El número de alumnos dentro de un aula es uno de los debates más recurrentes y apasionados en el ámbito educativo español. La ratio de alumnos por aula en España no es solo una cifra administrativa; es un indicador que tiene implicaciones directas en la calidad educativa, la equidad, la gestión del aula y el bienestar de docentes y estudiantes. Mientras las administraciones públicas defienden su gestión basándose en el cumplimiento de la ley, los sindicatos docentes y muchas familias reclaman una reducción drástica como la principal palanca de mejora del sistema.
Este debate no es nuevo. La imagen de las aulas masificadas ha sido una constante en la historia del sistema educativo en España. Sin embargo, las reformas educativas recientes, la bajada de la natalidad y la crisis sanitaria de la pandemia han vuelto a poner el foco sobre esta cifra. ¿Es posible ofrecer una atención personalizada con 25 alumnos en primaria o 30 en secundaria? ¿Cómo influye la ratio en la inclusión educativa en España?
El objetivo de este artículo es analizar de forma exhaustiva la situación actual. Desgranaremos qué dice la normativa vigente, por qué un alumno en Extremadura puede tener un número de compañeros diferente a uno en Cataluña, y qué dice la pedagogía sobre el impacto real del tamaño de la clase en el aprendizaje.
Qué vas a encontrar en este artículo
¿Qué significa "ratio de alumnos por aula"?
Antes de entrar en el debate, es crucial definir los términos. Cuando hablamos de la ratio de alumnos por aula en España, a menudo se mezclan tres conceptos diferentes que las administraciones utilizan según su conveniencia.
- Ratio Legal (o Ratio Máxima): Es el número máximo de estudiantes que puede haber en una clase según la legislación vigente. Esta es la cifra que la ley establece como tope y que los centros educativos no deberían superar, salvo excepciones muy concretas. 
- Ratio Real: Es el número efectivo de alumnos que hay en un aula específica, en un centro concreto. Puede coincidir con la legal o ser inferior. El problema surge cuando, por diversas circunstancias, la ratio real supera a la legal. 
- Ratio Media (o Ratio Alumno/Profesor): Esta es la cifra que las administraciones suelen usar para defender su gestión. Se calcula dividiendo el número total de alumnos de una etapa educativa (o de toda la comunidad autónoma) entre el número total de profesores de esa etapa. Esta media siempre es más baja que la ratio real en el aula, ya que en el cómputo de “profesores” se incluyen a docentes que no están a tiempo completo frente a un grupo (equipos directivos, profesores de apoyo, desdobles, el orientador educativo en España). Es una cifra estadísticamente cierta, pero pedagógicamente engañosa, ya que no refleja la realidad de la mayoría de las aulas. 
La ratio legal también está condicionada por otros factores:
- Nivel educativo: Las ratios máximas cambian drásticamente de Educación Infantil a Bachillerato. 
- Tipo de centro: La normativa se aplica a los centros públicos y a los privados-concertados (financiados con fondos públicos). Los centros privados puros pueden establecer sus propias ratios. 
- Zona geográfica: Las zonas rurales, para evitar el cierre de unidades, suelen tener ratios reales muy por debajo de la media, a menudo agrupando a alumnos de diferentes niveles en una misma “aula multigrado”. 

Marco legal vigente: ¿Qué dice la LOMLOE?
La principal normativa que regula la ratio de alumnos por aula en España a nivel estatal es la LOMLOE (Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación).
La LOMLOE establece los límites máximos que sirven de marco para todo el territorio nacional. Es fundamental entender que estos son los techos permitidos; las Comunidades Autónomas, en el ejercicio de sus competencias, pueden decidir reducir estas ratios, pero no aumentarlas.
Límites generales por etapa educativa
La ley estatal fija las siguientes ratios máximas:
- Educación Infantil (segundo ciclo, 3-6 años): Máximo de 25 alumnos por aula. 
- Educación Primaria: Máximo de 25 alumnos por aula. 
- Educación Secundaria Obligatoria (ESO): Máximo de 30 alumnos por aula. 
- Bachillerato: Máximo de 35 alumnos por aula. 
- Formación Profesional: La normativa es más compleja, pero generalmente se sitúa en torno a 30 alumnos para Grado Básico, Medio y Superior. 
Excepciones legales: ¿Cuándo se puede superar la ratio?
La propia ley contempla situaciones excepcionales en las que el número de alumnos puede superar estos límites. Las administraciones pueden autorizar un incremento de hasta un 10% del número máximo (es decir, llegar a 27-28 en Primaria o 33 en ESO) en casos como:
- Matrícula tardía (o “matrícula viva”): Para atender a alumnos que llegan una vez iniciado el curso escolar, especialmente en el caso de familias que se trasladan de ciudad o de alumnado inmigrante. 
- Repetición de curso: Si los alumnos que repiten hacen que se supere el límite. 
- Necesidades de escolarización: Cuando no hay plazas suficientes en los centros de una zona determinada para atender toda la demanda. 
Esta flexibilidad, pensada para casos excepcionales, es a menudo denunciada por los sindicatos como una vía habitual para masificar las aulas y ahorrar costes en la creación de nuevos grupos (unidades).
Adaptaciones para alumnado NEAE
Un punto crucial de la normativa es cómo computa el alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (NEAE). La ley establece que la escolarización de este alumnado (que incluye tanto Necesidades Educativas Especiales -NEE- por discapacidad o trastornos graves, como dificultades específicas de aprendizaje, TDAH o altas capacidades) puede suponer una reducción de la ratio del grupo.
En teoría, cada alumno con NEE (no todos los NEAE, solo los de NEE) debería contar como “dos” a efectos de ratio, o aplicarse una reducción de 2-3 alumnos en el total del grupo por cada alumno de NEE escolarizado. La realidad es que la aplicación de esta norma es muy desigual y, a menudo, los docentes se encuentran con grupos que alcanzan la ratio máxima legal y que, además, incluyen a 3, 4 o 5 alumnos NEAE que requieren una atención mucho más intensiva.
Diferencias entre Comunidades Autónomas
El sistema educativo en España está fuertemente descentralizado. Esto provoca que la ratio de alumnos por aula en España no sea homogénea. Si bien todas deben respetar los máximos de la LOMLOE, cada gobierno autonómico decide su política de ratios, lo que genera notables diferencias educativas.
La ratio se convierte así en un arma de política educativa. Algunas comunidades han hecho bandera de la reducción de ratios, mientras que otras se limitan a cumplir los máximos estatales.
Ejemplos de aplicación autonómica
- Comunidades con ratios más bajas: Tradicionalmente, comunidades como el País Vasco, Navarra o Cantabria han mantenido ratios reales por debajo de la media estatal, gracias a una mejor financiación, una demografía diferente o acuerdos sindicales. 
- Comunidades en los máximos: Otras de gran tamaño, como Madrid, Andalucía o Cataluña, suelen operar mucho más cerca de los límites legales (25 en Primaria, 30 en ESO). En estas regiones, es común que las aulas de centros públicos en zonas urbanas de alta demanda alcancen sistemáticamente el máximo, más el 10% de incremento por matrícula viva. 
- Castilla y León o Aragón: Presentan una realidad dual, con aulas en zonas urbanas en los máximos y multitud de aulas rurales con ratios bajísimas (a veces 4 o 5 alumnos) para mantener la escuela abierta, lo que baja su “ratio media” estadística. 
Políticas recientes y el efecto de la natalidad
La caída de la natalidad en España es un factor que está reconfigurando el mapa escolar. En muchas comunidades, esta bajada demográfica se está traduciendo, lamentablemente, no en una bajada de ratios, sino en el cierre de unidades escolares (aulas).
Es decir, si en un colegio había 60 niños para dos aulas de 3º de Primaria (30 por aula, ratio ilegal), al año siguiente hay 50. En lugar de hacer dos aulas de 25 (la ratio legal máxima), la administración puede optar por cerrar una unidad y crear una sola aula de 25 y otra de 25, o peor, si eran 45, cerrar una unidad y dejar la otra con 22-23, ahorrando un profesor.
La reclamación docente es clara: aprovechar la caída de la natalidad no para cerrar aulas y ahorrar costes, sino para reducir las ratios de forma estructural (por ejemplo, a 20 en Infantil y Primaria y 25 en ESO) y mejorar así la calidad.

La ratio en la práctica: realidad frente a norma
La publicación de la normativa y la realidad del día a día en los centros educativos a menudo difieren.
Superación de la ratio legal
Es una denuncia constante por parte de los sindicatos docentes y las asociaciones de familias. El uso “ordinario” de la excepción del 10% por matrícula tardía hace que, en la práctica, muchas aulas de educación primaria en España comiencen el curso con 25 alumnos y lo terminen con 27 o 28. En la educación secundaria en España, no es raro encontrar aulas con 33 alumnos, especialmente en los primeros cursos.
Pública vs. Privada-Concertada
El debate de la ratio también es un punto de fricción entre las redes educativas. La escuela concertada, financiada con fondos públicos, debe atenerse a las mismas ratios máximas que la pública. Sin embargo, a menudo se les acusa de tener una menor presión de “matrícula viva” y de escolarizar a menos alumnado NEAE, lo que en la práctica resulta en aulas más homogéneas y fáciles de gestionar, aunque tengan la misma ratio legal.
La escuela privada pura juega en otra liga, utilizando ratios muy bajas (15-20 alumnos) como uno de sus principales reclamos de marketing educativo para atraer a las familias.
El caso de las aulas rurales
En la llamada “España vaciada”, el problema es el inverso. El mantenimiento de la escuela rural es una política clave para fijar población. Esto lleva a la existencia de Colegios Rurales Agrupados (CRA) donde un mismo docente puede tener un aula con 8 alumnos de tres niveles diferentes (p.ej., 2º, 3º y 4º de Primaria). Aquí la ratio numérica es bajísima, pero la complejidad pedagógica es altísima, requiriendo una enorme especialización docente para manejar tres currículos de forma simultánea.
Impacto de la ratio en la calidad educativa
Este es el núcleo del debate. ¿Una ratio de alumnos por aula en España más baja garantiza automáticamente una mejor educación? La evidencia pedagógica es contundente al respecto: sí, especialmente en las etapas tempranas y en contextos vulnerables.
Atención individualizada y aprendizaje
Una ratio más baja es la condición material indispensable para la personalización del aprendizaje.
- Más tiempo por alumno: Con 15 alumnos, el docente puede dedicar más minutos a cada uno, resolver dudas de forma individual y detectar dificultades de aprendizaje antes. Con 30 alumnos, la gestión se vuelve colectiva. 
- Detección precoz: El orientador educativo depende de los tutores para la detección de dificultades. En un aula masificada, es más fácil que un alumno con dislexia, TDAH o altas capacidades pase desapercibido, confundido con “lento”, “vago” o “distraído”. 
- Mejora en etapas tempranas: La investigación internacional (como el famoso “Proyecto STAR” en EE.UU.) demostró hace décadas que la reducción de ratios (por debajo de 18 alumnos) en Educación Infantil y los primeros cursos de Primaria tiene un impacto positivo espectacular y duradero en el rendimiento académico, especialmente en lectura y matemáticas. 
Gestión del aula, disciplina y clima escolar
El tamaño del grupo influye directamente en el clima escolar.
- Menos disrupción: Un número menor de alumnos reduce exponencialmente el ruido, las interrupciones y los conflictos. Esto libera al docente de su rol de “policía” y le permite centrarse en la enseñanza. 
- Prevención del acoso: En grupos más pequeños, los vínculos afectivos son más fuertes y el control del tutor sobre las dinámicas sociales es mayor, facilitando la detección e intervención en casos de acoso escolar en España. 
- Metodologías activas: Es casi imposible implementar metodologías activas como el aprendizaje cooperativo o el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) de forma efectiva en un aula de 33 adolescentes. El espacio físico no lo permite y la gestión del ruido es inabarcable. Aulas más grandes fuerzan al docente a volver al modelo expositivo tradicional. 
Inclusión y atención a la diversidad
Una ratio elevada es el principal enemigo de la educación inclusiva. En una misma aula de ESO pueden coexistir alumnos con altas capacidades, alumnos con TDAH, alumnos con dislexia, estudiantes con desconocimiento del idioma y alumnos sin ninguna dificultad específica.
Atender esta diversidad es una tarea titánica. Con 30 alumnos, el docente se ve forzado a dirigir su enseñanza a la “media”, dejando desatendidos tanto a los alumnos que necesitan más apoyo como a los que necesitan más retos. La ratio baja es la única forma de implementar con éxito el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) y las adaptaciones curriculares.
Relación con el abandono escolar
Una mayor ratio en la ESO está correlacionada con mayores tasas de abandono escolar temprano en España. Un seguimiento más individualizado y una mejor orientación académica, solo posibles en grupos más reducidos, son claves para reenganchar al alumnado desmotivado y prevenir el fracaso escolar.
El punto de vista docente
Para el profesorado, la ratio de alumnos por aula en España no es un debate pedagógico abstracto, es su principal condición laboral.
La principal reivindicación sindical
La reducción de ratios es, junto a la mejora salarial y la reducción de la burocracia, la reivindicación histórica de todos los sindicatos docentes (CCOO, UGT, ANPE, CSIF, STEs…). La consideran la “medida madre” de la que dependen todas las demás mejoras pedagógicas.
Carga laboral y estrés docente
Una ratio elevada dispara la carga de trabajo y el desgaste profesional:
- Más trabajo de corrección: No es lo mismo evaluar 30 redacciones, 30 exámenes o 30 proyectos que evaluar 20. El tiempo de corrección se multiplica. 
- Más burocracia: Más alumnos implican más informes, más boletines de notas, más plataformas de comunicación con familias. 
- Mayor carga mental: La gestión de conflictos y la atención a la diversidad en un aula masificada es la principal fuente de estrés laboral en el profesorado y del síndrome de burnout docente. La salud mental de los docentes está directamente ligada al tamaño del grupo que gestionan. 
Impacto en la acción tutorial
El docente no solo da clase, también es tutor. La acción tutorial (seguimiento personalizado, reuniones con familias, orientación vocacional) es inviable con 30 alumnos. Es imposible realizar entrevistas individuales significativas con cada alumno y cada familia de forma regular.
El profesorado reclama ratios ideales que se sitúen en torno a 20 alumnos como máximo en Infantil y Primaria, y 25 en ESO y Bachillerato.
Políticas recientes y tendencias
El debate sobre la ratio de alumnos por aula en España se intensificó tras la pandemia de COVID-19. Durante la crisis sanitaria, se implementaron medidas extraordinarias que, de facto, redujeron las ratios drásticamente (a 15 o 20 alumnos) para garantizar la distancia de seguridad.
Esta “experiencia piloto” forzosa demostró a docentes y familias las enormes ventajas pedagógicas de los grupos reducidos. Al volver a la normalidad, la “vieja” ratio de 25 o 30 alumnos se hizo aún más difícil de aceptar.
Esto ha llevado a que muchas Comunidades Autónomas, presionadas por la comunidad educativa, hayan iniciado programas de reducción. Por ejemplo, algunas han comenzado a aplicar una bajada progresiva a 20 alumnos en el primer curso de Educación Infantil (3 años), que irá subiendo año a año con esa promoción.
El debate actual se mueve en esta tensión:
- Sostenibilidad económica: Las administraciones alegan el altísimo coste de una reducción generalizada, que implicaría la contratación de miles de nuevos profesores y la construcción de más aulas. 
- Reorganización de plantillas: Los sindicatos contraargumentan que la bajada de natalidad ofrece una “oportunidad de oro” para reducir ratios simplemente manteniendo las plantillas actuales y no cerrando aulas. 
La tendencia parece ser una reducción lenta, progresiva y focalizada, empezando por Infantil, pero lejos de las demandas de una bajada estructural e inmediata.
Comparativa internacional: ¿Dónde se sitúa España?
En el contexto europeo, la ratio de alumnos por aula en España se sitúa en una posición intermedia, aunque con matices.
Según los informes de la OCDE (como “Education at a Glance”), la ratio media en España en Primaria y Secundaria es muy similar a la media de la UE y la OCDE.
Sin embargo, hay dos trampas en esta comparación:
- La ratio “media”: Como se explicó, la OCDE mide la ratio media (alumnos/profesor), no la ratio real por aula, que en España es más alta que en muchos otros países. 
- La ratio en los extremos: España tiene una de las ratios más altas de la UE en Educación Infantil (25 alumnos), una etapa donde la atención individualizada es crucial. 
Modelos de éxito:
- Finlandia: Famosa por su calidad educativa, tiene ratios medias en Primaria y Secundaria notablemente más bajas que la española. Pero su clave no es solo la ratio, sino la altísima formación del profesorado y la autonomía de los centros. 
- Francia: Ha implementado una política muy agresiva de reducción de ratios (a 12 alumnos) en los primeros cursos de Primaria (CP/CE1, equivalentes a 1º y 2º) en las zonas de “educación prioritaria” (contextos socioeconómicos vulnerables), con resultados muy positivos en la reducción de la desigualdad. 
La lección internacional es que la reducción de ratios no es una “bala de plata”, pero es una medida extremadamente efectiva si se aplica en las etapas tempranas y se enfoca en el alumnado más vulnerable.
El debate sobre la ratio de alumnos por aula en España está lejos de cerrarse. No es una simple cifra, sino el reflejo de una elección política sobre qué modelo educativo se prioriza: un modelo industrial basado en la eficiencia de costes, o un modelo pedagógico basado en la personalización y la equidad.
La evidencia pedagógica es clara: aulas más pequeñas facilitan una mejor atención a la diversidad, mejoran el clima escolar, reducen el abandono escolar y disminuyen el estrés docente. La bajada de la natalidad presenta una oportunidad histórica para avanzar en esta dirección sin un coste desorbitado, simplemente mediante una reorganización inteligente de los recursos existentes.
Reducir la ratio no es la única solución, pero es la condición necesaria para que todas las demás innovaciones pedagógicas (DUA, ABP, inclusión) dejen de ser un esfuerzo heroico del profesorado y se conviertan en una realidad cotidiana y sostenible en el aula.
Glosario
- Ratio Legal (o Máxima): Número máximo de alumnos por aula que permite la ley estatal (LOMLOE). 
- Ratio Media (Alumno/Profesor): Cifra estadística que resulta de dividir el total de alumnos entre el total de docentes (incluyendo los que no están en aula completa). Suele ser más baja que la real. 
- Ratio Real: Número efectivo de alumnos en un aula concreta. 
- LOMLOE: Ley Orgánica de Educación vigente en España, que establece las ratios máximas estatales. 
- Unidad Escolar: Un grupo-clase. “Cerrar una unidad” significa suprimir un aula (p.ej., pasar de dos clases de 1º de Primaria a una sola). 
- NEAE (Necesidades Específicas de Apoyo Educativo): Categoría que engloba a alumnos que requieren apoyos (por discapacidad, trastornos de aprendizaje, TDAH, altas capacidades, etc.). 
- NEE (Necesidades Educativas Especiales): Una subcategoría dentro de las NEAE, referida a discapacidades o trastornos graves, que legalmente puede implicar una bajada de ratio. 
- Aula Multigrado: Aula (típica de escuelas rurales) que agrupa a estudiantes de diferentes niveles o cursos bajo un mismo tutor. 
Preguntas frecuentes (FAQ)
1. ¿Cuál es la ratio máxima de alumnos por aula en España? Según la ley estatal (LOMLOE), la ratio máxima es de 25 alumnos en Educación Infantil y Primaria, 30 en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y 35 en Bachillerato.
2. ¿Es legal que una clase de Primaria tenga 27 alumnos? Sí, puede ser legal. La ley permite a las administraciones autonómicas autorizar un incremento de hasta un 10% (sobre 25, serían 2.5, redondeado a 2 o 3 alumnos) para atender necesidades de escolarización sobrevenida o matrícula tardía durante el curso.
3. ¿Por qué la “ratio media” que da el Gobierno es más baja que la real de mi aula? Porque la “ratio media” (alumnos/profesor) incluye en el divisor (profesores) a todo el personal docente, como miembros del equipo directivo, orientadores, profesores de apoyo o de desdoble, que no están a tiempo completo frente a un grupo-clase. La ratio real en el aula suele ser más alta.
4. ¿Un alumno con TDAH o dislexia cuenta para bajar la ratio? Depende. El TDAH y la dislexia son NEAE (Necesidades Específicas de Apoyo Educativo), pero la ley es más específica al hablar de reducción de ratio para el alumnado con NEE (Necesidades Educativas Especiales, como discapacidad). La aplicación de esta reducción es muy desigual entre Comunidades Autónomas y a menudo no se aplica de forma automática.
5. ¿Qué reclaman los sindicatos docentes sobre las ratios? Reclaman una bajada general y estructural de las ratios máximas, aprovechando la caída de la natalidad. Las cifras más consensuadas son un máximo de 20 alumnos en Infantil y Primaria, y 25 en ESO y Bachillerato.
Bibliografía
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- Hattie, J. (2017). Aprendizaje visible para profesores: Maximizando el impacto en el aprendizaje. (Analiza el impacto de cientos de variables, incluida la ratio). 
- Ministerio de Educación y Formación Profesional. (Varios Años). Sistema estatal de indicadores de la educación. 
- Murillo, F. J., & Krichesky, G. J. (2015). El impacto del tamaño de la clase en el rendimiento académico. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación. 
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- Zabala, A., & Arnau, L. (2014). Cómo aprender y enseñar competencias. (Aborda metodologías que son difíciles de aplicar con ratios altas). 
