La literatura medieval es una de las etapas más ricas y fascinantes en la historia de la literatura. Desde las épicas sagas nórdicas y las gestas españolas hasta los cuentos caballerescos y las romances cortesanas, la literatura medieval nos ha legado un amplio espectro de obras de gran belleza y relevancia cultural.
En este post, nos adentraremos en el mundo de la literatura medieval, explorando su contexto histórico, sus características y algunos de los géneros más destacados, como los cantares de gesta, la poesía lírica y la provenzal. Además, hablaremos de la influencia de la literatura medieval en la cultura y literatura posteriores, y cómo ha dejado su huella en nuestra sociedad.
Contenidos
Características culturales de la edad media
Lo que conocemos como Edad Media es un periodo de diez siglos comprendidos entre la caída del Imperio Romano y el surgimiento del Renacimiento. Dicho periodo ha sido dividido en Alta y Baja Edad Media.
La Temprana y Alta Edad Media (siglos V-XI d.C.) son las etapas en las que Europa tuvo importancia en el mundo. Se caracterizó por estar compuesta por una sociedad rural y agrícola, donde el rey tenía poco poder, el cual estaba en manos de los señores feudales. La vida cultural fue muy pobre, ya que como Europa estaba dividida en muchos reinos que querían dominar a los demás, la ocupación principal era la guerra.
La Baja Edad Media (desde la segunda mitad del siglo XI al siglo XV) se caracteriza por la transformación de la vida en todos los niveles y la aparición de nuevos elementos que determinarán la conformación del mundo occidental: el rey recupera su poder frente a los señores feudales, con lo que se fortalece la corte como centro cultural; nacen las ciudades, pero no únicamente como núcleos de poder sino también como centros de comercio; y además, las escuelas, que estaban asociadas a la Iglesia, ocupan un lugar cada vez más importante, lo que va a dar origen a la creación de las universidades.
Con la caída del Imperio Romano y el consiguiente aislamiento de los distintos pueblos que lo conformaban, el latín empezó a transformarse en cada uno de estos lugares, dando origen a lo que se conoce como lenguas romances: español, francés, italiano, portugués, etc. El latín, sin embargo, continuó siendo la lengua oficial de la Iglesia y de la ciencia durante toda la Edad Media.
El cristianismo constituyó el elemento que dio cohesión y unidad a la Europa medieval; en ella, el desarrollo de la ciencia y la cultura estuvo determinado por las ideas religiosas.
Las culturas de la antigüedad, griega y latina, si bien no cayeron en el olvido, sí fueron desdeñadas, para darle paso a la Iglesia como la depositaria del saber y de la cultura, rescatando de las culturas antiguas lo que a ella (la Iglesia) le parece adecuado y siempre revestido de cristianismo.
Características de la literatura medieval
La literatura medieval es el conjunto de obras que fue escrita a lo largo del medioevo, con características alegóricas, religiosas y didácticas y, durante la cual, la visión del mundo era teocéntrica. La Edad Media abarca un largo periodo histórico que se extiende por diez siglos desde la caída del Imperio Romano de Occidente en el siglo V hasta el siglo XV con la caída de Constantinopla a manos de los turcos. Los historiadores distinguen tres periodos: Temprana Edad Media (siglo V a VIII), Alta Edad Media (siglos IX a XII) y Baja Edad Media. (siglos XIV a XV).
Tradicionalmente, se creyó que la Edad Media era un período oscuro de la historia, de ahí su nombre, una época que media entre la Antigüedad clásica y el Renacimiento; sin embargo, investigaciones posteriores rescatan la importancia de la Edad Media en la formación de la cultura occidental: el surgimiento de las lenguas romances, el nacimiento de la burguesía y el capitalismo, la consolidación de la Iglesia católica, la constitución de los estados y las literaturas regionales, son hechos relevantes para el desarrollo posterior de la cultura occidental.
Durante la época en que la religión tenía una fuerte influencia en el control social, la literatura medieval se veía obligada a transmitir los contenidos morales, éticos y didácticos del cristianismo. Esto generó una literatura ejemplarizante y controlada, como se puede observar en los bestiarios cristianos, donde se les atribuían propiedades imaginarias a los animales según el juicio moral de la religión.
No obstante, algunas obras lograron escapar de este sesgo y recuperaron tradiciones latinas o paganas para recrearlas de manera más libre. Lamentablemente, muchas de estas obras no fueron registradas por escrito y, por lo tanto, no pudieron ser conservadas adecuadamente.
Sus características principales son:
- Tópicos literarios: Los temas o tópicos literarios abordados en la Edad Media son preferentemente tres: el amor cortés, los temas caballerescos y heroicos, y los religiosos con intención moralizadora o didáctica.
- Hay una gran cantidad de textos orales que tiene un carácter popular y anónimo.
- Entre los géneros literarios que la Iglesia utiliza para adoctrinar y moralizar a los feligreses están el cuento (exemplum) y narraciones de las vidas de los santos (poemas hagiográficos).
- A partir del siglo XII se empiezan a escribir obras en lengua romance, con lo que se inicia la literatura medieval europea propiamente dicha.
- Por su parte, la vida en la corte generó el concepto de “amor cortés”, el cual va a proporcionar un modelo de conducta y de vida a la aristocracia. El amor cortés va a nutrir a la poesía lírica provenzal y a la novela de caballerías, mejor conocida como roman courtois.
- Literatura culta y literatura popular: La creación y transmisión de las obras literarias se da básicamente por dos vías, la popular y la culta. Las creaciones populares eran de carácter oral y se difundían a través de los juglares, personajes que recorrían pueblos y ciudades alegrando y entreteniendo a la gente con sus declamaciones de textos poéticos, especialmente cantares de gesta y romances. Esto dio origen al mester de juglaría o el arte y oficio del juglar. La literatura medieval culta está representada por el mester de clerecía, o el oficio de los poetas ligados a la cultura letrada de la época, los clérigos. La poesía de los clérigos aborda preferentemente el tema del amor cortés en sus versiones profana y divina, es decir, el amor a la dama y a la virgen.
- Lengua: Ligada a las vertientes popular y culta de la literatura medieval, está el tema del lenguaje en que son creadas las obras literarias. El latín es la lengua de la cultura oficial, por tanto, numerosas obras provenientes de los centros de la cultura letrada (monasterios, universidades, la corte) están escritas en latín. Conjuntamente con ello, existen las lenguas romances o vernáculas que también sirven a los poetas para crear sus obras de carácter popular, como los cantares de gesta, las coplas y romances. Sin embargo, posteriormente, hacia la Baja Edad Media, aparecerán obras del mester de clerecía escritas en lengua romance.
- Religiosidad: La cultura de la Edad Media se ha definido como teocéntrica, es decir, Dios es puesto en el centro de la vida medieval, por esta razón numerosas obras literarias y artísticas en general, estarán dominadas por una marcada inspiración religiosa cristiana.
Surgimiento de la poesía épica y la lírica provenzal
Durante el periodo entre 1060 y 1180, los señores feudales, quienes habían adquirido un gran poder en comparación con el rey, promovieron un nuevo impulso a la vida cultural. Fueron partidarios del desarrollo literario en lenguas vulgares (romances), en contraposición al latín, sobre todo en las regiones donde el feudalismo era más fuerte: en Francia y en el reino anglonormando. De aquí surgieron las primeras manifestaciones literarias en provenzal y en francés, el inicio de la literatura medieval.
Francia se dividía en dos zonas lingüísticas claramente diferenciadas: a) la zona de las antiguas Galias, donde se hablaba la lengua de oil, y b) la zona meridional, donde se hablaba la lengua de oc. Esta división dio lugar a dos modalidades de poesía muy diferentes:
- a) La poesía en lengua de oil se destaca por su carácter eminentemente épico, que canta a los héroes que contribuyeron con sus proezas a la formación de la nacionalidad.
- b) La poesía en lengua de oc es más refinada, exquisita y tiene un marcado carácter cortesano.
De esta manera, en la literatura feudal surgieron los dos grandes temas de la guerra y el amor, que se reflejan en los cantares de gesta y en la lírica provenzal, respectivamente. Además, las literaturas de las dos zonas eran diferentes no solo en su grado de refinamiento, sino también en su medio de difusión.
La poesía del norte de Francia, que era popular y destinada al pueblo, era recitada por los juglares en plazas, mercados, castillos y campamentos. Los juglares no componían los poemas, sino que los declamaban en público para entretener y cobrar una remuneración. En cambio, la poesía provenzal era recitada por sus propios autores, los trovadores, en los salones de los castillos y palacios, muchos de ellos aristócratas.
La poesía medieval se transmitía de manera oral, y los juglares la difundían en diferentes lugares. Las composiciones sufrían modificaciones en su transmisión, y algunas de ellas se adaptaban al gusto del público. De esta manera, la poesía medieval se reelaboraba y se olvidaba el nombre del autor, convirtiéndose en poesía tradicional. Algunas de estas composiciones se conservaron por la escritura, pero la lírica popular se perdió casi en su totalidad, mientras que los vestigios de la épica son más numerosos, ya que este género conservaba los hechos memorables transformados en mitos de los acontecimientos que impresionaron la imaginación popular.
Los cantares de gesta en la literatura medieval
La poesía épica en los países neolatinos se conoce como cantares de gesta, término que deriva del latín “gesta” que significa “hechos”. Se trata de relatos que narran hazañas de un héroe nacional. Tanto Francia como España tienen una rica tradición épica en su literatura medieval.
En Francia, los cantares de gesta se han agrupado en tres grandes ciclos: el ciclo de Carlomagno, el de Guillermo de Orange y el de Mayence, además de algunos poemas sueltos. Cada uno de estos ciclos consta de varias obras relacionadas entre sí por su tema.
El ciclo más numeroso e importante es el de Carlomagno, al que pertenece el mejor cantar de gesta francés: El Cantar de Roldán. Su texto es del siglo XI y se inspira en sucesos ocurridos tres siglos antes. En el año 778, el emperador Carlomagno entró en España, que estaba ocupada por los árabes. Tomó Pamplona, pero no pudo conquistar Zaragoza. Al salir de España, la retaguardia de su ejército fue atacada por los vascos, quienes le ocasionaron gravísimas pérdidas.
La memoria de este desastre debió conservarse, y finalmente, en el siglo XI, un poeta francés se inspiró en él para escribir El Cantar de Roldán. Sin embargo, el poema no respeta totalmente los hechos históricos que le dieron origen, sino que han sido mezclados con ficción literaria. Por ejemplo, en el poema son árabes y no cristianos los que atacan al ejército francés. Además, los personajes también son idealizados, lo que le da al poema un cierto carácter legendario, a diferencia del realismo de las gestas españolas.
Algunos rasgos distintivos de la poesía épica de la literatura medieval en estos países son:
- La épica francesa contiene una gran cantidad de elementos fantásticos o maravillosos: fuerzas sobrehumanas, prodigios de la tierra o del cielo, etcétera. A pesar de ello, está determinada por ideales nacionales, dinásticos y eclesiásticos.
- La épica española es básicamente histórica; se ocupa de sucesos reales y se sujeta a los datos topográficos y ambientales, que se combinan con algunos elementos maravillosos, frecuentes en las creencias populares: sueños, conjuros, etcétera.
- La épica germana también se caracteriza por la presencia de elementos fantásticos, pero, a diferencia de la francesa, no es religiosa y su vínculo social más fuerte es el clan.
En España hubo numerosos cantares de gesta, la mayoría de los cuales no han llegado hasta nosotros. El más importante, conservado casi entero en un manuscrito, es el Poema de Mío Cid, escrito a mediados del siglo XII.
A diferencia de la épica francesa, en el Poema de Mío Cid encontramos una gran exactitud tanto geográfica como histórica. La figura del Cid se destaca por el valor, la nobleza, la fidelidad al monarca, a pesar de ser víctima de una injusticia.
Así pues, el Cid, aunque idealizado, nunca deja de ser hombre. El realismo, la historicidad, el sentido del carácter individual de los personajes son algunas de las cualidades más notables del poema y, en general, de toda la épica castellana.
La poesía lírica en la literatura medieval
En los albores del siglo XII, en Provenza surgió un tipo de poesía lírica que se contrapone por completo a la épica. Esta forma de poesía es considerada como la primera manifestación lírica de la Europa medieval y es un pilar fundamental de toda lírica en lengua romance.
El clima favorecido de Provenza, su tierra fértil, la relativa paz política y social, y su lejanía de las guerras cruentas, son factores que explican en parte el desarrollo de la poesía como parte de la literatura medieval en esa región. Asimismo, estas circunstancias provocaron una transformación en la vida de la corte y se comenzaron a buscar nuevos pasatiempos y ocupaciones. Se dio lugar a una escuela brillante de trovadores cortesanos cuya influencia se propagó por toda Europa.
La poesía lírica provenzal se caracteriza por ser refinada y artificiosa, es decir, complica intencionalmente la métrica dando como resultado una expresión rebuscada. Se crearon tres géneros principales:
- Canción (de asunto amoroso).
- Serventesio (de intención satírica).
- Tensó, disputa o partiment (torneos verbales sobre los más variados temas).
El tema dominante de la poesía lírica provenzal es el amor, interpretado como un culto del caballero hacia la dama elegida, que da como resultado la creación del “amor cortés”.
La poesía lírica provenzal aparece en el siglo XI como poesía aristocrática y refinada, es obra de autores instruidos que conocen y practican una técnica literaria y musical muy variada.
Guillaume de Poitiers, duque de Aquitania (1086-1127), es el primer trovador de nombre conocido y sus composiciones son las más antiguas de la poesía lírica en lengua moderna. Su nieta, Leonor de Aquitania, es la más rica heredera de la cristiandad occidental. Casada con Luis VII, se separa de su marido. Su segundo matrimonio es con Henry Plantagenet, duque de Normandía, y posteriormente rey de Inglaterra con el nombre de Enrique II.
El amor cortés en la literatura medieval
La idea del amor no era algo nuevo en la Edad Media, ya que había sido tratada en la antigüedad por autores como Ovidio. Sin embargo, la influencia más importante en la concepción del amor cortés vino de los musulmanes, enemigos del cristianismo. Durante las cruzadas, ambas culturas absorbieron usos y costumbres del otro bando, y los cristianos adoptaron la idea musulmana de la pureza y el respeto por la mujer.
La sociedad feudal, caracterizada por la jerarquía y la definición de derechos y obligaciones, representaba a la dama como señora feudal, y el caballero que la pretendía se convertía en su vasallo, adoptando una actitud de sumisión, fidelidad y respeto. El amor por la dama llevaba al caballero a buscar la perfección de la virtud caballeresca y la pureza de corazón, y recibía su recompensa en el amor correspondido de la dama. Así, la Edad Media dio una estructura particular al amor, adaptada a la sociedad de la época.
Dispersión e influencia de la lírica provenzal en Europa
Tomando como pretexto la herejía albigense (llamada así por haber surgido en Albi), los franceses del norte atacan y derrotan a los provenzales en 1213. Este hecho provoca no sólo la decadencia de la lengua de oc y el consiguiente predominio del francés en aquellas regiones, sino también la dispersión de los trovadores provenzales por toda Europa.
Muchos de los trovadores fueron recibidos en las cortes de diversos países. Pasan a Italia, donde bajo su influencia, surge la escuela siciliana y el dolce stil nuovo; a Inglaterra, donde son acogidos por Ricardo Corazón de León, quien era, asimismo, trovador; a Aragón y Cataluña, donde se desarrolla una espléndida escuela trovadoresca; a la corte de Castilla, donde Fernando el Santo y su hijo Alfonso X protegieron a varios de ellos; a Galicia y Portugal, donde provocan el florecimiento poético de los cancioneros galaico-portugueses, e incluso a la corte árabe de Granada, hasta la que llegan algunos. De esta manera, la influencia de los trovadores alcanza a toda la Europa culta de su tiempo.
Como señalamos anteriormente, en Italia la influencia de la poesía lírica provenzal hace surgir lo que se llamó el dolce stil nuovo (dulce estilo nuevo), en el que la mujer representa una de las vías de acceso a la divinidad: a través de la belleza femenina, el alma del poeta puede vislumbrar, de alguna manera, la grandeza de Dios. Entre los creadores de este nuevo estilo de literatura medieval encontramos a Dante Alighieri con La Divina Comedia y Francesco Petrarca con su Cancionero.
La novela cortés
El panorama literario del norte de Francia, al comenzar la segunda mitad del siglo XII, era especialmente variado y extraordinariamente rico: junto a los cantares de gesta y las canciones trovadorescas, empezó a cultivarse un nuevo tipo de obra: los nobles, cada vez más cultos y con mayor curiosidad, deseaban conocer los detalles de las historias de sus tierras.
Esta historia primero se redacta en latín, de manera muy escueta, y desde el segundo cuarto del siglo XII se escribe en lengua romance (roman por oposición al latín) y se mezcla con abundantes ampliaciones ficticias de los acontecimientos concretos.
Por otra parte, el renacimiento cultural del siglo XII impulsa el conocimiento de la antigüedad clásica. Interesan de modo particular las narraciones históricas sobre Alejandro.
De esta manera, al mezclarse con una gran cantidad de descripciones procedentes de libros antiguos, la historia y la leyenda dieron origen a un género nuevo: la novela cortés, en la que se conjugan algunas características tanto de la épica como de la poesía lírica provenzal. La novela surge como una nueva forma de historia y recibe, en su origen, el mismo nombre que ésta (roman). Sólo cuando a principios del siglo XIII se abandona el verso para expresarse en prosa, podemos decir que el roman ha encontrado su identidad.
El cuento en la literatura medieval
El cuento es un género que tuvo una gran importancia en la Edad Media debido a su carácter didáctico, ya que se consideraba que la naturaleza humana debía ser instruida mediante procedimientos agradables que facilitaran el aprendizaje.
El siglo XIII marca el auge de la didáctica dentro de la literatura medieval. En España encontramos la presencia de tres diferentes tradiciones que van a confluir en el desarrollo y auge del cuento:
- La tradición oriental, que penetra a través de la península ibérica, en donde encontramos la presencia de población islámica, judía y cristiana. El Imperio Islámico es el transmisor del acervo oriental hacia Occidente. Hay una gran circulación de cuentos orientales: fábulas de origen mesopotámico, egipcio, hindú, etcétera. A mediados del siglo XII encontramos cuentos de procedencia oriental en castellano: Calila et Dimna, Sendebar. En este tipo de cuentos hay un predominio de la temática profana (esto es, no religiosa) basada en la prudencia, dirigida a favorecer una conducta individual mesurada y a evitar juicios apresurados del prójimo.
- La tradición occidental, el uso de ejemplos se empleaba desde la antigüedad grecolatina. Aristóteles lo considera como un medio de persuasión inductivo (ejemplo o paradigma)
- La predicación religiosa se servía de relatos breves que se proponían como ejemplos de los que se extraían reglas de conducta acordes con la moral cristiana, y que se difundían principalmente a través del sermón, es decir, en forma oral.
Hay dos momentos clave de fusión en la literatura medieval entre la corriente narrativa oriental y la occidental:
- a) Siglos XII y XIII: Europa conoce a través de versiones latinas los cuentos orientales, mismos que se van integrando en ejemplarios o bien en obras enciclopédicas.
- b) Con la imprenta (siglo XV) que multiplicará y favorecerá la confluencia de tradiciones.
A partir del siglo XIII abundan obras sobre la educación de los príncipes (corriente oriental y occidental) en lenguas vulgares. A menudo se presentan como si hubiesen sido compilados por los monarcas para la educación de sus hijos o por sus más directos consejeros.
En la primera mitad del siglo XIV en España aparece El conde Lucanor de don Juan Manuel, en el que se percibe un sentido práctico: el ejemplo ya no se presenta como un paradigma de validez universal, sino de aplicación restringida a casos concretos.
Se trata de una colección de 50 apólogos que don Juan Manuel enlaza de manera ingeniosa: un joven caballero, el conde Lucanor, pide consejo a Patronio sobre diversas cuestiones de gobierno, de moral, de conducta, que el maestro aclara con un relato novelesco y condensa en una moraleja final. Don Juan Manuel es el primer cuentista de las literaturas europeas, ya que El conde Lucanor fue terminado en 1335 y Boccaccio, el máximo exponente de este género en Italia, comenzó a escribir el Decamerón a partir de 1348.
En la Gran Bretaña convivían tres literaturas: la anglosajona, la latina y la francesa. Aunque estas circunstancias favorecieron la vida intelectual, abierta a varias culturas, es indudable que retrasaron la formación del inglés literario, hasta que en el siglo XIV Chaucer fija la lengua poética, por lo que se le considera el padre de la literatura inglesa, cuya obra más notable es Cuentos de Canterbury.
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