El género narrativo es uno de los pilares fundamentales de la literatura. Desde tiempos inmemoriales, las personas han utilizado la narración de historias para comunicar ideas, emociones y experiencias. En la actualidad, este género literario sigue siendo muy popular y se ha extendido a otros medios, como el cine, la televisión y los videojuegos.
En este artículo, exploraremos qué es el género narrativo, sus características y algunos de los subgéneros más populares. Caracterizaremos sus elementos básicos, el narrador, el punto de vista, sus modos o estilos y, finalmente, analizaremos el tiempo, el espacio y los personajes del género literario narrativo.
Contenidos
Definición y características
El género narrativo agrupa a todas las obras de ficción que tienen en común el relatar un suceso a varios sucesos que les ocurren a personajes en un lugar y tiempo determinados. Se caracteriza por el uso de técnicas literarias como la narración, el diálogo y la descripción para crear una experiencia emocional y envolvente para el lector.
El género literario narrativo forma parte de la clasificación de los géneros literarios. Las obras que forman parte de él son:
Género narrativo en prosa:
Género narrativo en verso:
- Epopeya
- Poema épico
- Cantar de gesta
- Romances
Existen rasgos distintivos de las obras que pertenecen al género narrativo:
Rasgos Distintivos
- Narrador: es la voz que relata un suceso o sucesos de carácter ficticio que le ocurren a un personaje o a un grupo de personajes en un tiempo y espacio determinado.
- Acontecimientos y verosimilitud: los hechos narrados tienen que ser verosímiles, es decir el mundo presentado por el relato debe ser creíble para los lectores.
La verosimilitud es una de las características fijadas por Aristóteles en su Poética para distinguir las obras que pertenecen al género narrativo de otras narraciones de carácter no ficticio, como, por ejemplo, los relatos históricos. Asi, de acuerdo con Aristóteles, mientras la épica (narración) relata hechos que son posibles de ocurrir, la historia cuenta los hechos que realmente sucedieron.
Modernamente, se entiende la cualidad de lo verosímil como un pacto entre el texto y sus lectores, en el sentido de presentar hechos creíbles de acuerdo con la lógica del mundo presentado. Por este motivo, quien lee un relato maravilloso no se sorprende si aparecen hadas u ocurren hechos maravillosos, puesto que, tales características son propias de ese tipo de narraciones. - Estructura textual: toda narración, en este caso las de carácter ficticio, presenta una estructura textual que implica el transcurso o una sucesión temporal, que va desde una situación inicial hasta una situación final. La sucesión temporal es clave para distinguir la narración de otros tipos de textos, como, por ejemplo, los descriptivos. Aunque, muchos textos narrativos incorporan diálogos y descripciones, necesarios para reflejar los espacios y ambientes y el actuar de los personajes.
- Predominio de la función referencial o representativa: en el género narrativo se manifiesta básicamente la función referencial o representativa del lenguaje, porque transmite al lector la recreación de un mundo que tiene referentes en la realidad. El mensaje se centra en la narración de una historia y no, como, por ejemplo, en poesía, en la subjetividad del hablante.
Estructura de la trama
En un relato suceden diversos acontecimientos que forman la trama de la obra. Según sean estos, podemos hablar de distintos tipos de narraciones:
- Reales: (si se cuentan hechos sucedidos objetivamente: Soldados de Salamina de Javier Cercas) o ficticias (si se narran historias inventadas, que no se han producido en la realidad).
- Verosímiles: (es decir, creíbles, que respetan la lógica de la realidad) o inverosímiles (si presentan hechos ilógicos o imposibles: las aventuras de Sin noticias de Gurb, de Eduardo Mendoza).
La trama suele estar formada por cuatro partes fundamentales:
- Planteamiento o situación inicial: Se localiza la acción en un determinado tiempo y lugar y se presentan los personajes.
- Conflicto o nudo: se altera la situación inicial y se genera un problema que hay que resolver.
- Acción: es la parte central del relato, en la que ocurren las peripecias que los personajes desencadenan.
- Desenlace: La historia finaliza habitualmente con la resolución del conflicto inicial.
Podemos hablar de dos tipos fundamentales de desenlace:
- Cerrado: la historia finaliza de forma clara. La resolución del conflicto no deja dudas acerca de la situación en la que quedan los personajes: “La familia” de Pascual Duarte.
- Abierto: el final da lugar a diversas interpretaciones; uno o varios puntos de la trama no hallan solución y se deja la puerta abierta a especulaciones o continuaciones. “Queda la noche” de Soledad Puértolas es una obra de final abierto.
Según se organicen estos elementos de la trama (planteamiento, nudo, acción desenlace), hablamos de diversas estructuras narrativas:
- Estructura lineal: los acontecimientos se ordenan cronológicamente desde el principio hasta el final: “El árbol de la ciencia” de Baroja.
- Estructura no lineal: se dan saltos en el tiempo: se comienza por el final y se retrocede al inicio (analepsis o flashback); se anticipan hechos futuros (prolepsis); se alternan tiempos pasados y presentes, etc. Podemos citar en este caso “Señas de identidad” y “Beatus ille“, de Juan Goytisolo y Antonio Muñoz Molina, respectivamente.
Elementos básicos del mundo narrativo
Toda obra narrativa nos introduce en un mundo de ficción recreado por la imaginación de un autor.
El género literario narrativo posee su propia lógica y sus elementos constitutivos. El espacio narrativo es introducido a los lectores por una voz, el narrador. El narrador es la “voz” en el texto o, más propiamente, el sujeto del enunciado, es decir, la perspectiva gramatical y de género, elegida por el autor para contar la historia.
Los elementos constitutivos de la narración son:
- Narrador: El autor es la persona real, inserta en un tiempo histórico determinado que escribe o crea la ficción literaria. El narrador es la voz al interior de la obra literaria, que se activa al momento de la lectura y nos relata la historia. El narrador puede ser una primera persona gramatical (yo), una segunda persona gramatical (tú) o una tercera persona gramatical (él)
- Personajes: son entes de ficción encargados de hacer que las acciones de una narración ocurran, puesto que ellos son los que actúan en el relato. Atendiendo a su grado de participación en la historia, se pueden clasificar en principales, secundarios e incidentales.
- Espacio: es el lugar o los lugares donde transcurre la acción o el actuar de los personajes. Se pueden distinguir, al menos, tres tipos: espacio físico, psicológico y social. La suma de los espacios o la combinación de ellos permiten generar el ambiente o atmósfera en que transcurre la narración.
- Tiempo: es el momento en que transcurre la historia que se nos cuenta. El tiempo en una obra literaria es muy relativo, puesto que hay narraciones que transcurren en un breve lapso temporal (un día, una hora) y otras que pueden abarcar un gran lapso de tiempo, incluso varios siglos o generaciones, como es el caso de Cien años de soledad, de García Márquez.
- Acciones: son, grosso modo, el acontecer, los hechos que ocurren a un personaje o determinados personajes a lo largo de una narración. Sin acciones no hay narración. No todas las acciones tienen el mismo peso narrativo. Esto quiere decir que, al menos, hay dos tipos de acciones en un relato: cardinales y catálisis. Las cardinales son las fundamentales para que toda la ficción narrativa ocurra y las catálisis complementan a las cardinales. Por ejemplo, la decisión de Alonso Quijano (don Quijote) de convertirse en caballero andante es una acción cardinal dentro del relato. Si Alonso Quijano no se hubiese convertido en caballero, todas las acciones posteriores no habrían tenido lugar.
El narrador en el género narrativo
El narrador es el encargado de relatar la historia. Es, además, quien organiza todo el relato de acuerdo con la perspectiva que adopta. Es decir, puede conocer todo el acontecer de los personajes y gobernar toda la información del mundo narrado o puede tener un punto de vista más restringido, conociendo solo algunos aspectos de la ficción narrativa. Por este motivo, la elección del narrador o los narradores que intervienen en un relato es un proceso delicado y que se ajusta a las intenciones del autor de la obra, a lo que nos desea comunicar.
Dentro del género narrativo, los autores de las novelas naturalistas del siglo XIX, aquellas que pretendían reflejar la realidad tal cual es, y las motivaciones más recónditas del ser humano, optan por un narrador de conocimiento total u omnisciente, porque les permite dominar todo el escenario narrativo, espacios, tiempos, psicología de los personajes, etc.
Por el contrario, a principios del siglo XX, muchos autores, principalmente después de las guerras mundiales, prefirieron utilizar el narrador protagonista en sus novelas, para reflejar la complejidad y subjetividad de la realidad contemporánea. Un ejemplo de esto es la novela “El túnel“, del escritor argentino Ernesto Sábato, donde el protagonista intenta buscar una explicación al asesinato que cometió.
Existen diferentes tipos de narrador en función de su grado de conocimiento de los hechos narrados, de su grado de participación en el relato o si está presente o ausente en la ficción.
En función de su presencia o ausencia en la ficción:
- Narrador Homodiegético (narrador interno): se ubica en el interior de la historia, es parte del relato en el rol de alguno de los personajes. Puede ser narrador protagonista o narrador testigo.
- Narrador Heterodiegético (narrador externo): se sitúa al exterior de la ficción y no participa de la historia narrada. Puede ser narrador omnisciente o narrador de conocimiento relativo u objetivo.
En función de su grado de conocimiento de los hechos narrados:
- Narrador omnisciente o de conocimiento absoluto:
- Narra en tercera persona gramatical.
- Conoce y domina todo el mundo narrativo. Su visión semeja a la de un “dios” que conoce el presente, pasado y futuro de la historia.
- Sabe todo acerca de los personajes. Conoce sus anhelos, sentimientos y psicología. Es decir, puede mostrarnos su interioridad.
- Emite juicios y opiniones acerca del actuar de los personajes o de los hechos narrados.
- No participa de los sucesos narrados, es decir, se sitúa fuera de la historia.
- Narrador de conocimiento relativo o limitado (narrador objetivo):
- Narra en tercera persona gramatical.
- Asume una perspectiva más “objetiva” puesto que solo narra lo que ve y oye de los personajes a los hechos.
- No puede acceder a la interioridad de los personajes, por tanto, no da a conocer los pensamientos o sentimientos de estos.
- No emite juicios ni opiniones acerca de los hechos narrados o las acciones de los personajes.
- Semeja la perspectiva de una cámara de cine, que registra los hechos de forma externa.
En función de su grado de participación en el relato:
- Protagonista:
- Narra en primera persona gramatical (yo).
- Participa de la historia.
- Es un personaje que nos relata su propia historia, los hechos que le sucedieron y vivió.
- Expresar sus sentimientos y juicios.
- Tiene una visión limitada, puesto que no puede conocer toda la historia o la interioridad de otros personajes.
- Solo puede entregarnos la visión que tiene como protagonista de su propia historia.
- Testigo:
- Narra en primera persona gramatical (yo).
- Participa de la historia.
- Es un personaje que nos narra la historia o los acontecimientos que ha visto, escuchado o participado de manera secundaria o indirecta.
- Tiene diversos grados de participación en los hechos relatados. Puede contar desde un presente, una historia pasada de la que fue testigo. Puede ser un personaje secundario que cuenta la historia del protagonista. O, puede narrar los hechos de que va siendo testigo en un presente.
- Tiene una visión limitada de la historia, ya que solo puede conocer los hechos que ha visto, oído o ha sido testigo.
El punto de vista, focalización o perspectiva en el género narrativo
La focalización es la perspectiva o punto de vista que adopta el narrador para contar la historia. Tiene que ver con la cantidad de información que el narrador nos desea entregar a lo largo del desarrollo de los acontecimientos, acerca de las acciones de los personajes.
Se vincula con una restricción del campo narrativo, esto es, el foco desde el cual se cuenta la historia.
Clases de focalización:
- Focalización cero (corresponde al narrador omnisciente):
- Se sitúa fuera del relato.
- No tiene restricción con respecto a la información que maneja sobre las acciones de los personajes.
- Se relaciona con un estilo de narración clásica.
- El punto de vista adoptado es objetivo, pues narra la historia sin comprometerse directamente en los hechos.
- El narrador sabe más que los personajes.
- Focalización interna (corresponde al narrador protagonista o testigo):
- Se sitúa al interior del relato.
- El punto de vista del narrador está al interior del personaje, es decir, adopta los dos roles: narrador y personaje.
- Narra las acciones desde la visión que tiene el personaje de ellas.
- Se vincula con un grado de conocimiento relativo y parcial.
- El narrador no sabe más que los personajes.
- Su punto de vista es subjetivo, pues está comprometido con la historia y con la visión del personaje.
- El narrador conoce lo mismo que los personajes.
- Focalización externa (corresponde al narrador de conocimiento relativo u objetivo):
- Se sitúa al exterior del relato y de los personajes.
- Solo nos entrega la visión de lo que ve y oye, puesto que no puede acceder a la conciencia de los personajes. Adopta una perspectiva semejante a la de una cámara de cine. Solo describe el mundo exterior.
- Tiene un afán de objetivismo extremo, puesto que no se compromete con la narración y los personajes.
- Es la perspectiva más limitada para narrar una historia, porque el narrador tiene menor grado de conocimiento que los personajes,
Modos o estilos del género narrativo
Es la manera que tiene el narrador de presentarnos los diálogos y las acciones de los personajes en el relato. Los tres modos básicos de pre- sentar el relato y las acciones son: estilo directo, estilo indirecto y estilo indirecto libre.
En una obra narrativa, se pueden entremezclar de manera libre los tres modos narrativos. Esto obedece principalmente a la necesidad que tiene el autor de la obra de introducir variaciones en el relato para que este no resulte monótono y cansador para los lectores.
Estilo directo:
- Presenta directamente el actuar a través de la transcripción directa de los diálogos de los personajes.
- Da un carácter más vivo y natural a la historia, al incorporar la forma de hablar de cada personaje.
- Para la transcripción de diálogos se utilizan signos ortográficos como la raya o los dos puntos, o bien, por medio de fórmulas como: dijo, preguntó, respondió, agregó, exclamó, etc.
Estilo indirecto:
- Incorpora el diálogo de los personajes a la narración, presentándolos de manera indirecta.
- Es el narrador quien se encarga de entregar en su relato las palabras y los pensamientos de los personajes.
- En el estilo indirecto se utilizan oraciones subordinadas con el relativo que y un verbo introductor como los siguientes: dijo que, señaló que, había dicho que, etc.
Estilo indirecto libre:
- Es una forma compleja, porque supone la combinación de los dos estilos anteriores.
- El narrador habla desde la interioridad del personaje, por lo cual se identifica con este.
- La reproducción de palabras o pensamientos de los personajes se hace sin verbo introductor. Un recurso común del estilo indirecto es la variación de los tiempos verbales.
El tiempo en el género narrativo
El tiempo, al interior de una obra narrativa, es complejo, ya que no necesariamente se corresponde a la sucesión temporal del mundo real. El tiempo narrativo es manejado y dispuesto de acuerdo a las necesidades de la progresión de las acciones y puede manifestarse de dos formas diferentes: tiempo de la historia y tiempo del relato o discurso.
Tiempo de la historia
- Es la progresión lineal y secuencial de los acontecimientos.
- Las acciones están ordenadas de forma cronológica, es decir, relacionadas de acuerdo a causas y efectos.
- Generalmente, la secuencia lineal de acontecimientos está ordenada desde un hecho pasado hasta el momento presente de los acontecimientos y los personajes.
- Se puede representar gráficamente como una línea recta.
- El tiempo de la historia no necesariamente coincide con el tiempo del relato.
Tiempo del relato o discurso
- Es la disposición estilística de los acontecimientos.
- El narrador rompe la secuencialidad de la historia, alterando la cronología y disponiendo los hechos de forma aleatoria.
- Se recurre a anacronías, es decir, a la ruptura de la secuencia causa-efecto.
- Las formas de anacronía más usuales son: analepsis y prolepsis.
- la analepsis es una anacronía hacia el pasado. Es decir, el narrador, desde un momento presente en el relato, regresa a hechos pasados a ese presente narrativo.
- La prolepsis es una anacronía hacia el futuro. Es decir, el narrador desde un presente narrativo nos anticipa hechos del futuro o nos anticipa acciones que ocurrirán en un futuro narrativo.
El ambiente o espacio en el género narrativo
Es el lugar o los lugares donde transcurre la acción o las acciones en el género narrativo. Es el escenario donde los personajes desarrollan sus acciones.
El espacio narrativo no solo comprende el lugar físico donde transcurre la acción, sino que también abarca los aspectos sociales y psicológicos que son descritos o sugeridos por la narración. La suma de los aspectos físicos, psicológicos y sociales en que se desenvuelve la narración constituyen el ambiente narrativo, la atmósfera general que nos transmite la obra.
- Espacio narrativo físico: Es el lugar o los lugares donde transcurren las acciones. Puede tratarse de espacios abiertos, ya sea urbano, rural, marítimo, campestre, o espacios cerrados, como el interior de una casa, cine, escuela, etc. Para presentar estos espacios el narrador recurre básicamente a la descripción.
- Espacio narrativo social: Está formado por los rasgos que nos entrega el narrador, acerca de la sociedad donde tienen lugar los hechos narrados, sus costumbres, vicios y virtudes. El entorno cultural y moral, el estatus social al que pertenecen los personajes y su riqueza o pobreza.
- Espacio narrativo psicológico: Comprende la interioridad de los personajes, su mundo interior, los conflictos emocionales en que se debate, amor, odio, traición, desesperanza, venganza, etc. La observación de estos detalles ayuda a determinar la atmósfera o clima emocional
en que se desarrolla la acción.
En cuanto a los ambientes que se producen en la narración, estos van a depender de la forma en que el narrador describa los espacios donde transcurre la acción, para lograr diversos efectos armbientales, como: soledad, tranquilidad, misterio, terror, exotismo, muerte, desolación, etc.
Los personajes en el género narrativo
Los personajes son entes de ficción que toman parte en las acciones de una obra del género narrativo. Se puede decir que los personajes son una construcción verbal, puesto que el lector solo puede conocer de ellos lo que aparece descrito en el texto y nada más que ello.
La palabra personaje deriva del vocablo latino personae que significa “máscara“, y alude a las máscaras que utilizaban los actores del teatro clásico latino y griego para actuar. Eso nos da la clave para poder definir a los personajes como máscaras verbales que habitan una obra narrativa y se van construyendo en una narración a través de la lectura de la misma
No todos los personajes al interior de una narración tienen igual tratamiento, y podemos clasificarlos atendiendo a diversos puntos de vista.
De acuerdo a su grado de participación en las acciones:
- Principal: El personaje principal o los personajes principales son aquellos que mueven la acción de una narración. Sobre ellos se estructuran las acciones y se mueven los demás personajes, Podemos clasificar los personajes principales en protagonistas o antagonistas, ya sea que persigan un objetivo (protagonista) o se opongan a ese proyecto (antagonista).
- Secundario: Como lo indica su nombre, los personajes secundarios tienen menor grado de participación en las acciones, su rol fundamental es dar un mayor grado de coherencia y credibilidad a las acciones. Generalmente su actuar está vinculado a las acciones de los personajes principales. Pero su participación es también individual y complementaria a la de los principales.
- Incidental o episódico: Son los de menor peso o participación en las acciones de la narración. Su aparición es un recurso para ordenar, dar credibilidad a las acciones.
De acuerdo a su desarrollo a lo largo de las acciones:
- Estáticos: como lo indica su nombre, los personajes estáticos son aquellos que presentan los mismos rasgos, a lo largo de toda la narración, no presentan cambios en su comportamiento o en sus características personales.
- Dinámicos o evolutivos: este tipo de personaje es el que sufre algún cambio o evolución a lo largo del desarrollo de las acciones, por ejemplo, puede pasar de un estado de ignorancia a un estado de conocimiento. Varían en su forma de ser y comportarse.
De acuerdo a su grado de complejidad y profundidad psicológica:
- Planos: están constituidos en torno a una sola idea o cualidad. Presentan un solo rasgo destacado. Generalmente, se utilizan para generar simpatía en el lector.
- Redondos, esféricos o de relieve: poseen un mayor grado de complejidad, varios rasgos destacados y no se pueden caracterizar en torno a un solo rasgo distintivo. Tienen un amplio grado de profundidad psicológica.
- Tipos o arquetípicos: son utilizados para representar a un sector determinado de la sociedad o un tipo humano determinado.
- Caricaturesco: son aquellos que hacen mofa de algún aspecto de la realidad social o personal. A menudo, encarnan una crítica a algún rasgo de la sociedad.
De acuerdo a su unidad o pluralidad:
- Individual: se refiere a un personaje que actúa individualmente en el desarrollo de la acción.
- Colectivo: muchas veces un grupo puede actuar como un personaje dentro de la obra.
De acuerdo a su grado de individualidad y personalidad literaria:
- Estereotipo: son personajes que carecen de una personalidad propia y responden a tipos configurados a través de la tradición literaria, con una manera de actuar prefijada y reiterada por la tradición.
- Personaje literario: son aquellos que han trascendido la obra para la que fueron creados y los lectores los pueden identificar fácilmente. También sirven de modelo e inspiración para otros personajes en otras obras narrativas.
Descripción de los personajes:
A los personajes los conocemos solo por lo que el narrador nos dice de ellos; en este sentido, los personajes pueden estar descritos físicamente, moralmente o tanto física como moralmente. Así podemos encontrarnos con tres formas de caracterizar (describir) a los personajes:
- Prosopografía: el narrador solo nos muestra los rasgos físicos o externos del personaje, ropa, formas de caminar, etc.
- Etopeya: el narrador nos entrega una caracterización de los rasgos morales, espirituales, sentimentales o psicológicos del personaje.
- Retrato: es la combinación de las dos descripciones anteriores, es decir, el narrador nos da una imagen más acabada del personaje al describir tanto sus rasgos físicos como psicológicos.
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