nueva. Exploraremos su vida y cómo su formación médica sentó las bases de su visión. Desglosaremos los fundamentos de su psicología funcional y veremos cómo la aplicó para crear una educación funcional, centrada en las necesidades, el interés y el juego. Analizaremos sus métodos, su legado en el famoso Instituto Rousseau, su impacto en pedagogos como Piaget y la sorprendente relevancia de sus ideas en los debates actuales sobre motivación, aprendizaje personalizado y neurociencia.
Qué vas a encontrar en este artículo
Contexto Histórico y Biografía de Claparède
Édouard Claparède (1873-1940) fue un hombre puente: unió la medicina del siglo XIX con la psicología infantil del siglo XX y construyó con ambas una nueva pedagogía. Su vida y obra estuvieron dedicadas a entender científicamente la mente del niño para poder educarlo mejor.
Orígenes y Formación Inicial
Nacido en Ginebra, Suiza, en una familia de tradición hugonote, Claparède se formó inicialmente como médico y neurólogo. Sus estudios lo llevaron por las mejores universidades de Suiza, Alemania y Francia, donde se especializó en psicología experimental. Esta sólida base científica y biológica es crucial para entender su pensamiento: siempre vio los procesos mentales no como fenómenos abstractos, sino como herramientas biológicas que cumplen una función adaptativa.
Su interés se desplazó gradualmente de la neurología de los adultos a la psicología infantil. Le fascinaba el desarrollo, el aprendizaje y la memoria. Comprendió que para construir una verdadera ciencia de la educación, primero era necesario construir una verdadera ciencia del niño.
Evolución Profesional y Contribuciones Clave
Claparède se convirtió en una figura central en la Universidad de Ginebra, donde dirigió el laboratorio de psicología. Su gran obra institucional fue la fundación, en 1912, del Instituto Jean-Jacques Rousseau, junto a su colega Pierre Bovet. Este instituto no era solo una universidad, sino un centro de investigación, formación de maestros y difusión de las ideas de la Escuela Nueva. Se convirtió en un faro internacional que atrajo a educadores de todo el mundo, ansiosos por aprender sobre esta nueva forma de educar centrada en el niño.
Desde allí, Claparède publicó obras fundamentales como “Psicología del Niño y Pedagogía Experimental” (1909) y “La Educación Funcional” (1931). En ellas, argumentaba con rigor científico que la educación tradicional estaba equivocada porque ignoraba las leyes del desarrollo y el comportamiento infantil. Proponía, en cambio, una pedagogía que partiera del niño, de sus necesidades e intereses, para convertir el aprendizaje en una actividad vital y llena de sentido.

Fundamentos Teóricos: Psicología Funcional y Pedagogía Experimental
Para Claparède, la pedagogía no podía ser una colección de opiniones o tradiciones; debía ser una ciencia aplicada, con sus raíces firmemente plantadas en la psicología.
Psicología Funcional como Base
La corriente psicológica a la que Claparède adhirió fue el funcionalismo. A diferencia de otras escuelas que se preguntaban “¿qué es la mente?”, el funcionalismo se pregunta “¿para qué sirve la mente?“. Concibe los procesos mentales (la atención, la memoria, la inteligencia, el juego) como funciones que ayudan al organismo a adaptarse a su entorno y a satisfacer sus necesidades.
El porqué de la conducta: La pregunta clave es siempre funcional: ¿Por qué un niño juega? ¿Por qué se distrae? ¿Por qué siente curiosidad? La respuesta, para un funcionalista, siempre está ligada a una necesidad. El juego no es una pérdida de tiempo, es la principal herramienta del niño para explorar el mundo, practicar habilidades y desarrollarse. La distracción no es un defecto, es una señal de que la actividad actual no responde a ninguna necesidad o interés presente.
Visión biológica y pragmática: Claparède veía al niño como un ser biológico en acción. La conducta infantil es una respuesta a un desequilibrio. Cuando un niño siente una necesidad (hambre, curiosidad, seguridad), ese desequilibrio lo impulsa a actuar para restablecer el equilibrio. La inteligencia es, en esencia, la capacidad de resolver los problemas que nos impiden satisfacer nuestras necesidades.
Principios de la Educación Funcional
Si la conducta es una respuesta a una necesidad, la educación debe ser, por tanto, el arte de presentar los conocimientos de tal manera que respondan a las necesidades del niño. De aquí se derivan sus principios clave:
La Necesidad como Motor del Aprendizaje: Todo aprendizaje debe estar anclado en una necesidad. El niño no aprenderá a leer si no siente la necesidad de comprender un cuento que le fascina o de leer las instrucciones de un juego. La tarea del maestro es crear situaciones que despierten esas necesidades.
El Interés como Manifestación de la Necesidad: El interés es la brújula del educador. Un niño está interesado en algo porque esa actividad, en ese preciso momento, conecta con una necesidad profunda. Claparède formuló la “Ley del interés momentáneo”: la actividad que nos moviliza es siempre la que responde a la necesidad del presente. Por ello, la educación no puede ser rígida; debe ser capaz de capitalizar los intereses que surgen espontáneamente en el niño.
El Juego como Actividad Funcional por Excelencia: Claparède fue uno de los grandes defensores del aprender jugando. Para él, el juego no era lo opuesto al trabajo serio, sino la actividad más seria y funcional de la infancia. A través del juego, el niño practica las habilidades que necesitará en la vida adulta, explora roles sociales, resuelve problemas y, sobre todo, persigue fines que le son propios, lo que constituye el máximo ejercicio de la inteligencia y la voluntad.
Métodos Pedagógicos Innovadores
La visión de Claparède no se quedó en la teoría. Propuso un cambio radical en la práctica docente, transformando al maestro y al aula.
Enfoque Experimental y Observación
Claparède sostenía que la pedagogía debía adoptar el método científico. El maestro no debe ser un mero aplicador de recetas, sino un observador atento y un experimentador prudente.
El maestro como psicólogo: El educador debe conocer las leyes del desarrollo infantil. Debe ser capaz de diagnosticar los intereses y las dificultades de cada alumno. La observación sistemática es su herramienta principal.
El aula como laboratorio: Cada actividad puede ser vista como un pequeño experimento. ¿Funciona mejor este método o aquel? ¿Qué tipo de problemas motivan más a este grupo de alumnos? El maestro debe estar dispuesto a probar, a equivocarse y a ajustar su práctica basándose en la evidencia que recoge de sus propios estudiantes. Este es el núcleo de la pedagogía experimental.
Escuela Activa y Aprendizaje por Descubrimiento
Si la educación debe ser funcional, la escuela debe ser un espacio de vida y acción, no de escucha pasiva. De aquí nace su concepto de “Escuela Activa” y “escuela a la medida”.
El niño como centro: La actividad debe partir del niño. El aprendizaje es más profundo y duradero cuando es el resultado de la exploración, la investigación y el descubrimiento personal. El maestro no es un orador, sino un facilitador que crea un entorno rico en estímulos y plantea problemas interesantes.
Una “escuela a la medida”: Claparède sabía que los niños no son todos iguales. Tienen diferentes ritmos, intereses y aptitudes. Por ello, abogaba por un sistema educativo flexible que permitiera la individualización del aprendizaje. Proponía un currículo con una parte común obligatoria y una parte opcional, donde cada alumno pudiera elegir materias y proyectos según sus propios intereses y talentos. Esta idea es la precursora directa del aprendizaje personalizado.

Aplicaciones Prácticas en Entornos Educativos
Las ideas de Claparède no fueron una utopía; se llevaron a la práctica y tuvieron un impacto tangible en la educación mundial.
Implementación Histórica en el Instituto Rousseau
El Instituto Jean-Jacques Rousseau se convirtió en el laboratorio de la pedagogía de Claparède. Allí se formaron generaciones de maestros bajo los principios de la Escuela Nueva. Se experimentaba con nuevos métodos, se diseñaban materiales didácticos que fomentaban la actividad infantil y se realizaban investigaciones pioneras en psicología del desarrollo. El instituto era la prueba viviente de que una educación centrada en el niño era posible y exitosa.
Uno de los experimentos más famosos de Claparède, aunque realizado fuera del instituto, ilustra perfectamente su genio funcionalista. Al tratar a una paciente amnésica que no podía formar nuevos recuerdos, cada día la saludaba y ella no lo reconocía. Un día, escondió un alfiler en su mano y, al estrechar la de ella, la pinchó. Al día siguiente, la paciente seguía sin reconocerlo, pero cuando él le extendió la mano, ella la retiró con recelo. Su mente consciente no recordaba, pero su sistema nervioso había “aprendido” funcionalmente a evitar el dolor. Este experimento demostró que el aprendizaje es un proceso adaptativo profundo, que va más allá de la memoria consciente.
Adaptaciones en Hispanoamérica y Contextos Modernos
Las ideas de la Escuela Nueva, de las cuales Claparède fue un embajador clave, se diseminaron por Hispanoamérica a lo largo del siglo XX.
En Colombia, el modelo “Escuela Nueva”, reconocido mundialmente por su éxito en la educación rural, incorpora muchos principios claredianos: aprendizaje activo, guías de trabajo que permiten a los niños avanzar a su propio ritmo y un fuerte vínculo con la vida de la comunidad.
En México, Perú y otros países, pedagogos progresistas se inspiraron en su obra para impulsar reformas que buscaban superar el modelo tradicional, promoviendo una escuela más participativa, inclusiva y centrada en los intereses del estudiante. Sus ideas sobre el juego educativo son hoy una base fundamental para el diseño de actividades en la educación inicial y primera infancia en toda la región.
Influencia y Legado en la Pedagogía Contemporánea
El legado de Claparède es inmenso, no solo por sus propias contribuciones, sino también por haber sentado las bases para algunos de los desarrollos más importantes de la psicología y la pedagogía del siglo XX.
Impacto en Pedagogos Posteriores
La comparación más importante es con Jean Piaget. No es una exageración decir que Claparède le pasó la estafeta. Piaget fue su alumno, su colaborador y, finalmente, su sucesor como director del Instituto Rousseau.
De la función a la estructura: Claparède formuló las preguntas funcionales: ¿cómo se adapta la inteligencia del niño? ¿Por qué piensa de manera diferente a los adultos? Piaget dedicó su vida a responder estas preguntas, pero desde una perspectiva estructural, describiendo las etapas del desarrollo cognitivo. Claparède abrió la puerta y Piaget construyó el edificio de la epistemología genética, una de las teorías del aprendizaje más influyentes de la historia, como la teoría cognitiva de Piaget.
Claparède fue, junto a John Dewey, María Montessori y Célestin Freinet, una de las columnas vertebrales del movimiento internacional de la Escuela Nueva y las metodologías activas.
Relevancia Actual en Desafíos Educativos
Las ideas de Claparède son hoy más relevantes que nunca:
Motivación Intrínseca: En una época de apatía estudiantil, su insistencia en que el aprendizaje debe conectar con los intereses y necesidades del alumno es fundamental. Nos recuerda la importancia del rol de la motivación en el aprendizaje.
Gamificación y Aprendizaje Basado en Juegos: La actual tendencia de la gamificación en el aula es una aplicación directa de su principio de que el juego es el motor natural del aprendizaje.
Neuroeducación: Muchos de los descubrimientos de la neuroeducación validan las intuiciones de Claparède: el cerebro aprende mejor cuando está emocionalmente implicado, cuando la tarea tiene un propósito claro y cuando se permite la exploración activa.
Críticas y Limitaciones de su Enfoque
A pesar de su enorme contribución, el enfoque de Claparède no está exento de críticas y desafíos prácticos.
Análisis de Debilidades Históricas
Una crítica recurrente es que un modelo educativo basado exclusivamente en los intereses espontáneos del niño podría ser caótico y dejar lagunas importantes en su formación. ¿Cómo se asegura la transmisión del acervo cultural si solo se enseña lo que al niño le interesa en un momento dado? Se le acusa de un cierto “paidocentrismo” que puede subestimar el rol del maestro como guía y transmisor de conocimiento estructurado.
Además, su ideal de “escuela a la medida” es extremadamente difícil de implementar en sistemas de educación pública con ratios elevadas de alumnos por aula y currículos estandarizados. Requiere maestros altamente cualificados, recursos abundantes y una gran flexibilidad institucional, condiciones que no siempre se dan.
Sugerencias para Adaptaciones Contemporáneas
Para ser viable hoy, la pedagogía de Claparède debe ser equilibrada. No se trata de abandonar el currículo, sino de encontrar formas de conectar los objetivos curriculares con los intereses de los estudiantes. El aprendizaje basado en proyectos (ABP) es un excelente ejemplo de adaptación moderna: se parte de una pregunta o un problema que interesa a los alumnos (funcionalismo) y, para resolverlo, deben investigar y aprender contenidos curriculares específicos.
La planificación inclusiva y el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) también recogen su testigo, al proponer múltiples formas de presentar la información y de permitir que los alumnos expresen lo que saben, creando un entorno más flexible y “a la medida” de las diversas necesidades.
Édouard Claparède fue el científico que le dio a la pedagogía un cerebro y un corazón que funcionaban al unísono. Nos enseñó que para educar a un niño, primero hay que entenderlo, y para entenderlo, hay que observarlo con la rigurosidad de un científico y el respeto de un humanista. Su gran legado es la educación funcional: la idea de que el aprendizaje solo es verdadero cuando tiene un propósito, cuando sirve para algo en la vida del que aprende.
La pedagogía de Claparède nos deja una pregunta tan simple como poderosa, una pregunta que todo educador debería hacerse cada día al planificar una clase: “¿Y esto, para qué le sirve al niño?”. En la respuesta a esa pregunta reside la diferencia entre una enseñanza que se impone y un aprendizaje que da vida.
Recursos Prácticos para Docentes
Diseñando una Actividad Funcional (Método Claparède)
Sigue estos pasos para transformar una lección tradicional en una actividad funcional:
Identifica el Objetivo Curricular: ¿Qué concepto o habilidad necesitas enseñar? (Ej: Los porcentajes).
Busca la Necesidad/Interés: ¿En qué situaciones de la vida real de tus alumnos aparecen los porcentajes? (Ej: Descuentos en videojuegos, estadísticas de su deportista favorito, la batería del celular, recetas de cocina).
Crea un Problema o Juego: Diseña una actividad que parta de ese interés. (Ej: “Imagina que tienes $1000 para comprar en una tienda con diferentes descuentos. ¿Cómo puedes maximizar tu compra?” o “Vamos a analizar las estadísticas de pases completados de dos futbolistas. ¿Quién es más efectivo?”).
Facilita la Exploración (Escuela Activa): Proporciona los materiales necesarios y deja que los alumnos, en grupos, busquen sus propias estrategias para resolver el problema. No des la fórmula de inmediato.
Guía hacia el Concepto: A medida que trabajan, guía la discusión para que ellos mismos “descubran” la necesidad y la utilidad de la fórmula del porcentaje. El aprendizaje surge como la solución a un problema real y motivador.
Glosario
Psicología Funcional: Corriente de la psicología que estudia los procesos mentales desde el punto de vista de su función o propósito adaptativo.
Educación Funcional: Enfoque pedagógico que sostiene que la educación debe basarse en las necesidades e intereses del niño, ya que toda actividad es una respuesta a una necesidad.
Escuela a la Medida: Ideal pedagógico de Claparède que propone un sistema educativo flexible y diversificado, capaz de adaptarse a las aptitudes e intereses individuales de cada alumno.
Ley del Interés: Principio según el cual un niño solo se moviliza por una actividad si esta conecta con una de sus necesidades del momento presente.
Instituto Rousseau: Centro de investigación y formación pedagógica fundado por Claparède en Ginebra en 1912, que se convirtió en el epicentro del movimiento de la Escuela Nueva en Europa.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
1. ¿Cuál es la idea principal de la educación funcional de Claparède? La idea principal es que la educación debe partir de las necesidades e intereses del niño. El aprendizaje es una actividad biológica que cumple la función de ayudar al niño a adaptarse y resolver problemas, por lo que la escuela debe organizar sus actividades en torno a estos impulsos naturales.
2. ¿En qué se diferencia Claparède de María Montessori? Ambos pertenecen a la Escuela Nueva y centran la educación en el niño. La principal diferencia radica en el método. Montessori diseñó un ambiente y unos materiales muy estructurados para guiar el autoaprendizaje del niño. Claparède, aunque también valoraba la actividad, puso más énfasis en la flexibilidad, en la adaptación constante del maestro a los intereses espontáneos del niño y en la escuela “a la medida”.
3. ¿Qué es la “Escuela Nueva”? La Escuela Nueva fue un movimiento de renovación pedagógica de finales del siglo XIX y principios del XX que reaccionó contra la escuela tradicional. Sus principios comunes incluían centrar la educación en el niño (paidocentrismo), fomentar la actividad y la experiencia directa, y promover un ambiente de libertad y cooperación.
4. ¿Cuál fue la relación entre Claparède y Piaget? Claparède fue el maestro y mentor de Piaget. Lo invitó a dirigir las investigaciones en el Instituto Rousseau. Claparède planteó las grandes preguntas sobre cómo funciona la mente infantil (el enfoque funcional), y Piaget dedicó su carrera a describir las estructuras y etapas de ese funcionamiento (el enfoque estructuralista).
5. ¿Es aplicable el método de Claparède en una clase con muchos alumnos? Es un desafío, pero es posible. No se trata de crear 30 planes de clase distintos, sino de incorporar la flexibilidad. Se puede lograr a través de metodologías como el trabajo por proyectos, los rincones de aprendizaje, o dando a los alumnos la posibilidad de elegir entre diferentes tareas para alcanzar un mismo objetivo de aprendizaje.
Bibliografía
Claparède, É. (1931). La educación funcional. Ediciones de la Lectura.
Claparède, É. (1923). Psicología del niño y pedagogía experimental. Librería de Francisco Beltrán.
Claparède, É. (2018). La escuela a la medida. Red Ediciones.
Palacios, J. (1984). La cuestión escolar: críticas y alternativas. Editorial Laia. (Contiene análisis sobre Claparède y la Escuela Nueva).
Trilla, J., et al. (2001). El legado pedagógico del siglo XX para la escuela del siglo XXI. Editorial Graó.
Avanzini, G. (1998). La pedagogía en el siglo XX. Narcea Ediciones.