Guía práctica de Técnicas de Relajación para Docentes: 6 ejercicios efectivos para la escuela

La jornada escolar es un entorno de alta demanda. Un docente no solo gestiona contenidos y planificaciones, sino que también es un gestor emocional, un mediador de conflictos y un pilar de apoyo para decenas de estudiantes. Esta multitarea constante genera un desgaste que, si no se maneja, se acumula. El resultado es conocido: hombros tensos, voz cansada, paciencia corta y una sensación de niebla mental al final del día. Por eso, dominar algunas técnicas de relajación para docentes no es un lujo, sino una herramienta pedagógica y de supervivencia profesional.

El estrés crónico no solo afecta la salud mental de los docentes, sino que impacta directamente en la calidad de la enseñanza y en el ambiente del aula. Cuando el docente está sobrecargado, su capacidad para tomar decisiones claras, conectar con los alumnos y responder con empatía disminuye.

Muchos creen que no tienen tiempo para relajarse, pero el enfoque de este artículo no es proponer largas sesiones de meditación. El objetivo es ofrecer una guía de ejercicios prácticos, breves y efectivos que se pueden aplicar en minutos, incluso dentro del aula o en el pasillo entre clases. Se trata de “micro-pausas” que permiten regular el sistema nervioso, recuperar la claridad y mantener el equilibrio en medio de la intensidad diaria.

Qué vas a encontrar en este artículo

Por qué las pausas rápidas de relajación son esenciales

Para entender por qué unos minutos de calma son tan poderosos, debemos mirar la fisiología del estrés. El trabajo docente, con sus sorpresas constantes, plazos de entrega y la necesidad de “estar siempre alerta”, mantiene al sistema nervioso en modo simpático. Este es el modo de “lucha o huida”.

El cuerpo se inunda de cortisol y adrenalina. El corazón late más rápido, los músculos se tensan (especialmente cuello, hombros y mandíbula), la respiración se vuelve corta y superficial, y la sangre se desvía de la corteza prefrontal (el cerebro pensante) hacia la amígdala (el cerebro reactivo).

Permanecer en este estado por horas deriva en un estrés laboral crónico. Aquí es donde las pausas rápidas actúan como un interruptor.

La base fisiológica: regulando el sistema nervioso

Las técnicas de relajación para docentes que proponemos, especialmente las basadas en la respiración, tienen un objetivo claro: activar el sistema nervioso parasimpático. Este es el modo de “descansar y digerir”.

Cuando se exhala de forma lenta y controlada, se envía una señal directa al cerebro, a través del nervio vago, de que el peligro ha pasado. El cerebro responde ordenando al cuerpo que baje el ritmo. El pulso disminuye, la presión arterial baja y los músculos comienzan a soltarse. En menos de 90 segundos, el cuerpo puede cambiar de un estado de alarma a uno de calma.

Efectos comprobados sobre la ansiedad y la toma de decisiones

Cuando el cerebro está “secuestrado” por la amígdala debido al estrés, la capacidad de pensar con claridad se anula. Un docente en este estado reacciona en lugar de responder. Puede gritar en lugar de hablar, imponer en lugar de dialogar, o simplemente sentirse bloqueado.

Una pausa de relajación de dos minutos devuelve el flujo sanguíneo a la corteza prefrontal. Esto permite recuperar funciones ejecutivas clave para la docencia:

  • Mejor toma de decisiones.

  • Mayor capacidad de planificación y resolución de problemas.

  • Regulación emocional.

  • Mejora de la atención y memoria.

La diferencia entre “descansar” y “recuperar energía emocional”

En un recreo o pausa, es común que un docente se siente y revise su teléfono, corrija un trabajo rápido o hable con un colega sobre un problema. Eso es un descanso físico, pero no es una recuperación emocional.

La recuperación emocional implica descargar activamente la tensión acumulada. Revisar el correo o las redes sociales puede, de hecho, aumentar la carga cognitiva. En cambio, cerrar los ojos un minuto y enfocarse solo en la respiración es una recuperación activa. Esta es la diferencia fundamental para prevenir el síndrome de burnout docente, que no es solo cansancio físico, sino agotamiento emocional.

Beneficios tangibles en el aula

Implementar estas pausas tiene efectos directos en la práctica docente:

  • Protección de la voz: La tensión se acumula en la garganta y los hombros. Un docente relajado fuerza menos la voz. Esto es crucial para el cuidado vocal docente.

  • Mejor gestión del aula: La calma es contagiosa. Un docente centrado proyecta autoridad tranquila, lo que influye en una mejor gestión del aula.

  • Mejora del vínculo pedagógico: Los estudiantes perciben la autenticidad. Un docente que maneja su estrés con herramientas visibles se vuelve un modelo a seguir, fortaleciendo el vínculo pedagógico y la confianza.

cómo calmar el estrés en clase

Prepararse para una pausa efectiva: el primer paso

Las técnicas no funcionan si no se usan. Y no se usan si no se reconoce cuándo se necesitan. El primer paso para una relajación efectiva es desarrollar la autoconciencia.

Reconocer las señales tempranas de tensión

El cuerpo avisa mucho antes de que la mente se dé cuenta. El desafío es aprender a escuchar esas señales tempranas, antes de que el estrés se convierta en una explosión o en un agotamiento total. Estas señales son personales, pero suelen incluir:

  • Físicas: Apretar la mandíbula, fruncir el ceño, respiración corta y alta (en el pecho, no en el abdomen), hombros subidos hacia las orejas, dolor leve de cabeza, tensión en el estómago, necesidad de moverse constantemente.

  • Emocionales: Irritabilidad, impaciencia (querer que el alumno termine de hablar ya), cinismo, apatía, sensación de estar “en piloto automático”.

  • Mentales: Dificultad para concentrarse, olvidos, rumiación (dar vueltas a un problema sin solucionarlo), visión de túnel (solo ver el problema y no la solución).

Identificar los síntomas de agotamiento emocional docente en sus primeras fases es lo que permite usar estas técnicas rápidas con éxito. Si se espera a estar en plena crisis, es mucho más difícil volver a la calma.

Crear y defender los micro‑espacios de calma

No se necesita una sala especial. Un micro-espacio de calma es un concepto más mental que físico. Puede ser:

  • El propio escritorio antes de que lleguen los alumnos.

  • Un rincón del aula mientras los estudiantes trabajan en silencio.

  • El pasillo mientras se espera que cambie la hora.

  • El baño (un espacio privado subestimado para una pausa de 30 segundos).

  • El patio, mirando un árbol por un minuto.

Crear el espacio significa decidir que esos 60 segundos son para uno mismo. Defenderlo significa no usar ese minuto para revisar el teléfono o planificar la siguiente actividad, sino para aplicar activamente una de las técnicas.

Adoptar una postura consciente

El cuerpo y la mente están conectados. Una postura de derrota o tensión refuerza el estrés. Antes de empezar cualquier ejercicio, se debe adoptar una postura consciente, incluso si se está sentado.

  • Pies en el suelo: Sentir el contacto firme de las plantas de los pies con el suelo. Esto da una sensación de anclaje.

  • Espalda recta pero no rígida: Imaginar un hilo que tira suavemente de la coronilla hacia el techo.

  • Hombros relajados: Inhalar, subir los hombros hacia las orejas, y al exhalar, dejarlos caer y soltarlos, lejos del cuello.

  • Manos sueltas: Dejarlas descansar sobre el regazo o la mesa, sin apretar.

Solo cambiar la postura ya envía una señal de calma al cerebro. Este simple acto es una forma poderosa de autocuidado docente.

6 Técnicas de relajación rápida para docentes (la guía práctica)

Aquí presentamos seis técnicas de relajación para docentes diseñadas para el contexto escolar. Son breves, no requieren equipo y se pueden hacer discretamente.

1. Respiración 4-7-8 (la pausa de emergencia)

Esta técnica es una de las más potentes para frenar una respuesta de ansiedad aguda, ya que se enfoca en una exhalación larga que activa fuertemente el sistema parasimpático.

  • Qué es: Un patrón de respiración específico que actúa como un tranquilizante natural.

  • Por qué funciona: La retención del aliento (7 seg) oxigena la sangre, y la exhalación larga (8 seg) ralentiza drásticamente el ritmo cardíaco.

  • Cómo hacerlo (paso a paso):

    1. Sentarse con la espalda recta.

    2. Colocar la punta de la lengua justo detrás de los dientes superiores.

    3. Exhalar todo el aire por la boca, haciendo un sonido soplante.

    4. Cerrar la boca e inhalar silenciosamente por la nariz contando hasta 4.

    5. Retener la respiración contando hasta 7.

    6. Exhalar ruidosamente por la boca contando hasta 8.

    7. Repetir el ciclo 3 o 4 veces.

  • Cuándo usarlo: Ideal después de un conflicto intenso en el aula o antes de una reunión estresante con padres o directivos.

2. Relajación muscular progresiva en silla (soltar la armadura)

El estrés se manifiesta como tensión muscular. Esta técnica enseña al cuerpo a reconocer la diferencia entre tensión y relajación.

  • Qué es: Tensar y soltar grupos musculares específicos de forma secuencial.

  • Por qué funciona: Obliga al músculo a relajarse profundamente después de una contracción máxima. También saca la atención de la mente (la fuente de la preocupación) y la lleva al cuerpo (la sensación presente).

  • Cómo hacerlo (paso a paso):

    1. Sentado en la silla, comenzar por los pies (sin que nadie lo note).

    2. Apretar los dedos de los pies contra el suelo durante 5 segundos. Soltar.

    3. Tensar las pantorrillas y muslos durante 5 segundos. Soltar.

    4. Apretar los glúteos contra la silla durante 5 segundos. Soltar.

    5. Tensar el abdomen, “metiéndolo” hacia adentro, 5 segundos. Soltar.

    6. Apretar los puños con fuerza, 5 segundos. Soltar.

    7. Subir los hombros a las orejas, 5 segundos. Soltar.

    8. Fruncir toda la cara (ojos, boca, ceño) con fuerza, 5 segundos. Soltar.

  • Cuándo usarlo: Perfecto para hacer mientras los alumnos leen o hacen una tarea en silencio. Se puede hacer por partes (solo manos, solo hombros).

3. Respiración cuadrada o “Box Breathing” (recuperar el centro)

Esta técnica es usada por personal de emergencia y militares (como los Navy Seals) para mantener la calma y el enfoque bajo presión extrema.

  • Qué es: Un patrón de respiración rítmico y simétrico.

  • Por qué funciona: La simetría del patrón (4x4x4x4) es fácil de recordar y genera un ritmo hipnótico que calma la mente. Evita la ansiedad de la respiración 4-7-8 (donde la retención es larga) y se centra en el control.

  • Cómo hacerlo (paso a paso):

    1. Sentarse cómodamente y exhalar todo el aire.

    2. Inhalar por la nariz contando hasta 4.

    3. Sostener el aire dentro, contando hasta 4.

    4. Exhalar por la boca (o nariz) contando hasta 4.

    5. Sostener sin aire, contando hasta 4.

    6. Repetir el “cuadrado” durante 1 o 2 minutos.

  • Cuándo usarlo: Ideal entre clases, para “limpiar” la mente de la clase anterior y prepararse para la siguiente.

4. Visualización positiva de 1 minuto (el refugio mental)

El cerebro no siempre distingue entre una experiencia real y una vívidamente imaginada. Podemos usar esto a nuestro favor.

  • Qué es: Traer a la mente de forma intencional una escena o recuerdo que genere calma y felicidad.

  • Por qué funciona: Cambia el foco de las amenazas (reales o imaginarias) del aula a un “lugar seguro” interno, lo que detiene la producción de hormonas del estrés y libera endorfinas.

  • Cómo hacerlo (paso a paso):

    1. Cerrar los ojos (o bajar la mirada al escritorio).

    2. Respirar profundamente dos veces.

    3. Traer a la mente un lugar real o imaginario de calma absoluta (una playa, un bosque, la casa de la infancia).

    4. Usar todos los sentidos: ¿Qué se ve? ¿Qué sonidos hay? ¿A qué huele? ¿Qué temperatura tiene el aire?

    5. Permanecer en esa escena durante 60 segundos.

    6. Abrir los ojos lentamente.

  • Cuándo usarlo: Perfecto para el recreo, para aislarse del ruido y la agitación del entorno por un momento.

5. Anclaje de atención o “Grounding” (volver al presente)

Cuando el estrés ataca, la mente viaja al pasado (lo que salió mal) o al futuro (lo que saldrá mal). El “grounding” la obliga a volver al presente, donde las cosas suelen estar bien.

  • Qué es: Usar los cinco sentidos para conectar con el entorno inmediato.

  • Por qué funciona: Es imposible estar ansioso por el futuro y, a la vez, estar plenamente enfocado en el presente. Esta técnica de Mindfulness en el aula corta el ciclo de rumiación.

  • Cómo hacerlo (la técnica 5-4-3-2-1):

    1. Nombrar mentalmente 5 cosas que se pueden ver (el color de la pared, la luz en el polvo, la tapa de un bolígrafo, la veta de la madera de la mesa, un zapato).

    2. Nombrar 4 cosas que se pueden oír (el murmullo de los alumnos, el ventilador, el tráfico lejano, la propia respiración).

    3. Nombrar 3 cosas que se pueden sentir (la tela de la ropa sobre la piel, la silla bajo el cuerpo, la temperatura del aire).

    4. Nombrar 2 cosas que se pueden oler (el olor a papel, el café de la mañana, el desinfectante).

    5. Nombrar 1 cosa que se pueda saborear (el sabor del té, un caramelo, o solo la propia boca).

  • Cuándo usarlo: Cuando se siente una oleada de pánico, agobio o disociación (“niebla mental”).

6. Mini-estiramientos conscientes (liberar el cuerpo)

La tensión emocional se convierte en rigidez física. Liberar esa rigidez puede, a su vez, liberar la tensión emocional.

  • Qué es: Movimientos suaves y conscientes para liberar la tensión en puntos clave.

  • Por qué funciona: Aumenta el flujo sanguíneo a los músculos tensos, envía señales de relajación al cerebro y rompe la “postura del estrés”.

  • Cómo hacerlo (paso a paso):

    • Cuello: Lentamente, dejar caer la oreja derecha hacia el hombro derecho (sin subir el hombro). Sostener 10 segundos. Repetir al otro lado.

    • Hombros: Inhalar subiendo los hombros a las orejas con fuerza. Exhalar soltándolos de golpe con un suspiro. Repetir 3 veces.

    • Espalda (sentado): Poner las manos en las rodillas. Al inhalar, arquear la espalda y abrir el pecho (mirar arriba). Al exhalar, redondear la espalda y meter el mentón (mirar el ombligo).

    • Manos: Abrir y cerrar los puños 10 veces, luego rotar las muñecas.

  • Cuándo usarlo: Se pueden hacer mientras se explica algo, o de pie junto al escritorio mientras los alumnos trabajan.

técnicas de relajación para docentes

Adaptar las técnicas a distintos momentos del día

El éxito de estas técnicas de relajación para docentes no radica en hacerlas todas, sino en saber cuál usar en el momento justo.

Antes del inicio de clases

El día comienza antes de que suene el timbre.

  • Objetivo: Establecer un tono de calma y presencia antes de que llegue el caos.

  • Técnica recomendada: Respiración cuadrada (box breathing). Hacerla 2 minutos en el escritorio antes de que entren los alumnos. Ayuda a centrarse y empezar el día con control.

  • Alternativa: Adoptar una postura consciente y realizar estiramientos de cuello.

Entre módulos o clases

Esos 5 minutos de transición son cruciales. Usarlos para revisar el teléfono es perder una oportunidad de oro.

  • Objetivo: “Resetear” el cerebro, soltar la clase anterior y recibir al nuevo grupo con energía renovada.

  • Técnica recomendada: Anclaje de atención (grounding). De pie en la puerta mientras salen y entran, hacer un rápido 5-4-3-2-1. Ayuda a volver al presente y no mezclar la energía de un grupo con otro.

  • Alternativa: Respiración 4-7-8 (un solo ciclo) para un reseteo rápido.

Después de un conflicto escolar o conversación tensa

Ya sea mediando en conflictos entre alumnos o tras una charla difícil con un padre o conflictos con padres, el cuerpo queda en alerta.

  • Objetivo: Descargar la adrenalina y el cortisol de la confrontación para no “explotar” con la siguiente persona.

  • Técnica recomendada: Relajación muscular progresiva. Ir al baño o al escritorio y tensar y soltar con fuerza (especialmente puños y mandíbula). Ayuda a liberar físicamente la tensión de la pelea.

  • Alternativa: Respiración 4-7-8 (varios ciclos) para bajar el pulso rápidamente.

Fin de jornada

Muchos docentes se llevan el estrés a casa.

  • Objetivo: Crear un ritual de cierre que separe la vida profesional de la personal.

  • Técnica recomendada: Visualización positiva. Antes de salir de la escuela, sentarse 1 minuto en el auto o en el escritorio. Visualizar el estrés del día como una mochila que se quita y se deja en la escuela. Luego, visualizar el hogar como un espacio de calma.

  • Alternativa: Hacer 3 ciclos de respiración 4-7-8 como “cierre” oficial del día laboral.

El efecto multiplicador: enseñar la relajación a los estudiantes

La herramienta más poderosa de un docente es el modelaje. Cuando un docente practica la calma, enseña calma. Pero esto puede llevarse un paso más allá: enseñar explícitamente estas técnicas a los estudiantes.

Beneficios compartidos: un mejor clima escolar

Un aula donde tanto el docente como los alumnos tienen herramientas para regularse es un aula con un mejor clima escolar. Los beneficios son mutuos:

  • Menos interrupciones conductuales.

  • Mayor concentración grupal.

  • Mejora de las normas de convivencia.

  • Aumento de la empatía y la seguridad emocional.

Esto es, en esencia, educación emocional aplicada. Cuando los alumnos ven que su maestro respira antes de enojarse, aprenden una lección más valiosa que el contenido de la materia. Se crea un entorno de seguridad emocional donde está permitido sentirse estresado, pero se aprende a gestionarlo.

Micro-prácticas colectivas

No se trata de convertir la clase en una sesión de yoga. Se trata de micro-prácticas:

  • Inicio del día: Comenzar con 1 minuto de “respiración de abeja” (tapar oídos y hacer “mmm” al exhalar) para calmar el sistema nervioso de todos.

  • Después del recreo: El momento de mayor agitación. Pedir 3 “respiraciones cuadradas” colectivas antes de empezar la lección.

  • Antes de un examen: Enseñar a los alumnos la relajación muscular progresiva (apretar puños y soltar) para manejar la ansiedad.

  • Cierre del día: Terminar con 1 minuto de “anclaje”, pidiendo que nombren 1 cosa que vieron, 1 que oyeron y 1 que sintieron en el día.

Cuidar la voz y el tono

Al guiar estas técnicas, el tono del docente es clave. Se debe usar una voz más lenta, suave y grave de lo normal. Esto, por sí solo, calma al grupo. El docente se convierte en un diapasón que marca el tono de la calma para toda el aula.

Sostener la práctica sin convertirla en una obligación

La ironía del bienestar es que puede convertirse en otra tarea estresante: “¡Ahora además de todo, tengo que relajarme!”. Para evitar esto, la clave es la flexibilidad.

El objetivo no es aplicar estas técnicas de relajación para docentes perfectamente todos los días. El objetivo es tenerlas en la “caja de herramientas” y usarlas cuando el cuerpo lo pide.

  • Ser flexible: Algunos días, un estiramiento de cuello será suficiente. Otros días, se necesitarán tres ciclos de 4-7-8. No hay un mínimo requerido.

  • Combinar con otros hábitos: Estas pausas rápidas son más efectivas si se combinan con hidratación (a veces el estrés es solo deshidratación), pausas activas (moverse) y un esfuerzo consciente por respirar profundamente de vez en cuando.

  • Monitorear los efectos: Notar las pequeñas victorias. ¿Se logró no gritar en esa situación? ¿Se sintió menos cansancio al final del día? Esos éxitos refuerzan el hábito.

Esto no es una solución mágica para los problemas sistémicos de la educación, pero es una herramienta poderosa de agencia personal. Es una forma de construir estrategias de resiliencia docente desde adentro hacia afuera.

La docencia siempre será una profesión exigente, pero el agotamiento no tiene por qué ser una sentencia. Las técnicas de relajación para docentes son una demostración de profesionalismo; cuidar la propia herramienta de trabajo (la mente, el cuerpo y la emoción) es esencial para poder cuidar la de los demás.

Practicar la calma en medio de la tormenta no solo protege la salud del docente, sino que enseña a los estudiantes la forma más alta de autocontrol y autocuidado.

No se necesita más tiempo, solo se necesita usar el tiempo de manera diferente. Detenerse un instante no quita tiempo: lo multiplica en serenidad.

Recursos adicionales para el bienestar docente

Para aquellos que deseen profundizar, existen aplicaciones y herramientas que pueden guiar estas prácticas:

  • Insight Timer: Una aplicación con miles de meditaciones guiadas y temporizadores gratuitos. Muchos de sus recursos están en español y hay secciones específicas para el estrés y la ansiedad.

  • Calm: Conocida por sus “sleep stories”, pero también tiene programas cortos de respiración y mindfulness (atención plena) para pausas diurnas.

  • Headspace (en español): Ofrece paquetes de meditación guiada muy estructurados, ideales para principiantes que buscan una rutina.

  • Canales de YouTube: Existen numerosos canales dedicados al mindfulness para educadores, yoga en silla y técnicas de respiración (buscar “mindfulness para docentes” o “pausas activas”).

Glosario

  • Estrés agudo: La respuesta inmediata del cuerpo a una amenaza o desafío (ej. un conflicto en el aula). Genera una explosión de energía a corto plazo.

  • Estrés crónico: El resultado de estar expuesto al estrés agudo de forma repetida y prolongada (ej. la carga de trabajo docente). El cuerpo nunca vuelve a su estado base de calma.

  • Mindfulness (atención plena): La práctica de prestar atención al momento presente de forma intencional y sin juzgar. La técnica de “anclaje” (5-4-3-2-1) es una práctica de mindfulness.

  • Sistema nervioso parasimpático: La parte del sistema nervioso que promueve la calma, la digestión y la reparación. Se activa con la exhalación lenta.

  • Sistema nervioso simpático: La parte del sistema nervioso que activa la respuesta de “lucha o huida”. Se activa con el estrés y la percepción de peligro.

  • Burnout (síndrome de agotamiento): Un estado de agotamiento físico, emocional y mental causado por el estrés crónico en el lugar de trabajo.

  • Grounding (anclaje): Técnicas que ayudan a una persona a volver a la realidad del presente y salir de un estado de pánico o disociación.

Preguntas frecuentes

1. ¿Realmente tengo tiempo para esto? Sí. El punto de estas técnicas es que son “micro-pausas”. No hablamos de 30 minutos, sino de 90 segundos. La respiración 4-7-8 toma menos de 1 minuto. La relajación muscular en silla se puede hacer mientras los alumnos trabajan. Es más efectivo hacer 3 pausas de 1 minuto que ninguna pausa.

2. ¿Qué hago si me interrumpen los alumnos? Es probable que pase. Si se usa una técnica discreta (como la respiración cuadrada o el anclaje 5-4-3-2-1), se puede hacer con los ojos abiertos. Si se está haciendo un estiramiento, se puede pausar, atender al alumno, y retomar. La interrupción es parte del trabajo; la clave es la intención de volver a la calma.

3. ¿No es mejor usar la pausa para adelantar trabajo o ir al baño? Ir al baño es una necesidad fisiológica, no una pausa de relajación. Adelantar trabajo mantiene al cerebro en modo de alta demanda. Estas pausas no reemplazan esas actividades, sino que se insertan en los “micro-cortes” del día (ej. los 30 segundos después de dar una instrucción y antes de que empiecen a trabajar).

4. ¿Esto funciona si soy una persona escéptica o muy nerviosa? Sí. No es necesario “creer” en esto. Son procesos fisiológicos. La respiración 4-7-8 ralentizará el ritmo cardíaco independientemente de si se cree en ella o no, porque así está cableado el nervio vago. El escepticismo no bloquea la fisiología.

5. ¿Cuál es la técnica más importante para empezar? La respiración. Si solo se puede elegir una cosa, es aprender a controlar la respiración. La respiración cuadrada (Box Breathing) es excelente para principiantes por ser simple y efectiva para el enfoque. La 4-7-8 es la mejor para la ansiedad aguda.

Bibliografía

  • Snel, Eline. (2013). Tranquilos y atentos como una rana: la meditación para niños… con sus padres. Editorial Kairós.

  • Kabat-Zinn, Jon. (2013). Mindfulness para principiantes. Editorial Kairós.

  • Siegel, Daniel J., & Payne Bryson, Tina. (2012). El cerebro del niño: 12 estrategias revolucionarias para cultivar la mente en desarrollo de tu hijo. Alba Editorial.

  • Tolle, Eckhart. (2000). El poder del ahora: una guía para la iluminación espiritual. Gaia Ediciones.

  • Fornés, Anna. (2019). Maestros felices: claves para el bienestar docente y la gestión emocional en el aula. Plataforma Actual.

  • Herbert, Benson. (2000). La respuesta de relajación. Grijalbo.

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