Todos aprendimos a leer cuando éramos niños. A medida que pasaron los años, aprendimos a leer sin esfuerzo, casi de manera inconsciente. No necesariamente sabíamos leer correctamente pero, sin embargo, lo hacíamos igual.
A medida que avanzamos en nuestra educación nos encontramos con mayores dificultades a la hora de la lectura. La capacidad de estudio de un tema implicaba utilizar la memorización. El vocabulario más complejo y técnico hizo que la mayoría deje de leer de manera tan sencilla. Otros continúan haciéndolo, pero sin comprender tanto como quisieran o se espera.
Con el paso de los años cambia nuestra forma de trabajar textos. Las respuestas a las preguntas dejan de ser simples, los autores son más finos en sus distinciones, debemos reconocer las diferentes perspectivas y los factores políticos, sociales y económicos que rodean al tema. La lectura involucra un nivel de entendimiento mucho más profundo. Debemos reconocer y apreciar diversas perspectivas y entendimientos sobre un tema. Debemos poder distinguir entre un hecho, una opinión y una creencia.
Llegar al nivel universitario implica dejar de lado la tarea simple de leer y recordar. Es el momento de empezar a preguntarse por las formas en que un autor observa el tema sobre el que escribe, cuál es la tesis subyacente del texto. El objetivo de la lectura ya no es sencillamente qué dijo el autor, sino también entender su parcialidad, los supuestos de los que parte y las perspectivas que subyacen en la discusión del tema.
Ya no observamos el mundo a través del texto; ahora vemos el mundo representado por la palabra escrita. La lectura se convierte en entender la representación de la realidad del mundo de un autor.
Este nivel de lectura alcanzado es conocido como Lectura Crítica.
En la era de la información, es importante no solo leer, sino también comprender y cuestionar lo que se lee. La lectura crítica permite a los lectores evaluar la calidad y la credibilidad de los textos, identificar prejuicios y sesgos, y formar una opinión fundamentada sobre un tema determinado.
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¿Qué es la Lectura Crítica?
La lectura aporta ampliamente al desarrollo del pensamiento crítico ya que analiza desde diferentes perspectivas tanto la lengua como la manera de entender y percibir el mundo. Su práctica permite la comprensión y el entendimiento de la realidad histórica y social dentro del contexto conocido por el autor. Esto permite potenciar la motivación del lector ya que logrará enlazar lo lingüístico con la realidad. Así podrá analizar, percibir y razonar situaciones comunes que no son decodificadas de manera completa.
La Lectura Crítica implica para el sujeto realizar juicios de manera activa sobre lo que el autor escribió y su argumentación, formando su propia opinión sobre lo leído. La habilidad de la lectura crítica requiere alejarse o distanciarse del texto que se está analizando. No se debe leer con el objetivo de obtener información, sino buscando diferentes formas de pensar el tema del que trata el texto. Cuestionar el texto es la clave de este tipo de lectura, favoreciendo el pensamiento crítico.
Una lectura crítica implica, como verás en las técnicas y estrategias, utilizar las habilidades de lectura, pero también de resaltado y de anotación. No significa extraer información del texto para acumularla, sino que su finalidad es entender cómo está estructurado el texto, cómo está argumentado, cómo utiliza e interpreta la evidencia que presenta y cómo llega a sus conclusiones.
El uso del pensamiento crítico permite comprender los puntos de vista, argumentos, evidencias presentadas, distorsiones potenciales y las conclusiones a las que arriba el autor. Una lectura crítica utiliza el conocimiento de manera académica, analiza la calidad de lo escrito, de la investigación realizada y la validez de los argumentos. Es un proceso activo en el que rigurosa y sistemáticamente se cuestiona lo escrito con el objetivo de evaluar su credibilidad y validez.
Mientras la retención y comprensión lectora implican recordar y entender las ideas principales del texto, la lectura crítica inicia un proceso activo. No implica absorber la información, sino interpretarla, categorizarla, cuestionarla y sopesar el valor de esa información. Es una forma más elevada de razonamiento, es lo que conocemos como la habilidad del pensamiento crítico.
Funciones de la Lectura Crítica
La lectura crítica tiene varias funciones con respecto a un texto:
- Leer de manera crítica para analizarlo: esto significa desarmar el texto en partes para poder comprenderlo. Identificar sus componentes y cómo funcionan juntos es parte de esta función, ya que nos permite realizar inferencias e interpretar el mensaje del texto.
- Leer de manera crítica para compararlo con otros: implica ampliar la visión sobre el tema evitando quedarse con un solo artículo, libro o estudio al respecto. Leer más allá de una única fuente de información permite comparar no sólo lo fáctico, sino obtener un conocimiento más profundo y acabado sobre un tópico. Este proceso se lo conoce como síntesis, en cuanto a que se combinan diferentes fuentes de información y producen un nivel de conocimiento mucho mas elevado sobre el tema en cuestión.
- Leer de manera crítica para evaluarlo: aquí es donde nos encontramos con las técnicas de la lectura crítica que explicamos debajo. El objetivo de esta es formar un juicio sobre lo leído.
Estrategias para una Lectura Crítica
Existen diferentes estrategias que permiten el tratamiento de un texto a través de la lectura crítica y del uso del pensamiento crítico:
- Siempre cuestionar lo afirmado por el autor: todo lo leído debe tener respaldo académico. Un lector crítico no acepta lo que le presentan, sino que realiza una búsqueda de información que permita respaldar las aseveraciones del escritor.
- Entender el contexto es esencial: todo lo escrito a lo largo de la historia humana está inmerso en un sistema cultural, económico, político y social que varía según el lugar y el tiempo en el que fue realizado. Por lo tanto, una afirmación sobre un tema en particular puede convertirse en una afrenta o en una polémica de manera muy sencilla si no tomamos en cuenta el contexto en el que fue escrita. La tarea de la lectura crítica es lograr reconocer con qué valores, creencias y actitudes fue escrito el texto en cuestión.
- Captar las presuposiciones realizadas por el escritor: todos vivimos en un mundo al que observamos en base a diferentes supuestos en los que creemos fervientemente y que nublan nuestra capacidad de ser objetivos. La tarea de un lector que utiliza el pensamiento crítico incluye analizar estas presuposiciones que están inmersas en el texto leído, no siempre de manera explícita. Si son erróneas, el texto deja de tener valor.
- Identificar posibles distorsiones del autor: como afirmábamos anteriormente, el mundo es observado en base a presuposiciones, pero también en base a creencias. En este caso, las creencias del autor, sean políticas, religiosas, económicas, etc. podrían distorsionar el conocimiento expuesto en el texto. La tarea del pensamiento crítico es lograr identificar estos sesgos y utilizarlos para comprender los juicios de valor del autor y, a su vez, juzgarlos.
- Determinar si las fuentes de información son válidas: las fuentes de información son el trasfondo que justifican y respaldan lo escrito. Deben tener relevancia y estar actualizadas.
Técnicas de Lectura Crítica
Una técnica adecuada puede desarrollar el pensamiento crítico de manera exponencial. Generalmente se realizan diferentes pasos para lograr una lectura crítica exitosa de un texto:
- Actividades de prelectura: el objetivo de este paso es lograr acceder a la mayor cantidad de información posible sobre el texto sin leerlo. Debo preguntarle al texto: ¿Cuál es mi objetivo con esta lectura?; ¿Qué puedo inferir del tema observando el título del texto?; ¿Quién es el autor?, ¿es renombrado?, ¿Cuáles son sus posturas?; ¿Cómo está estructurado el texto?
- Anotaciones: una lectura crítica llevada al éxito requiere la realización de notas de manera constante. El lápiz en mano es clave mientras se realiza la lectura ya que la acción de anotar permite que el lector no sea un sujeto pasivo, sino que se desarrolle una relación de ida y vuelta con el texto, de alguna manera, una conversación con el mismo en sus márgenes.
Diferentes partes del texto deberán ser marcadas para iniciar el camino de la lectura crítica: la o las ideas principales del texto; los subtemas; las palabras clave; las palabras que no se conoce el significado.
Otra clave para este paso es la utilización de la técnica de subrayado, que se usa para lograr encontrar fácilmente conceptos cuando se regresa alguna parte del texto ya leída.
En los márgenes es donde se escriben los comentarios o preguntas que se le ocurren al lector a medida que avanza en el texto. Además, es conveniente realizar notas con experiencias personales relacionadas con el tema. Esto logrará conectar los conocimientos previos del lector con la información presentada por el autor, y permitirá una conexión desde lo emotivo con el texto, será relevante para el que lee.
También el lector intentará reconocer las secciones del texto que merecen ser releídas o que son confusas. De esta manera, podrá regresar a esas secciones para intentar entenderlas o poder pedir ayuda para logarlo.
Finalmente, deben ser marcadas las fuentes de información del autor e identificar si respaldan los dichos del que escribe. - Resumen: en este paso, el lector debe utilizar sus habilidades de pensamiento crítico para poder identificar y redactar la idea principal del texto, los subtemas que trata y el desarrollo de los mismos de manera sintética. Esto, además de disminuir la cantidad del texto, ayudará al lector a entender su idea general y cómo estructuró el autor el desarrollo de esa idea principal identificada.
- Análisis: como ya hemos desarrollado anteriormente, el análisis del texto implica considerar la evidencia presentada por el autor. El lector crítico debe determinar si esta evidencia es suficiente para sostener la idea principal del texto; si el conjunto de información tiene lógica. Implica analizar las fuentes de información que ya ha identificado y darles un valor. Además, implica analizar los supuestos del autor y la distorsión que pueden generar sus experiencias, creencias, etc.
- Relectura: esta es una parte crucial de la lectura crítica. Un buen lector relee el texto en varias oportunidades. hasta estar convencido que lo conoce de inicio a fin. Tres lecturas son las recomendadas para lograr una lectura crítica.
Durante la primera lectura, se lo lee por encima. Se busca la idea principal y los subtemas del texto. Se analiza la estructura del mismo.
La segunda lectura es lenta, meditativa. Es en la que se utiliza el lápiz para realizar las anotaciones pertinentes.
La tercera lectura es la que toma en cuenta las preguntas e incógnitas que dejó la segunda lectura del texto. Es la búsqueda de respuestas a esas preguntas realizadas. - Responder al texto con un escrito o de manera oral: Es la forma del lector de asegurarse haber entendido el texto. Es escribir u exponer en voz alta una respuesta al mismo, cubriendo su idea principal y los distintos subtemas tratados. Implica estar de acuerdo o no con lo expuesto por el autor, interpretarlo y/o analizar sus dichos. Lograr este tipo de producción, ya sea de manera escrita u oral, implica haber alcanzado un pensamiento crítico sobre el texto en cuestión.
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